Suspiro, hemos buscado en los diferenes calabozos de tortura hasta que llegamos a la gran caverna. Al ser sellado un demonio, estos van a diferenes reinos a cumplir su castigo y después quedar a manos de su rey... él decide sí los suelta para trabajar o vivir encerrado.
Lúcifer le dejo este trabajo a Leviatán ya que se comió muchas almas en la tierra. Debía sufrir por varias decádas antes de ser liberado. Entramos en la cueva húmeda y podemos ver unas cadenas enormes envolviendo al demonio. Tiene los ojos cerrados sin embargo un fuego devorador aparece quemando desde sus pies hasta su cabeza por unos minutos y el demonio grita desesperado intentando safarse.
Los otros pequeños demonios sirvientes, le ensartan largas estacas en el cuerpo para que no se suelte. Las paredes tiemblan por su fuerza brutal y después de ver como su cuerpo se quema. Lo dejan para que en unas horas regrese a su estado original y volver a comenzar el proceso. El lugar huele a carne podrida.
Mi padre se acerca y le da una patada en la pierna dónde se ve la carne al roja vivo. El demonio grita de dolor y abre sus ojos. Buscando su castigador.
-¿Puedes hablar? Necesitamos que estes despierto.¿Nos escuchas?- Después de unos segundos escuchamos su voz...
-¡Te conozco! ¡Tú te llevaste mi comida! ¡Maldito engendrooooo!- Es bueno que todavía su cabeza funcione y me reconozca. Es un buen principio.
-¡Sí! Tu sabes algo que quiero saber- Sonrío
Entonces me transformo en una serpiente de humo negro con una gran cabeza calaveríca y miles de patitas de esqueleto, me enredo alrededor de él. Como una boa atrapando su presa, empiezo apretar su cuerpo ensartando mis patas en su piel llegando hasta sus huesos y murmurando directamente en su mente.
-Dime pequeño devorador... ¿Te gusta estar aquí pudriendote y gritando de dolor?-
Sé que le asusta escuchar mi voz dentro de su cabeza.
-¡Mal nacido! Todos ustedes y esos arcángeles. ¡Idiotas! Ja ja ja-
El demonio parece un poco cansando, estoy entreniendolo para que no sé de cuenta como estoy indagando en cada pedazo de su mente.
-¿Sabías que otro se llevo tu alma y se la va comer?¿Quién más sabía del alma?-
Una de mis habilidades más desarrollada es el manejo de la mente, puedo destruir su mente en un clic, puede revisar todos sus recuerdos, introducir y borrar lo que yo quiera. Puedo manipularlo fácilmente. Hoy debo ser cuidadoso, no dañarlo aún. Los demonios somos muy recelosos de esta intromisión y yo necesito la información.
-¿Mi rica alma?¿Qué?¡No! ¡Noooo!.¡Es míaaaa!-
Su mente trabaja más rápido mostrando diferentes imágenes dónde está bebiendo con sus compañeros. Ahí está sentado con otros devoradores... veamos quien habla con él ¡Te encontre! Hay un rastro de intromisión anterior. El otro devorador es habilidodoso le doy puntos por eso.
-¡Así es, tu hermano te traicionó, te uso para robartela! ¡Pobre demonio! ¡Te vieron la cara y te usaron!- Le aguijoneo.
-Noooo, mentira...- El odio se apodera de su corazón y se retuerce pero yo lo presiono más...
-Es verdad, te la robo primero a tí, después a los arcángeles... Ahora debe estar disfrutano del premio. Pero aún puedes evitarlo ¡Dónde podrías encontrarlo, si lo buscarás!- Su mente me muestra diferentes lugares interesantes del infierno.
-¿Los desiertos de la desolación?¿Las planicies de la nada?¿Qué lugar?- Pongo imagenes en su mente viendo a su hermano comiendose el alma de Elea y a él intentando alcanzarlo..
-¡Nooooo! ¡No dejes que la coma! ¡Es míaaaa! - Realmente los devoradores no les gusta compartir.
-¿Dónde demonio?- Presiono más su mente hasta que grita.
-La tierra olvidada, hace tiempo que solo vive ahí... ¡Mátalo! ¡Dejáme ir!¡Quiero mi alma!... Grita y le doy un golpe mental haciendo un cortocircuito y cae dormido.
-Lo lamento grandulón pero esa alma no tiene dueño...- Murmuro
-¿Le freíste la cabeza?¿A Leviatán no le va gustar que hayas arruinado su juguete?- Dice el rey demonio.
-No, solo lo dormí.-
Regreso a mi forma humana y mi padre lo sigue puyando ensartandole puas a ver si despierta. Francamente parece gozar de hacer eso. No se dejen engañar por sus actitudes infantiles, cuando está en su forma seria a nadie le gusta estar en su camino.
-Era tan entretenido cuando jugabas a triturar mentes y les hacías alucinar perdiendo la razón... ¡Qué días aquellos..! Pero te tardaste demasiado, estás perdiendo el toque... ¿La tierra te está oxidando?
¡Dame paciencia! ¡Elea sí, logro sacarte de aquí, te pasaré una factura muy cara! Cuando aparecemos en la sala, observo a Leviatán con un montón de calaveras que me recuerda a las de la pared y Josua tomando una copa de vino. Entonces todo en la mesa desaparece en niebla y mejor ignoro lo que ví.
En el tiempo que estuve en el infierno, pase por los 7 reinos demoníacos como pelota de pin pong, cuando ya tome forma me mandarón a trabajar en los circulos hasta que el rey me mando a sus raras misiones en la tierra. Entonces hoy tengo una duda respecto al infierno.
-¿Qué hay en los dos reinos olvidados?- Todos me miran seriamente.
¿Recuerdan los otros dos reinos olvidados? Uno de ellos lo recorrí de joven y era demasiado extenso. Ahí es donde encontré a Gertrudis una de mis mascotas favoritas y unos demonios muy lúnaticos que tuve que matar. Nunca pude volver a pisarlo. Pero no recuerdo el otro reino.
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Editado: 05.12.2021