Angeles y demonios

IGLESIA

Me duele el cuello y el hombro derecho, me toco adivinando si me quebre un hueso. Pauline desapareció y no se donde está. Abro la ambulancia que esta equilibrandose un poco y me doy un trabón al olvidar que llevó el cinturón.

Intento abrir la puerta pero se ha trabado con las banzas. Empujo con fuerza para salir totalmente y me doy cuenta que la ambulancia ya no podré regresarla.

Escucho fuerte y claro, los golpes y gruñido y en la entrada donde estaban las puertas los demonios se apilan intentando entraer. Yo logro ver una barrera casi transparente que lográ detenerlos. ¿Cuánto tiempo tendremos?

Grueñen y rascan enojados que no pueden cruzarla, un punto para nosotras pero debemos buscar otra solución ¿Dónde está la muerte? ¿Estará molesto? Por supuesto que va estar molesto. Me reprendo yo misma. Me siento mal por causarle tanta jaleo.

-¿Qué te dije?- Aparece Pauline de mi lado. Me sacudo basura y polvo, observo que mis brazos tienen aruñones. He dañado el cuerpo que me ha prestado Pauline.

-Es una suerte que si funcionará.- Le comentó. Entonces con miedo que la barrera se rompa me alejo lo más que puedo y me dirijó a lo profundo de la iglesia. 

-¡Oh por dios!- Grita Pauline

-¿Qué?- Me doy la vuelta rápido, pensando que un demonio viene pero no viene nada.

Entonces Pauline se baja y me muestra que en la pierna tengo rasguños y esta sangrando. Debido a la alta adrenalina en mi cuerpo yo no sentía nada pero pronto lo haré. 

-¡Me asustaste! Pensé que venia algun engendro a morderme.- Sigo caminando hasta llegar al altar principal.

-¡Ya lo encontré! ¡Elea está arriba!  ¡Hay que subir al campanario!- Yo estoy vigilando las ventanas por sí nos quiere sorprender algún demonio.

-¿Qué hay en el campanario?- Estoy tan directa en mi plan de llegar al altar que no comprendo a qué se refiere.

-¡El guardián!  Elea, hay que llamarlo.- Ella observa que sigo caminando ignorando sus palabras.

¡Ahí esta! La pequeña pila bautismal. Busco algo que me sirva y sólo veo el bote de vino. Le tiro el vino. Pidiendo disculpas por desordenar el lugar pero es una emergencia creo que lo entenderán.

Lo llego con el agua porque está bendecida y me lavo con ella humedeciendo mi cuerpo. En teoría es como un ácido que les causa dolor a los demonios si les cae en su piel. En mi cuerpo es cómo un repelente. Pauline parece apurarme.

-¿Ese es el plan?¿Un guardián?¿No crees que venga la muerte pronto?- Ella me mira desesperada.

-Mejor mueve mi traserito. Huesitos es lógico que nos busque, pero el tiempo apremia..- Empieza a jalarme

Tengo la botellita de agua bendita en mis manos y le encuentro un lugar seguro en medio de mi sostén. ¿Qué? necesito tener manos libres. Sean sinceras, no hay mujer que no haya usado su sostén para guardar algo.

Es el lugar perfecto para que pase desapercibido. Agarro un candelabro largo de metar y subimos las gradas de caracol.  Cinco pisos, el cuerpo de Pauline parece que le agota el ejercicio. Escuchamso el echo los horribles gruñidos de los demonios y golpes.

Llegamos galera con techo. Al costado izquierdo está el campanario. Pero en una esquina apreció una  escultura, no puedo ver sus rasgos por la oscuridad, pero al acercarme identificó una espada y un escudo. Al menos tiene armas.

-¿Entonces como funciona esto?- Le interrogo porque es una entera piedra, no veo como nos ayudará.

-Pues... realmente eso no me explico Josua...- Ella lo toca y murmurando.

-¿Perdón? ¿Repité eso?- Pauline vuela de un lado para otro.

-Lo siento... es que el hablo que las iglesias tienen sus guardianes pero... no me menciono que estaría así.- Señala la piedra que esta a mi lado. Y estamos pérdidas porque si ella no sabe yo menos. 

No pierdo tiempo y lo reviso de todos lados, será que tiene algún botoncito. Lo dudo, pero me doy cuenta que tiene un nombre ... "Uriel".

-¿Estas loca Pauline? Aquí dice ¡"Uriel"!- Ahora que lo veo bien tiene unas grandes alas.

-¿Y....?- Yo la miro molesta...

-Está en la guía...¡Es un Arcángel...!-

-¿Mejor para nosotras No crees?- Ella se sube sobre sus hombros. ¡Además de guapisímo!

-¡Me importa un bledo si es guapo Pauline!. ¿Realmente crees que vendrá?- Mi cabeza me esta doliendo. Necesito sentarme y analizar mis remotas opciones. Tengo ganas de gritar a los vientos mi falta de suerte en este mundo. 

-¡Uy que humor! ¡Bajalé un poquito al fuego! Imáginate que te escuchara- Le tapa los oídos a la escultura.-

-¿De quién crees que es la culpa? Te dije que no salieramos y mi tonto corazón de pollo no pudo con tu carita infantil. Debí haber dicho No, no y ¡nooo!-

Entonces Pauline deja de tapar los oídos a la escultura y se sienta en sus hombros. Cruza los brazos poniendo cara de seria.

-Lo lamento... ¡Está bien! Disculpa, no pensé que estuvieras tan solicitada. Tus admiradores demonios no estaban  invitados, se autoinvitaron. En serio disculpáme. Yo asumiré toda la culpa ante "Huesitos"... 

-¿Qué crees que diga? Rompirmos una ambulancia, atropellé varios rotulos y postes. Invadimos propiedad privada dejando un gran hoyo. Ja ja ja... ¡Al menos nuestras salidos son con estilo!

-Ni qué lo digas. ¡Sómos la bomba!- Ella también se ríe, dejandose caer hacia atrás...

 




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