Angeles y demonios

NO HAY VUELTA ATRAS

EN EL INFIERNO

-¡Por la santa macarena! ¡Por favor dime que me fume una pipa vencida y estoy alucinando!- Dice Lúcifer al encontrar en su oficina de su palacio a un hombre muy particular.

El hombre disfrazado de color blanco con unos pantalones de campana  y grandes lentes de corazón rosado. Sentado sobre su escritorio y esta chupando una paleta de corazón

-¡Siempre tan feliz de verte también mi amigo!- Le responde sonriendo y mostrando una hilera de hermosos dientes. La paleta desaparece de repente y cruza sus piernas. Llleva unos extraños zapatos blancos.

-¿Qué diablos haces metido en mi oficina? ¿Tus soldaditos alados saben que te escapas de su gran cuartel en el cielo?-

A Lúcifer nunca le han gustado las visitas sin anunciarse, pero si él está aquí tendrá un motivo mayor piensa.

-¡Ya quisieran!- ¡Ja ja ja! -¡No es mi culpa que no puedan distinguir un maniquí de esta preciosura!-

Le responde y le mira sus piernas. Lúcifer parece ignorarlo y no sabe si lo va a quemar o ahorcar. Sabe que lo diga en este momento no será de su agrado.

-¡Veo que en tu juego de la sepultura saliste de maravilla! -¡Se dieron cuenta que apenas puedes caminar!- El hombre le sonríe socaronamente disfrutándo de sus penas.

-¡Esos malditos! Usaron un veneno demasiado potente. Apenas y siento el trasero, ni que digamos de mis bolas... Pero no iba dejar que vieran que tan fuertes son....

-¿Orgullo? Ja ja ja ja. ¿Qué tal si te doy una mano?- Dice el hombre moviendo sus manos de un lado a otro.

-Mantente alejado de mí  y ¡Bajáte de mi escritorio!-

Lúcifer ha regresado a su forma humana de Danny de Vito con su voz malhumorada, arrastra sus pies apenas llegando a su asiento y suspirando pesadamente. 

-¡Francamente te ves como cuando iniciamos todo! Sin energía y apenas sosteniendos entre los dos...- Murmura y lo mira seriamente. 

-¿Qué quieres Solecito?- Le pregunta sin rastro de alegría.

-¡Esos chicos! Saben que los utilizaste como sello y guardian... - Le consulta y baja de la mesa para ver desde la ventana el infierno.

-Uno puede que tenga la idea... de su labor... No es tonto.-

Lúcifer saca un puro de su gaveta y lo enciende con su dedo pero este es arrebatado y el hombre de pantalones blancos lo fuma sin miramientos. Le toca buscar otro y encenderlo para tomar una buena bocanada de humo...

-Nunca has delegado nada en tu vida... ¿Quién será el guardían? ¿Quién será el sello?-

-Y tú encontraste la fuga... ¡Ni tú ni yo somos jovenes Hope! -Tomo precauciones si todo se va a la chingada...-

Lo sé, amigo!. No te gustará saber que la madre de tu hijo está involucrada...- Comenta

Lúcifer alza su vista esperando que agregue más pero los ojos del hombre de pantalones acampanados no tienen duda ni broma. Cada palabra que ha dicho es verdad. 

-¡Ha sido una tonta si se dejo manipular de esa manera! ¿Tanto nos odia? a pesar de los años...- Dice Lúcifer con dolor

-Simplemente no logró borrar su mancha de su mente. Ella misma es un laberinto. ¿Sería mejor pecado no crees?- El hombre bromea para aligerar el aire pero no lo logra. 

-Además de tus alentadoras noticias ¿Has hecho algo bueno? ó solo querías amargarme mi día.- Comenta Lúcifer buscando entre su gaveta unas botellitas de color rojo.

-Me parece fenomenal que la chica siga viva. ¿No era mejor eliminarla?- Dice el hombre de blanco que decidió sentarse en el sillón de terciopelo de color rojo de la oficina de Lúcifer.

-Y no entiendo como llegarón a la conclusión que eras un amor, lleno de compasión y misericordia.-

-¿Qué? Ellos creyeron lo que quisieron.- Responde arreglando sus lentes.

-¡Por supuesto! Y tú tampoco les negaste esa idea preconcebida de tí.- Responde Lúcifer doliendo de repente la cabeza.

-¿Qué dices? ¿Volvemos a nuestras andanzas? ¿Nos vamos de caza?- Pregunta apoyando sus codos en la mesa y mirandolo con una emoción indescriptible...

-La chica tiene que estar protegida- Dice Lúcifer

-¡Tranquilo! Tú hijo ya se hará cargo, ahora es su aprendíz... le di el permiso...- Murmura y Lúcifer casi se ahoga con la botella de licor oscuro. Tosiendo.

-¿Tú qué? Cof cof...- Lúcifer intenta hablar.

-¡Mi hijo sigue buscando venganza!. Ya se dió cuenta que algo no cuadra en lo que sucedio con la antigua Calaca. ¡La venganza lleva escrito en toda su sangre!-  - ¡Esos dos juntos no es conveniente!-

-¡Ah sí! - Yo pienso lo contrario. Ella necesita al mejor capacitado y la verdad ellos están unidos de una u otra manera.

-¡Qué inepto eres a veces!- Le regaña  Lúcifer intentando no golpear su hermosa cara.




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