Angeles y demonios

LAS HERMANAS

ELEA

Hay pesadez en mi cuerpo, no estoy segura si estoy despierta o durmiendo... Hay tanto silencio que me abruma, después de estar luchando contra todos esos demonios. ¿Dónde estoy? ¿Slaanes? ¿Az? ¿Me abandonaron? ¿Morí? ¡Estoy muerta!  ¡Ya estoy muerte Elea razona eso!  Entonces ¿Mi alma murió?

Mi pobre mente se asusta tanto de la posiblidad que abro mis ojos de golpe sin pensar nada más que estar despierta y la luz me ciega por unos segundos. Después me adapto y observo el hermoso paisaje que conozco muy bien. Slannes me trajo aquí cuando me conto toda la verdad de mi vida. Allá está su castillo... 

-¡Siempre me gusto esta vista desde la primera vez que la ví! ¡Hermoso de mil maneras!-

Mis ojos buscan de donde proviene la voz y observa que en el árbol viejo hay una niña sentada en sus ramas secas con un vestido rosa pálido. 

Ella sigue mirando el paisaje demoníaco que tenemos frente a nosotras. A su manera cuando lo ves desde aquí, es verdad. Es hermoso a su manera, totalmente diferente a lo que imaginarías del infierno.

-¿Cómo te sientes?- La niña de 12 años abandonó el árbol en segundos y ahora está a mi lado. Sus ojos me miran fijamente hasta que levanta su mano tocando mi mejilla. Es tan cálida y suave, me acaricia mi rostro.

-¡Eres identica a mamá! ¡Claro que tú sí creciste! ¡Me imagino que somos idénticas a ella! ¡Era tan asombrosa! Lo puedo ver en tus ojos, esa maravillosa fuerza que siempre tuvo hasta el último instante...-

Yo me quedo sin palabras, ahora recuerdo ese rostro. Está en la foto que me enseño Slaanes.. Ella es... Mi cuerpo se contrae y mis lágrimas se derraman antes que me de cuenta que estan saliendo a mares.

-¡Lea! ¿Eres... mi... her ..mana?- Apenas me sale la voz del nudo que se ha hecho en mi garganta.

Nunca soñe tener una familia, además de mi abuela, pero mi corazón se apretuja al verla y observar que esta pequeña niña existió en mis primeros años de vida y me cuido con todo su amor... hasta que fue asesinada por mi culpa...

No me has respondido!. Tu alma estaba demasiado débil. ¡Debes cuidarte mejor! ¿Qué diablos estaba haciendo mi esposo que te deja llegar a ese estado? ¡Debería de darle un pequeño escarmiento!- 

Su rostro cambia drásticamente a uno muy serio, divagando miles de ideas en su mente Yo apenas y puedo seguirle el paso.

-¡No! ¡Esta luchando con Az para salir del infierno!  -Me ha cuidado lo mejor posible para ser un demonio.- Le digo limpiando mis lágrimas.

-¿En serio? Bien... ¿Quién es Az?- Su mirada se vuelve seria y espectante.

-Es un amigo que está metido en problemas por mi culpa.- Le respondo, no sabiendo como describir nuestro problema en el infierno. Salvar un reino no ha sido fácil y sobre todo es muy mortal.

-¿Lo obligaste a que estuviera en tu lío o él sólo se metió?- Ella sigue interrogando

-Bueno, él creo que lo hizo sin que le diera muchas explicaciones, creyó en mis palabras...- Comento dudando como sucedio toda tan rápido. Una cosa llevo a la otra.

-Bien... ¿Aún Slaanes tiene los perros infernales en casa?- ¿Qué clase de pregunta es esa? No le veo porque eso es importante.

-Sí, tenemos una jauría entera.- Le afirmo y ella sonríe con satisfacción ante mi respuesta.

-¡Excelente! ¿Mi esposo se comporta decentemente?-

-Si te refieres a que le lavaste la cabeza y vive babeando esa enorme  foto tuya en el castillo. Donde todos saben que eres su única reina a quien devociona su corazón demoníaco a cada segundo. ¡Sí! Se comporta como un idiota enamorado y lo canaliza hacia mí! Me ha dado todo eso que tu soñaste para que yo sea su reina y todos crean que esta comprometido hasta la médula... con ese amor... Osea tú...

Ella me observa y levanta su ceja derecha como analizandome. Da una vuelta entera revisando mi figura y después sonríe.

-¡Me alegra que entendiera la idea que no puede tener a nadie más que a mi! ¡No tengo que te utilice suplantando mi puesto! 

-¿Bromeas?- Le respondo

-¡Si tú eres yo en la vida, puedo estar tranquila!. -No dejaría que otra persona, demonio o cosa, estuviera cerca de él sin rebanarle la cabeza. Tu tiene todo el derecho de proteger mis bienes-

-¿Rebanarle la cabeza? ¿Qué eres feme exterminator? ¿Hablamos de un demonio no una cosa?- Me sorprendo de mi hermana y su manera de pensar. Creo que se llevaría bien con el pecado de la pereza.

-¡Recuerda que ninguna demonia deberá estar cerca de él nunca de los jamases!. ¡Usa venenos, cuchillos, lo que sea! ¡Hasta puede quitarle sus joyas! ¿Entendiste?- 

Ella esta desquiciada. De donde le sale tantas ideas locas, es una suerte que no haya crecido con ella.

-¡Dios! ¡Pobre demonio y sus joyas! ¡Tu nivel de posesividad es absoluta! ¡Mi hermana es una tóxica desquiciada! -No quiero volver a tener estos temas contigo ni con él. ¡Santos Frijoles! ¡Ese demonio tendrá pesadillas sobre ti quitandole su hombría!- ¡No voy a mencionarle ese detalle de sus joyas! ¡Olvídalo!




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