Angeles y demonios

LA TIERRA DEL OLVIDO

-Lo comprendí, es tu manera de querer asesinarme...¿Cierto?. Sólo les dirás.."¡Ups! ¡Se cayó!" -

En serio no soy amiga de las alturas, tal vez no muera por que me coman, sino de un ataque de nervios.

-No sé que tienes en esa cabeza...  ¡Sólo no te sueltes!-

Se tirá del balcón rápidamente y cierro mis ojos. No escucho nada y decidó abrir un ojo. En su espalda tiene unas alas de murciélago. Las mueve un poco y después planea, deslizandonos por el cielo y yo no puedo dejar de apretar su cuello... Aunque me asusta su figura demoníaca prefiero eso a soltarme y convertirme en un huevo estrellado, las alturas no son mi fuerte.

-¡Tienes alas! ¡Maldito! ¡Me asustaste a propósito!- Sin embargo no quiero ver abajo así que lo evito.

-¡Elea deja de tener miedo! ¡Mira a tu alrededor! ¿Qué ves?-

Todo es rojo y naranja observó como dejamos el castillo y reconozco ese camino. Es la plaza dónde aparecí cuando llegue, se ven muchas casitas raras. 

-¿Ves esa montaña?-Me grita y yo asiento sin decir nada.

-Es una de las comunidades cerca del castillo. Dentro viven y se protegen de las bestias infernales-¿Bestias?¿Qué bestias? De qué me sorprendo, estamos en el infierno...

Observa! Allá es el abismo del fin... uno de ellos. Es utilizado para morir definitivamente...-

Yo sólo veo un gran río de lava que desciende en el abismo. Es una gran altura antes de caer al fuego... No puedo imaginarme el valor que se debe tomar para dejarse caer. Pensé que las únicos que sufrirían eran las almas que se han ganado este lugar.

-Estuve pensando y tienes razón. Te contaré la historia de cómo te conocí y de todo lo demás.- Me comenta muy serio.

-¿Lo harás?¡Aleluya! ¡Mis ruegos fueron escuchados! ¡Ya era hora!- Sólo que me gustaría estar en el suelo no en el aire.

- Es una de las razones que estemos afuera, no queria que nadie nos molestara ó escuchara.- Me intrigan sus palabras.

-Ahora me estas preocupando...-

-Deberías... porque mi querida alma invencible, el verdadero enemigo aún está fuera, buscando su mejor oportunidad. Yo soy un mounstro temible pero él es una bestia..- Su rostro se convierte en piedra

-Me dejas más perdida, si tú eres el que estuvo detrás de mí antes... hiciste todo un gran bochinche y ahora me dices que no eres el malo.- En que estoy metida entonces.

-No estoy diciendo que no soy malo, soy un demonio que mato a diestra y siniestra. Qué puedo torturar, decapitar, ser lo peor de lo peor. Dicen que para llegar al fin deseado a veces no importan los medios... bueno eso es lo que yo hago por tu alma. ¡Porque tu alma es más importante que todos en este lugar y fuera de él.

-No me enredes más, empecemos por lo primero ¿Cómo nos conocimos?-

Llegamos a unas grandes crestas y hay un gran arból seco. Es enorme... Desciende a un lado de él y me libera. Yo me alejo dejando un espacio entre nosotros. No soy tan tonta de alejarme mucho en un lugar así. "Mejor demonio conocido que animal por conocer"

-Aquí viniste una vez... cuando eras una niña... yo te traje para comerte.-¿Ah? ¿Cómo vine? Bueno, sin pelos en la lengua así es mejor.

-Te escucho entonces...- Me siento en una de las rocas, hace mucho calor aquí, pero es soportable... 

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EN EL INFIERNO

Recuerdo tan bien está oficina, a pesar de los cientos de años, no ha querido cambiar nada... El olor a los habanos cubanos ronda el ambiente. Lo encontramos sentado con una linda súcubo de grandes proporciones, obvio del rey demonio y sus actividades extracurriculares. Mi padre nos observa y decide hablar.

-¡Pero miren que nos trajo la marea de lava! ¡Qué honor! ¡Mi antiguo Comandante Supremo regresa al redil, después de que huyó a la tierra dejando su trabajo en el infierno...!- Su cara parece todo lo contrario al verlo

-¡Sé nota tu felicidad, señor Rey demonio! ¿Cómo está la familia?¿Sigues incrementando la dinastía demoníaca? ¡Al menos  vas mejorando tus gustos ya no sigues a cada cosa que se mueve por ahí!- Le digo.

Francamente cuando tengo que estar en presencia de mi padre prefiero tirarme a un abismo primero. Josua presiona mi brazo intentándo que deje de escupir mis malos pensamientos.

-¡En primera estoy en mi casa! ¡Puedo hacer lo que quiera! ¿Deberías ir a terapia para arreglar tus traumas infantiles? No puedo cambiar el hecho que seas un demonio y que el infierno haya sido tu hogar...-

¡Reverendo energumeno!- Venimos al lugar equivocado del infierno. Creo que es mejor que nos vayamos Josua.- Este me detiene.

-¡Josua! ¿Qué clase de nombre es ese? ¿La gran peste Negra deja que le llamen así? Ja ja ja.- La súcubo también se rié con él. Grandioso. No estuviera aquí si Josua no me hubiera convencido, sabía que era un garrafal error, además que no dará nada gratis.




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