Angeles y demonios

ENTRE EL CIELO Y EL INFIERNO

-Todo el público esta emocionado  ¡El jugador esta encestando !

-¡2 puntos! ¡Dosss puntos adelante en el marcador!  ¡Los jugadores estan que queman!

-Todos estamos esperando ver el final de este período....

Un hombre esta sentado en la silla de primera fila admirando cómo los jugadores estan ganando este juego. Tiene una caja extra grande de palomitas de maíz. Entonces una voz lo saca de su concentración.

-¡En serio necesitabas este lugar para vernos!- 

El hombre que habla observa el lugar, tiene un sombrero pequeño en su cabeza, su altura al lado de estos jugadores apenas llega a la mitad.

Tiene un hábano en su boca y tira el humo a un lado. Camina y quita el guante naranja y se sienta. Hace mala cara y decide tirar el guante al piso sin ver quien pasa. Alguién camino en ese momento y se desliza. Cae sentado observando muy molesto al pequeño hombre.

-¿Qué?¿Acaso no tienes ojos?- El hombre se queda en silencio, se levanta y se va diciendo muchas groserias.

-¿Tenía que ser primera fila?- Entonces saca el puro de su boca y lo pone en el portavaso a su derecha. El hombre a su lado le pasa una soda.

Al principio lo mira molesto y decide tomar la bebida. Observa el juego un rato.

-¡Vamos, es divertido! -

Le grita el otro. Lo observa moverse de un lado a otro. El ritmo de la música del receso es contagioso ya que no es el único que se mueve. Las chicas estan haciendo su rutina entreteniendo la público y parece funcionar muy bien.

Con esos lentes blancos que son más grandes que su rostro se caen. Se puede apreciar unos hermosos ojos azules como el cielo. 

Tiene piel blanca y alrededor de él cae una bufanda blanca. Esta vestido de camisa manga larga de vestir y unos jeans azules. Sus zapatos blancos destacan porque tiene una pequeñas piedras doradas.

-¿De dónde sacaste esa ropa?-

El otro simplemente se sienta de nuevo. El siguiente tiempo empieza.Toma su vaso de gaseosa y grita al instante. Las palomitas salen volando cayendome algunas de ellas. Esta molesto cuando ve una falta hacia el jugador del equipo que apoya. Regresa a su asiento y yo le molestó.

-¿Basketball? Con el tiempo te estas volviendo más idiota...- 

-¡Es un buen deporte!...- Sigue observando el juego pero aún me escucha.

-Sí tus pajaritos vieran esta parte de tí, se tirarían a un acantilado de la impresión.-

Entonces pasa el chico de los perros caliente y toma cuatro. Dos para mí y dos para él. No espera se come los suyos con avidez. Entre gruñidos y sonidos de masticar habla.

-¡Aaa rregnnsssado!...- Comenta al cuál lo observo y espero que trague.

-¿Tienes una solitaria en tu panza? ¿Qué dijiste? -Dando mi primera mordida a mi perrito caliente.

-¡Ha regresado!....

Me dice aclarando su voz. Yo en cambio siento que mi bocado se queda atorrado e intento toser desesperado. Tomo un poco de mi soda y le consulto.

-¿Quién ha regresado?-

Sin embargo mi amigo otra vez esta con mucha comida en su boca y no le entendí que dijo. Tengo que esperar a que termino y escucho.

-Ya sabes, el que nos odia.-

Mis sospechas se agrandan pero quiero que me lo confirme. Creí que lo habíamos eliminado para siempre.

-¡Aunque paresca extraño no hay nadie que te odio más que yo!- Le digo terminando mi pan. El suspira y me mira molesto.

-¡Pon atención a lo que digo, ya sé que tu me odias! Al principio por las apariencias y después... por... - Se queda callado. 

Yo me siento nervioso. Tanto esfuerzo y sacrificio para que él volviera a nuestras vidas... al mundo...

-¿Seguro?- Le pregunto

-¡Como una chica con su 4 prueba de embarazo positiva!...- Cierro mis ojos y trato de serenarme. Siempre ha sido pesimo en hacer comparaciones.

-¿Cuál es el plan? ¿Qué harás?-

-Nada...- Lo miro en silencio y unos segundo reaccióno riendo... es broma..

-Ja ja ja.. ¡Nada! -Ja ja ja ¿Recuerdas lo que pasó la última vez?- Pregunto molesto y me le tiro encima tirando de su oído derecho. 

-Auuuu... ¡Oye!...- Se soba su oído haciendo cara de niño maltratado.

-¡Me encabronas tanto!- 

Sólo de recordar todo el dolor que paso la humanidad, todo lo que tuvimos que perder. Y tiene el descaro de bromear así.

-¡No me dejaste terminar! ¡Nosotros no haremos nada!... pero los niños sí..-

-¡Necesito otro puro!... -

Busco en el saco y lo enciendo. Ahora guarda silencio tratando de tranquilizar sus ánimos asesinos.

-No es cualquiera con quién se enfrentaran y va él va jugar con ellos. Algunos caeran en su trampa. Estoy seguro que alguno de mis hijos tontos hijos ya cayó en su red. ¡Casi nos hizo pedazos a nosotros!

-Mmm...- Lo sé- Igual en el mío

-¿Tienes sospechas de alguno de tus alitas lo está ayudando?-

-Sí, eso creo- Responde. Me viene a mí una duda...

-¡La chica! ¿Que pinta en esto?...- Observo como se queda estático y me sonríe. Eso no es buena señal.




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