Angeles y demonios

EXTRA ... JOSUA y ETHER

-¿Porqué nos tenías tan abandonadas?- La súcubo mueve su cabeza y su traje de gatita con esas orejas es interesante. 

-¡Pequeña! ¿Me extrañabas?-

Le beso su mejilla y parte de su cuerpo. Ella recibe mis caricias de buen agrado. Siempre las he tratado con respeto.

Regreso a mi bebida mientras observo a la bailaria frente a nosotros. La chica a mi lado continua acariciando mis abdominales. Me puse una chaqueta abierta sin camisa y pantalones rojos. Mis músculos son visibles a todos los que me ven. Continuo tomando mi Wisky con hielo...

La bailarina de la barra esta de infarto. Tiene unas zapatillas rojas de un tacon de 8 cm acordanados hasta su pequeña licra negra que apenas cubre sus nalgas. Un corse oscuro cubren parte de su busto. Se contorsiona en el tubo al ritmo de la música. 

El aroma típico de sexo, alcohol y humo se respira por toda esta área VIP.  Los demonios vienen aquí a desestrezarse entre otras cosas. Me hacia tanta falta ¡La gatita feliz es genial!. Me escape de la oficina sin mirar atrás. ¡Fue una locura estos meses! Estoy seguro que cuando La Muerte me necesite me llamara. Me sonrío al pensar si Josua ya vio su oficina.  

Ese demonio necesita salir más seguido. Parece un robot la mayoría de días. La chica me esta saludando desde la barra moviendose sensualmente para llamar mi atención. Tal vez me anime.. después ¿Quién sabe?-

Una pequeña explosión se escucha en la primera planta con algunos gritos. Después un silencio aterrador se mantiene unos minutos y la puerta  de este piso cae en mil pedazos. Un vigilante vuela hasta chocar contra la pared. Las chicas gritan asustadas y observan la puerta.

Un cuerpo de un hombre doble esta parado en la entrada y los pelos se me ponen de punta. Esa aura demoníaca la reconocería en cualquier lugar. ¡Santa mierda! ¡Apenas han sido unas horas! ¡Por piedad! ¡Ya me estan buscando! ¡Un demonio no puede tener un poco de paz!

-¡Te lo pedi con amabilidad!  ¡No me agradan cuando se ponen pesados!-  Dice Josua al pobre hombre que está al fondo de la habitación insconciente.

-¡Ahora por lo que vengo!- Josua da un paso pero se detiene para arreglar su horrenda corbata color beiz y sus lentes. Si tuviera más amor a la moda se cambiaría su vestimenta y sería muy atractivo. Las súcubas estarían babeando por él.

Cuando termina, su vista se dirige hacia la habitación y se detiene en mi lugar. Tenía la breve esperanza que viniera por mí el Ángel de la muerte... No él...

-¿Quién es el tipo?- Pregunta mi acompañante. Yo guardo silencio esperando por lo peor. ¿Debería escapar? No creo que tenga posibilidades.

Tomo un trago más de mi bebida. Josua me observa cada movimiento pero su vista pasa a la súcubo y sus ojos la fulminan. Aún en la oscuridad puedo apreciar como cambian de tonalidad  a una muy turbia... Parece que está en el limite de su ira. ¿Mi broma le causo eso?  ó ¿Le sucedió algo más?

-¿Lo conoces?- Dice apenas... Su cuerpo esta temblando ante la presencia del General. Chica inteligente, reconoce a un animal feroz... 

-¡Quisiera que no! -Deberías irte, esto se va poner difícil- Le contesto.

La chica se va corriendo bajo la atenta mirada de Josua. Él comienza a caminar a mi dirección y la mesa que nos sepera se desvanece en polvo al solo ser tocada por él. Ahora sí creo que algo esta mal en su humor... Lo he visto enojado pero no este tipo oscuro que esta frente a mí me cuesta reconocerlo.

-¿Te crees muy gracioso? ¡Es hora que regreses! - En su voz denota un enojo profundo... y las sombras rodean su cuerpo. A punto de dejar salir sus alas...

¡Mala suerte para él! Me encanta llevarle la contraria y sacarlo de sus casillas. Me trago mis nervios de sentirme como una presa ante un tigre y le doy una mirada sin atisbo de temor bromeando con él. 

-¡Iré cuando termine aquí!  ¡Llegaré tal vez en unas horas! ¿Por qué no tomas asiento y me acompañas?-

Apenas termino de decir estas palabras y Josua me tiene tomado de los hombros por mi chaqueta. Nuestros rostros están a centimetros y siento la fuerza demoníaca saliendo por sus poros. Demiasiado alterado 

-¡No me estas escuchando! ¡Nos vamos Ether!- Repite despacio y me siento atraído por esa mirada de hierro. ¿Qué le esta pasando? 

-¡Viejo! ¿Mi sorpresa de tu oficina no te gusto? Creí que llevarías a tus amantes a disfrutar un rato...- Le murmuro

-Alguna vez escuchaste que la propiedad ajena es la paz. Bien en tu caso perdiste mi paz contigo... Por otro lado ¿Quieres ser el primero en probar mi nueva oficina pequeño? - Su rostro parece dudar y vuelve a repetir.

¡Debemos irnos Ether!-

De repente acerca su nariz a mi cuello. Y sus ojos vuelven a cambiar de color y su aura se alborota más. No parece él mismo hoy... Algo animal y salvaje ronda dentro de él. Hay una lucha entre lo que dice y hace... Lo puedo percibir.

-¿Josua? ¿Te sucede algo?- Sus ojos regresan a mí, pero parecen lejanos como dominados por algo más... 

-¡No sé! ¡Me siento extraño! ¡Muy molesto! ¡Te dejo un rato y te encuentro aquí!- Su voz es tan filosa que cortaría el metal. En definitiva algo le sucede y no es por mí, al menos no en su totalidad.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.