Angeles y demonios

¿ AL FINAL DEL CAMINO?

Después del susto del desierto y admitó que sentí que mi alma iba dar el último adios ... me han sucedido cosas interesante e inesperadas. La pregunta principal en mi mente ahora es ¿Cuándo carajos piensas venir por mí?¿Acaso todavía no paso ya suficiente tiempo? ¿Cumplirá la muerte su promesa de cuidar a mi abuela? Al paso que estoy creo que no podré estar en mi propio juicio, debido a ciertos contratiempos...

-Mi hermosa compañera ¡Qué te gustaría ver!-

Estoy amarrada a un palo, como un puerco antes de ser asado en la hoguera. Mi cara muestra una sonrisa sin ganas y guardando silencio. Observo a la multitud bailando frente a muchas hogueras en un cielo totalmente rojo.

-¡Estan emocionados de tu llegada!-

¡Compañera mi trasero! ¿Cómo diablos apareció de nuevo?¿Por qué estoy aquí con él? ¡Muerte tonta! ¡arcángeles inútiles! Será que hicieron su juicio y no me avisaron. ¿Este es mi castigo? Ya no sé que pensar.

-No te preocupes este sólo es el comienzo, ¡Tendremos una gran fiesta para nuestra unión!-

Tendremos me suena a multitud. Yo por supuesto no estoy en esa idea y felicidad que iradian todos estos demonios. Además como se le ocurre pensar que uno disfruta algo cuando esta amarrado de manos y pies.

Entre más escuchó sus divagaciones sin sentido, estoy temiendo que cuando me busquen ya no me van a encuentrar. Esto se verá tan mal para mi juicio, me dejan en el Limbo y yo hermosamente me doy una vueltita obligada por el demonio aquí presente. Visitó el infierno por segunda vez....

Aquel día cuando fue mi último día como tigre... una enorme serpiente apareció y cuando creí que sería su cena... sólo me aventó y se fué arrastrandose por otro camino....  Era una colosal serpiente blanca. ¡Qué bueno que los tigres no eran su menú! o quizás, ya había comido.  Sin embargo ahora considero haber sido mejor comida por ella y no estaría aquí.

Ese día pensé, la suerte estuvo de mi lado. Sin imaginarme que iba venir a darme en la torre. No recuerdo cuanto camine, pero la noche se fue y apareció el sol.... después de mucho tiempo llegué a las montañas. Extrañamente tenía miles de gradas en diferentes direcciones.

No sabía cuál era el adecuado, así que solo decidí ir a la izquierda y estuve contando de 100 en 100 después perdí la cuenta. Más de 4,000 gradas en mi conteo y preferí mejor disfrutar del hermoso cielo antes que mi cerebro hiciera cortocircuito. Pase las siete montañas pero una tormenta me atrapo en la última montaña. 

Cuando me deslice debido al viento me detuve para resguardarme en una pequeña abertura de las rocas y fue la primera vez que mi alma sintió cansancio. Quizás esa era una señal que me decía ya no avances y te meteras en problemas.

Yo como macha alfa, pelo plateado dije no... debo terminar el camino. Cuando paso la lluvia baje la montaña, la última de todas. Me sentí tan cansanda que me sente en una roca y sin darme cuenta  me dormí... ¡No debí dormirme! 

Cuando desperté ya tenía manos normales. Mi felicidad inicial al ver un cuerpo humano fue maravillosa hasta que paso a desesperación al descubrir que ya no estaba en las montañas.

Desperté en un pántano oscuro, sentada en un nido de zacate seco. Verifique que había a mi alrededor pero todo estaba nublado y olía a quemado. Pensé ¿Estoy soñando?¿Es una pesadilla?

El miedo entro hasta mis huesos, salí del nido y me hundí en el lodo intentando dar pasos y salir de ahí. Al cabo de un buen tiempo empezaron a dolerme mis pies, el lodo hacía que el caminar fuera un gran esfuerzo, tomaba mis recesos pero escuchaba el sonido lejano de voces murmurando. No estaba sola, pero no quería averiguar quién estaba detrás de mis pasos.

Cada paso que daba me sentía asechada. Mis nervios se pusieron a mil... llegó el momento cuando mis pies sintieron miles de pequeñas patitas... Grité y corrí alejandomé del lugar buscando un árbol seco o una rama. ¿Estaban jugando conmigo? ¿Querían que tuviera miedo al extremo?¿Qué podía hacer?

No encontraba nada y todo ya estaba oscuro, ni luz de luna ni nada... Un cielo semi naranja pero no daba luz. Horrible, mi alma se sentía desesperada. Compartándome como una loca empecé a monologar idioteces para dejar ir mi miedo... 

-¡Lo que sea que seas, ¡Aléjate! aunque te tenga miedo no creas que te la daré fácil! ¡Muéstrate!- 

El silencio me contesto por unos momentos, mis ojos buscaban el movimiento de algo. Entonces las sombras aparecierón, las veía moverse y no sabía que sucedia aquí. La muerte mencionó que a veces uno tiene sus propios demonios. Si estos son mis demonios debo poder manejarlos. 

-Soy Elea, ...soy Elea y ¿Quién eres tú? ¿Qué quieres? ¡Ven y enseña tu rostro!-

Lentamente las sombras que estaban alrededor se fueron posando frente a mí y se formó una gran figura con enormes ojos color rojo fuego...

-¡Miércoles y Jueves! ¿Estoy soñando? ¿Eres mi demonio interior?- Mi cuerpo empezó a temblar preocupada de estar sola frente a mi misma. Mi demonio si es aterrador. ¡Inocente! ¡Tan tonto! Debí haber corrido lo más rápido posible.

-¡המלכה שלי!- 

-Si me vas asustar o hablar al menos hazlo en español porque así no te entiendo ni la A..-




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