Ángeles y Demonios

Capítulo quince :Entre sombras del averno

Segunda parte: Tres lazos

 

Satana mostraba su mirada más sensual a Jake. Movió la cabeza a un costado, mostró una dulce sonrisa disfrazada.

Lucia apretó con fuerza la mano de Jake. Nuevamente se sentía presionada entre lo que nuevamente no era suyo. Jake, tuvo un pasado con ella de la cual es muy incomprensible. Aquella chica blandía su cuchillo que utilizo para apuñalar a Lucia.

Tocó su herida que aún seguía doliéndole.

—Jake...mi querido Jake...¿Qué te parece si compartes este baile conmigo? — dijo Satana al reproducir la radio.

Jake miraba sin importarle. Lucia lo observaba como su expresión cambiaba repentinamente como si Satana produjera ese cambio en el.

Ella tal vez hizo algo para que él actuará así, o quizás no le agradaba tenerle cerca.

—¿Por qué esa cara larga? ¡Vamos diviértete! —dijo al empezar a bailar.

—Lucia...esta vez te digo que te vayas realmente. Hazme caso—susurro Jake a Lucia.

Sabia que tenia razón, ya que casi muere en manos de Satana .

Ella movía el cuerpo lentamente, hasta que escucho cambiar la canción de la radio.

Lo que empezaba a reproducirse era provocador, perfecto para Satana.

Lucia intento abrir la puerta trasera, pero este estaba trabada. Jake lo notó por lo cual cuando se le acercó la hizo a un lado y con una patada rompió la puerta en pedazos.

—Ahora vete— dijo Jake.

—OK...— dice desilusionada, realmente la actitud de Jake había cambiado bruscamente.

—Espera— apresuró a decir.

—¿Qué? — dice Lucia al voltear.

Jake le dio un beso fugaz.

—Cuídate— dijo Jake al regresar adentro de la casa.

Lucia se tocó los labios, que dejaron de sí la esencia de él.

Camino rápido hasta llegar al frente de la casa.

Volteo sin poder resistirlo.

Satana seguía bailado hasta que la música se detuvo de inmediato.

Jake fue el que lo apagó.

—¿Qué pasa contigo?. Hay que divertirnos— intentó presionar el botón de la radio.

Jake la sostuvo justo antes de que la accionara. Ella lo miro fijamente.

—¿Para qué vienes?...Si tú casi la mataste...y ahora te comportas extraña....—empezó a presionarle la muñeca haciendo que ella le doliera—No tienes perdón de nadie.

—¡Eres tú el que no merece perdón! —lo golpea con la palma de la mano.

Jake volvió a mirar sin dolor del golpe recibido.

Satana seguía sin poder verle los ojos, aunque trataba.

—Al parecer sólo haces que una mujer como yo haga locuras— dijo murmurando— Y aún no lo notas.

Frenéticamente saco un objeto que uso para clavar desde la camisa al estómago.

Jake cayó del dolor punzante e irritante. Escupió sangre. Aunque seguía mirándole fríamente.

—¿Todavía sigues así? ...Me das lástima Jake...si solo fueras como Jacob, no estarías en este problema.

—Tú quieres que yo te ame ciegamente. Pero yo cambie , no me dejaré llevar por alguien al que sólo le gusta controlarme. Dejé de ser ese animal que tú ansias...por que jamás volveré a tomar sangre.

—Querido...la sangre es fundamental para alguien que previene del infierno. Tu y solo tu te condenas por una estupidez, dejándote llevar por un amor que no llegará...—suspiro—Pero ya me harté de repetirlo una y otra vez....

—Y tu una simple humana—dijo Jake al levantarse con la mirada fija en sus pensamientos.

—Ja, ja ,ja, ja ,ja...exactamente.

Satana había manipulado todos los muebles para que Jake terminará sin mas fuerzas para luchar.

Uno de ellos había caído arriba del brazo izquierdo. Jake estiraba con todas sus fuerzas para sacárselo de encima. Pero no lograba nada.

Satana puso su taco de aguja en el pecho de Jake.

—¿Por qué tratas de resistirte?....olvidaste que si tu quieres puedes obtener más fuerzas que cualquiera. Pero eres tan tonto...tratas de ser lo más humano posible— movió la cabeza en negación. Volvió a mirarle fijamente. Jake seguía resistiendo.

—¿Qué tal si te saco el brazo? — le apunta con la daga.

Jake volteo hacia otro lado, esquivándola.

—Sigues sin querer verme, estoy aquí si te diste cuenta. ¿Por qué sigues con ese comportamiento?.

—Por que yo no te amo— le dio un golpe seco por detrás de su cabeza con una lámpara.

Satana cayó cerca de él.

Con un ultimo movimiento, saco su mano del mueble pesado, supo que de lo había quebrando. No sentía dolor por que al instante de verlos, los volvió a ponerlos en su lugar. Y de los que se habían quedado machucados, se cicatrizaban con rapidez.

Miro a Satana por arriba de su herida, que goteaba por los fragmentos que se le habían incrustado.

La tomó en sus brazos y fue con ella hasta el auto que no era suyo sino que le pertenecía a Lucia. Ella se había llevado la de él.

En el camino lejos de su casa, Jake miraba a Satana, que se encontraba sentada a su lado.

Ella empezaba a despertar lentamente. Aunque la combinación del golpe la dejaba en el poder del enemigo, estaba atada con tanta fuerza que sentía su circulación parar lenta y dolorosamente.

Sentía como se le revolvía el estomago, la falta de concentración hacia que su cabeza le daba vueltas, su cuerpo se debilitaba a cada minuto, en el mismo camino donde Jake manejaba tenía pequeñas montanitas en el asfalto. Una de ellas movió el auto haciendo que de repente la cabeza de Satana diera a parar en la ventanilla. Se movió a un lado y dejo de sí la sangre.

Él dobló en una esquina y esta vez ella cayó a su hombro.

Jake al sentirla a su lado, la volvió a apoyar sobre la ventanilla. Justo su mano tocaron su sangre fresca.

Se le empezaba a acelerar las pulsaciones. Mientras trataba de que la sed no ganará contra su voluntad, sus pensamientos le contradecían.

«Es solo un sorbo...necesito sangre...hazlo....HAZLO»

—¡Déjame en paz! —grito Jake al golpearse la cabeza.




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