Choster, ciudad Oculta.
Seis días antes Nick se encontraba en la biblioteca, un lugar enorme con libros para 10 vidas. Estaba sentado, llevaba unos pantalones azules de lona y una playera negra, estaba en una mesa con una lámpara de gas que iluminaba bastante tenía libros por un lado y por otro.
—Es de más—dijo cerrando el libro que tenía frente suyo.
No podía leerlo, estaba escrito en una lengua que no era capaz de entender, signos extraños que al parecer eran letras.
―Aún buscas entender lo que dice―se escuchó a su espalda.
Giro el cabeza sobresaltado, había un estante atrás de el de espaldas estaba Scarlett con su cabello rojo, pero en la raíz de su cabello se notaba un color casi negro.
―Si solo supiera el idioma―dijo Nick.
―No hace falta que lo sepas.
― ¿Por qué lo dices?
Scarlett se dio media vuelta, tenía en su mano un libro azul, sellado por un candado, lo llevó hasta donde estaba Nick, lo coloco sobre la mesa.
―Encuentra la llave―dijo ella mientras daba media vuelta alejándose de Nick.
― ¿Qué llave?
Pero ella no respondió, se alejó más por entre los pasillos que los estantes hacían. Dejó de ver hacia la dirección en la que ella se había ido, ahora veía el libro que está sobre la mesa, azul con un candado de correa negra de cuero. El candado era pequeño. Lo reviso para ver donde tendría la entrada para la llave, pero no tenía por ningún lado. En la tapa del candado solo había un título, angelical.
Nick lo examino un poco más el candado era plateado con pequeños detalles tallados directo en el metal que hacían la semejanza de un candado de un diario secreto de una princesa del siglo XVI.
― ¿Cómo se supone que abra esto?
Miro fijamente la tapa, tenía tallados dorados por toda la portada, como un mapa de pasillos. Entonces lo entendió, al final de todos esos trazados como de un laberinto estaba el candado. Se levantó de prisa, busco un estante y tomo la escalera que estaba en sujeta al estante, empezó a trepar, un metro, dos metros, seis metros, aún no llegaba al tope del enorme estate que más que eso parecía un muro, a cada cierta distancia había un pasillo como balcón en los estantes, de seguro para quedarte ahí y buscar más con calma, no creí posible lo que veía, el techo estaba a lo más alto, y el aun trepaba la escalera con el libro en un mano al final, casi a los veinte metros llego a la parte más alta del estante, había escogido el más alto, veía al rededor, era como ver un laberinto desde lo alto, las paredes como de una catedral se veían a lo lejos y el techo con una cúpula de cristal, estaba sobre él, aun a unos 4 metros. Elevo el libro comprándolo con el entorno de la biblioteca, era idéntico, el libro era un mapa de la biblioteca, y donde estaba el candado, en la biblioteca estaría la llave, así que volvió a colocarse en la escalera, coloco el pie sobre un peldaño, este se sentía aguado, coloco el otro pie ahí. Había polvo en la escalera, en los peldaños había marcas de sus dedos, el libro aún lo tenía en su mano, sujetándolo apenas, el libro azul brillo más como si de un destello se tratara, Nick vio hacia abajo para no ver ese brillo, vio como el suelo se acercaba y la escalera parecía encogerse junto con el estante, de la nada estaba a centímetros del suelo, vio hacia arriba el estate también se había encogido en altura, Nick coloco un pie en el suelo, luego el otro, por último soltó la escalera, empezó a subir de nuevo, a hacerse más grande el estate subía como si un gigante se hubiera Puesto de pie, ahora se estiraba hacia el cielo, se detuvo al cabo de unos segundos, y el libro dejó de brillar.
Vio la pasta del libro, había un punto rojo en un pasillo, era Nick, empezó a caminar en dirección del candado, el punto se movía poco pero se movía, corrió por los pasillos llenos de libros viendo la portada del libro cada momento hasta que llegó al lugar; era una mesa de madera de abedul con un araña de cristal colgando sobre ella, se acercó a la mesa, estaba vacía y no tenía ni una silla al rededor, era redonda, Nick la vio un segundo luego coloco el libro sobre la mesa para pensar en que hacer, coloco las manos sobre la mesa recargándose en ella, vio el libro, el punto ya no estaba, luego con un clic el candado se abrió liberando el libro. Nick lo contemplo extrañado, tras un momento coloco la mano sobre la tapa, abrió el libro, páginas en blanco, empezó a ver todas y nada, solo páginas en blanco, cerro el libro y ahora tenía un título en la pasta, "sopla", así que se inclinó y soplo, nada pasó, pero después, la araña que colgaba de una vara pegada en la pared comenzó a temblar, el libro se abrió y las hojas empezaron a bolar a despegarse del libro formando un tornado de papel, empezó a formarse algo, parecía la figura de una persona, como la de un genio. Sin pies, pero si con dorso, cuello y cabeza. Tenía como sobrero la pasta del libro. Su rostro era expresivo a pesar de ser de papel, se distinguían los rasgos una nariz romana, ojos, y cabello hasta el hombro.