Angeles y demonios

MI PETICION

 

Siempre he pensado que gabriel se ve hermoso y demasiado brillante con esos cabellos dorados.. pero su humor de perro rabioso mata todo lo demás. Es como si alguién lo mantuviera de mal humor o será su estado natural.

-¿Dónde estoy? ¿Quiénes son ellos?- Preguntó sin dirigirme a nadie en especial, se el motivo de su visitar y a donde quiere llevarme pero ni crea que va ser tan fácil.

Gabriel cambia de posición colocandose frente a mi cama. Le dice al angelito volador pequeñin que nos deje solo. Parece a penas un chico de 13 años. Me sonríe y se retira desapareciendose en gotitas de luz.¡Por mis chocolates más deliciosos!¿Cómo hacen eso? 

-Elea Lunn irás al limbo mientras esperas tu juicio. Estarías ahí si la Muerte no hubiera hecho su "truquito."

-¿Qué paso con la Muerte?- Me observa como si tuviera cuatro ojos en mi cara ó haber hecho una pregunta tabú.

-¿Acaso piensas que iba a estar contigo siempre?... Es el ángel de la Muerte... tiene muchas actividades que hacer... una persona como él no tiene amigos para andar jugando a tomar té. Además no necesitas amistades con él-

Valgame, en verdad lo odian, se nota la amargura de su voz cuando habla de él. Sé que no tiene tiempo para mí y menos para una amiga... no necesitaba aclararlo.

-Es la hora, ¡Vamonos!.- En este momento no tiene su armadura, sólo tiene una vestimenta blanca y sus alas estan recogidas.

-Espera ¿Ustedes me deben algo?- Le digo pensando que no me voy a ir sin aclarar ciertas cositas.

-¿Sigues con eso?- Yo me levanto y me siento muy liviana... entonces me dirijó con toda la seriedad posible.

-Tengo mis derechos. Soy un alma que va ser juzgada pero puedo pedir al departamento de la claridad que  aclare mis dudas de mi muerte y todo lo referente a ella..-

Cruzo los brazos y espero a que patalee pronto. A leguas se ve cómo esta aguantando las ganas de gritarme. Lo veo en sus ojos y sus labios estan fruncidos. Creo que no esperaba eso.

-¡Parece que alguien estuvo estudiando!- El arcángel Uriel aparece de la nada y tampoco tiene a la mano su espada ni escudo. Parece que mantienen una apariencia mas apacible cuando no matan demonios. Tiene una aureola muy brillante en su cabeza. ¿Todos hacen eso aquí?¿Aparecer y desaparecer en lucesitas?

-A ver dime ¿Quién es el encargado de ese departamento?...- Uriel esta esperando mi respuesta pero no tengo idea si está buscando algo.

-El arcángel Remiel...- digo. Estudie en aprenderme muy bien sus nombres, funciones y área de atención en el cielo. No quería venir ignorante. Aunque debe dedicarle más tiempo.

-Uriel, deja ya de perder el tiempo. Y tú niña impertinente, deberías agradecernos lo que hemos hecho por tí.

-Estoy agradecida dentro de lo que cabe. Pero tambien el cielo me debe a mí. ¿Cómo piensas compensar mis penas?- Gabriel aunque no alce la voz su timbre denota furia... Uriel solo escucha observando mis expresiones.

-Qué un demonio te haya perseguido no es nuestra culpa. Una vida tiene penas y alegrias debes aceptarlas como son.- Gabriel tiene razón pero olvida un detalle.

-Entonces sino me llevan al departamento de claridad llevame al departamento de quejas angélicales. Tengo una que otras que hacer.

-¿Qué dijiste?¿Acaso tu...?- Uriel sonríe y calla a Gabriel.

-¿Cuál será tu queja alma?-  Yo calculo mis palabras para señalar pero no afirmar mi idea.

-Acaso creen que voy a decirles de qué o quién me voy a quejar.- Gabriel abre los ojos descomunalmente. Siento que de un momento a otro me cortará mi cabeza. pero yo continuo...

-"El cielo es un lugar de amor y benevolencia. Sus encargados son el reflejo vivo de Dios, por eso hasta ustedes tienen su vigilante. Yo sólo quiero que me aclaren mi muerte tranquilamente y después me voy al limbo a esperar mi juicio sin objeciones. Es muy poco lo que pido por todo mi sufrimiento después de morir... ¿Cierto?

-Es verdad lo que dices, tranquila te responderé tus dudas, es lo menos que podemos hacer..-Responde Uriel

- Uriel, debo llevarmela... esto atrasará mi itinerario...- Cruza los brazos como un niño molesto porque le quitaron sus dulces o su diversión y creo que yo soy una en este momento.

-Disculpe arcángel Uriel, pero soy alguien que le gusta que le aclaren hasta el último detalle.- Uriel le da una palmada a Gabriel en su espalda y se acerca a mí.

-Así parece. Me agrada que estudiaras el manual,  eres buena reteniendo información. Hay un arcángel en especial que le gustaría conocerte.- Entonces en sus ojos hay un brillo raro.

-¡Ni se te ocurra llevarla con él!.  -Aclara sus preguntas y ya.  Mientras me iré a hacer mis otras tareas ¡Me avisas!- Desaparece con todos sus soldaditos dejandome con A. Uriel.

-Sabía que diría eso.- Sonrié y se acerca a mí. Me toma de mi mano y me lleva por los pasillos de este lugar en total silencio, yo emocionada de admirar tanta belleza. Las paredes tienen murales preciosos con decoraciones vegetales y florales. Todo dorado. Muy diferente al infierno. 

Llegamos a una entrada de casi 20 metros de algo y la brisa mueve mi cabello, mis ojos ven un enorme jardin y un cielo tan amplio e infinito...

-¿Te gusta?- Yo no sé que decir.

-Es... tan.. abrumador... es un paisaje demasiado abrumador para un alma..- Le digo emocionada del lugar.

-Sí, para nosotros este es nuestro hogar. Desde los inicios hemos estado en este hermoso cielo que fue dado por nuestro Señor. Brindandonos el amor y la tranquilidad para realizar nuestras arduas tareas. Todo tiene un motivo, una razón. Nuestra lucha con el mal siempre está al día, la fé de las personas es tan frágil en el mundo...




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