Angeles y demonios

SOBRIVIVIENTES

 

...........En algún lugar de una antigua iglesia

-¡Arañas y arañas! ¡Las odio! ¡Son repulsivas!-

Las arañas si pueden sacarme de mis casillas. Sacudó y traje sonrió al ver que ya logre cambiarme a uno de color negro con líneas rojas y me siento mas yo. Es mi estilo y el estúpido General Joshua le daría ataque por mi vestimenta.

Mi puro se esta acabando debo comprarme otra caja. Lo bueno de andar fuera es que puedo andar a mi aire... Los registros según la gúia de Josua está muy completa. Gracias a ellos he podido recolectar de manera más rápida la información.

-¡Alguién estuvo antes! ¡Mierda! Parece que sí hay un desconocido que nos lleva la delantera.-

El libro de registros tiene páginas arrancadas. El engendro fue inteligente al no querer dejar información, sin embargo debio mejor quemarlo completo. ¿Será tan loco que quiere jactarse de su fechoría? ¿Dónde más podría encontrarlo si no está aquí? 

-¡Hola! ¿Eres el encargado del lugar?-

Una hermosa chica de cabello rojo me sonríe a mi forma humana, es imposible que no lo haga ya que soy parte incubo. Soy un tipo de demonio sexual que necesito energía de los seres humanos. No siempre de ellos pero si debes en cuando, me es necesario.  Por lo mismo emanó vibras que llaman la atención de un hombre ó una mujer.

-¿En qué puedo ayudarte?- Yo le sonrió correspondiendo su coquetería. Menos mal que es una devota de está iglesia. 

-Bueno, fijate que estoy en una investigación ¿Eres el encargo necesito tu ayuda?- Lástima que deba irme, sería una gran oportunidad.

-Lo siento pequeña, deberás regresar otro día- Ella me mira interrogante y yo desaparezco dejándola con una gran impresión en su mente. Ja ja ja.

Algunos demonios tenermos habilidades de movernos de un lugar a otro en segundos. Si no fuera por eso no podría avanzar en esta busqueda. Los datos de Josua están correctos, Samuel Alexander Samur Green, era hijo único de Gloria Samur Green. Su verdadero padre fue un comerciante que vino de Palestina, sin embargo Alexander Samur fue un mujeriego todo su vida y así es complicado buscas sus vastagos. 

Díría que esto es una misión imposible, según la lista de muertes familiares parecían seguir un patrón. Primogénitos, no hijos segundos ni terceros. En ese momento así fue... pero parece que esto ha cambiado un poco.

Entro en un amorgue de un hospital y empiezo a buscar en los diferentes estantes. La etiqueta con el apellido Samur... ¡Bingo! Abro la puerta para jalar el latón del cuerpo. Lo destapo y revisó su cuerpo. Igual que los otros 10 cuerpos. 

-¡La muerte no estará feliz con esto! ¡El infeliz ha estado ocupado estos días!-

Busco su carpeta en el archivadero y según su diagnostico sufrió un ataque al corazón masivo. Sin embargo eras un chico de apenas 35 años y maestro de física... Lista de familiares y parece que una tía...

-¡Disculpa que tenga que meter mi mano dentro de tí!-

Abro su cuerpo y ahí está, en el interior de su piel, tiene pequeñas quemaduras y venas negras. Significa que fue torturado, no tiene nada de normal su muerte ante los ojos de un demonio. 

-¿No sabía que te daban los muertos?, pero que se puede esperar de un demonio- Una voz resuena en la habitación la cuál conozco muy bien.

-¿Te conozco?-Un ángel de toga totalmente blanca entra en la habitación, pensé que nunca lo vería otra vez.

-¿Crees que tu nueva forma me engaña?¿Dónde has estado?¿Pensé que estabas muerto?-

-¡Yo! ¡Muerto! Ja ja ja, creo que te confundes "alitas" nunca te he visto...- El ángel con sus ojos dorado oscuro da otros pasos acercándose a mí.

-¡En serio! "Peste".- El ángel desaparece y aparece detrás de mi dandome un golpe inesperado. Dejo que piense que me ha lastimado cayendo al piso y espero a ver que más quiere hacer.

-¡Entonces es mi oportunidad perfecta para regresarte al infierno y no digas nada!- Saca una espada de luz y parece ir con todo sobre mí.

-¡Ja ja ja! ¿Es broma?¿Me has buscado por qué piensas que te voy a delatar?- Mi estómago duele de tanto reirme a carcajadas. En cambio él pone una cara de limón e intenta golpear con su espada.

-¡Callate! ¡Estúpido! No quiero saber nada de ustedes dos... ¡Me obligó a trabajar en contra de...!- En ángel aún intenta darme una estocada a mi cabeza.

-¡Wow! ¡Cuidado eso es filoso! -No enciendas las antorchas alitas, también estoy feliz de ya no tener que trabajar para él. Tu secreto esta seguro conmigo. No he hablado de tí, nisiquiera sé si algún día te vi.- Digo empujandolo lejos de mí.

-¿Por qué lo harías?¿Me pedirás algo a cambio?-El ángel regresa a gran velocidad con su espada y yo desaparezco apareciendo sobre la mesa sentado tranquilamente. Mientras su espada rayo los contenedores del amorgue.

-Si quieres pensarlo de esa manera...está bien. Yo realmente gozo mucho poniendo tu humor a cien. ¡Un puro!-

Saco un puro de mi saco y me tomo un momento para encenderlo. La verdad cuando  conocí a este ángel, me cayó como una piedra en el hígado. Después de un rato me agradó sus diferentes expresiones cuando está enojado o de mal humor.




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