¿ENCARGADO?

-¡Ether!- La voz detrás de mí cambia mi humor super rápido-..

-Mi general ¿Qué tal su día?¿Extrañaste mi adorable presencia?..-

Josua se acerca revisando al humano e ingorandome totalmente, no es que quiera su atención tampoco. Tiene un gusto muy raro en la ropa. Se vería muy atractivo si usara ropa más formal y no como esa ridícula corbata de peces payaso. ¿Por qué estoy pensando eso?

-¿Qué paso?-Me observa poniendo su cara de perro rabioso y acomada sus lentes.

Después en un chasquido de sus dedos aparece un traje negro con rayas rojas, en mi cuerpo. Es muy parecido al que tenía y estoy totalmente limpio. Le sonrío feliz que no me haya puesto el traje negro.

-¡Gracias! Parece que ya estas aprendiendote mis gustos. ¡Qué detalle! Esto significa que nuestra relación se esta haciendo mas cercana.- Le comentó sabiendo que sus ojos hechan rayos.

-Puedes dejar de lado tus payasadas, tenemos muchos problemas que atender y no tengo tiempo para tí-

-¿Acabas de oir algo? ¡Ese era mi pobre corazón demoníaco partiendose en dos!- Yo quiero reirme por su cara desesperada pero me aguanto, los demonios rara vez tenemos sentimientos.

-¡¡Ether!!-

Gritá y veo como su aura negra parece tener pequeños tentáculos llegando a mis pies. Salto hacia atrás alejandome de él.

-¡Tomalo con calma!, él es un sobreviviente... de... 14 cuerpo sin vida. De tu larga lista y buscando pistas, lo encuentre en último momento. Además fue atacado por unas viudas infernales. Me lo traje como me solicitaron. Fue un gusto verte pero debo irme, porque el enemigo está actuando desesperado. Ha matado a diestra y siniestra...

-Espera...- Josua me detiene jalándome de mi corbata roja y sentándome cerca del escritorio, sin pedirme permiso. De seguro quiero todos los detalles y yo estoy intentándo no mencionar el encuentro con el ángel.

-¿Qué pasa?-

Aún no ha soltado mis hombros y la puerta es abierta por dos demonios. Cada uno toma una parte del humano y lo sacan de la habitación.

-¡Debes quedarte aquí, cuidando este lugar!- Me afirma.

Cuatro demonios entran con columnas de carpetas en sus manos y las colocan en el escritorio. Veo varios sellos de color negro. Josua se sienta junto a mí, empezando a tomar la primera carpeta.

-¿Qué estamos haciendo? ¿Alguna nueva estrategia para torturarme?¿Quieres mi hermosa presencia para acompañarte?- Entonces veo que coloca una carpeta frente a mí y la abre.

-¡Abre bien tus orejas porque sólo te lo diré una vez.! ¡Eres muy inteligente y aprendes rápido! Necesito que sepas el manejo de todo en un día, después te quedarás encargado mientras me reuno con nuestro maestro.-

Estoy atónico de lo que dijo ¿Me acaba de hacer un halágo? Aunque en la forma que lo dijo se nota el desagrado total que le causa esa afirmación. Segundo ¿Ser encargado?¿Encargado de qué? Se va ir con el maestro ¿Qué sucedió en el tiempo que me fui?

-¡Alto ahí! ¿Qué exactamente debo aprender?-

Sus dedos señalan todas las carpetas del escritorio, me sorpendo al ver que se han quedado dos demonios en el sofá.

-Ves a esos demonios, son Tommy y Mica. Ellos te guiarán si tienes una duda cuando estes solo. 

Un demonio de pelo rosa me saluda, mientras el de pelo negro pone cara de ogro y tienen otras carpetas a su lado.

-¿No me estas explicando nada viejo demonio?¿Acaso tengo cara de oficinista?-

El levanta su mirada y sus ojos cambian de color verde musgo, hasta ahora veo que su tonalidad no es muy común, parece cansado y tiene ojeras.

-En resumen pequeño demonio... el juicio fue celebrado en circustancias nada normales porque el alma de Elea no estaba en el Limbo. -Nuestro maestro es el encargado de buscarla en el infierno. El tiempo es apremiante como comprenderás y yo como su mano derecha debo estar con mi maestro.

.-¿A los ángeles se les escapó el alma? Hubiera querido ver eso, pero el infierno es...-

Inmenso ¿Cómo diablos piensan encontrar un alma ahí? La muerte otra vez en el infierno, pero si lo reconocen. La mayoría de demonios querá hacerlo taquitos de muerte... Ningún alma ha sobrevivido en ese lugar. Josua continua hablando.

-No creemos que se escapará, mas bien la sacaron de ahí, por tanto alguién debe estar encargado de este lugar. Mi maestro te considerá apto de este puesto. Además es bueno que alguien más vaya formándose como ayudante de mi amo.

-¿Yo? Hablas como si fueras a retirarte pronto...- Josua no dice nada y comienza a explicarme lo que debo hacer con estas carpetas y la documentación del cielo. En parte es cierto los demonios tenemos habilidades y entre las mías esta tener una mente casi fotográfica...

-¿Estas de acuerdo con esto?¿No tienen miedo a que haga un caos?¿Soy un asesino demonio?-

Ante mi pregunta, Josua después de una hora de su formación titánica en el manejo de este lugar, da una pausa y toma un café que nos trajieron hace poco. Yo aún me siento fuera del agua con esta idea.