Angels like you

Capítulo 3

1.3; RETIRO

Sabrina 

—Buenas tardes jóvenes —sonríe— gracias por estar aquí acompañándonos otro día, estamos muy agradecidos de poder contar con su presencia y ayuda un día más —algunos aplauden—. Hoy tenemos un anuncio importante que dar así que espero que todos estén atentos ¿Okey? Gracias. por la mañana me dieron aviso de que a partir de hoy vamos a estar acompañado de un grupo nuevo, ellos van a estar con nosotros durante un mes. 

¿Un mes? 

—Y si, como están pensando —sonríe un poco incomodo— ellos van a ir al retiro con nosotros. 
—¿Retiro? 

Guillermo no lo dice muy bajo, pero casi como si realmente lo hubiesen oído el hombre responde. 

—Para los chicos nuevos, primero les digo que después vamos a hacer una reunión aparte para darles más detalles, pero como explicación general, todos los años hacemos un retiro de dos semanas donde nos acercamos más a Dios y vamos a algunos lugares a hacer tareas del voluntariado, por eso vamos a ir todos juntos. 

¿De verdad? ¿Además esta tortura tiene que durar eso? No lo puedo creer. 

—En fin, ahora la profesora Andrea va a dictar el reorden de los grupos para que podamos integrar a los alumnos nuevos, espero que todos le demos una buena bienvenida ¿Okey? —todos asienten— Gracias, y empecemos con esto. 

*** 

La gente se pasa paquetes de comida y los reordena en grupos para armas bolsas con misma cantidad de comida mientras intento no reírme de la cara de Guillermo. 
No es para tanto, sé que es algo no común pero tampoco es algo extraterrestre, él es un dramitas. 

No participamos en nada y tampoco insisten demasiado, creo que, así como nosotros pensamos que ellos son algo raros, ellos piensan igual de nosotros. 
es normal, es lo que siempre hacemos, pensar cosas de la gente sin conocerla, y personalmente, no me importa. 

—¿Querés algo para limpiarte la baba? 
—Cierra la boca Sabrina. 
—Ella tiene razón —Xanti suelta una carcajada, lo mejor de que este aquí es que está de mí lado— esa chica nunca te va a dar bola, además, claramente es la novia del hijo del profesor. 
—¿Cómo sabes eso? 
—Se nota. 
—Quizá son hermanos. 
—Todos son hermanos —voltean a mírame raro, pero no es tan difícil de entender lo que he querido decir—. Ustedes dos son unos idiotas chicos. 
—Yo creo que deberías dejar esa actitud Sabrina porque te vi mirando a ese chico. 
—Por favor, si hay alguien que no es mí tipo, es ese chico. tiene cara de ser el chico más bueno del universo, asco. 
—Bueno, yo creo que vos le gustas —ahora él está del lado de Guillermo, traidor. 
—Obvio, eso no te lo voy a negar. 
—¿Crees que al menos haya besado a alguien alguna vez? 
—A su novia, claramente. 
—Que no son novios. 
—¿Y cómo estás tan seguro, Guillermo? 
—No sé, no parecen tan novios, además nunca se han besado. 
—Porque los religiosos son así, primero se tienen que casar. 
—¿Para besarse? 

Eso sí me gana y suelto una carcajada que hace que algunos volteen a mirarnos. 

—¿Qué? 

Apartan la mirada con prisa y Guillermo se ríe ahora. 

—Ella, chica mala. 
—Ya me cansé de escucharte Guillermo. 
—Lástima porque vamos a soportarnos mucho tiempo. 
—No puedo creer que Teo me haya obligado a venir, no sé cómo, pero voy a conseguir que no me mande a ese retiro. 
—Yo no tengo chance, mi mamá está furiosa, si pudiera me metería a una escuela pupilo. 
—No fue para tanto. 
—Ya sé, pero le hizo mal saber que su hijo es un chico problema, ella pensaba que yo era un chico diez. 
—Dios Xanti ¿Qué le dijiste a la pobre mujer? 
—Puede que haya falsificado algunas notas, pero tampoco para tanto. 
—Lo mereces entonces. 
—Ey... 

—Chicos —el muchacho del que hablábamos antes se acerca a nosotros— Perdonen por interrumpir, pero quería saber si podían darme sus números para unirlos al grupo del retiro. 

«Mi Dios» 
Guillermo me da un leve empujón con el codo y le doy uno de vuelta con fuerza. 

Es un idiota. 

—¿Estás en ese grupo? 
—¿Y-yo? N-no... 
—Okey, dame, escribo. 

Me pasa el cuaderno y anoto un teléfono que en realidad no es el mío antes de pasárselo a los otros chicos que todavía se ríen de su insinuación, son unos estúpidos, de verdad, no creo que haya chance de que este chico sea algo parecido a mí tipo. 

*** 

Sabrina ingresa al auto y cierra la puerta con fuerza. 

—¿Qué tal te... —interrumpe a su hermano. 
—Vámonos, ahora. 

Teo toma una inhalación profunda y enciende el motor. 

—No voy a volver Teo 
—Tenés que volver. 
—Es una estupidez. 
—No es una estupidez Sabrina, además, es un castigo, tienes que cumplirlo. 
—¿Por qué no dejas que me expulsen de una vez y listo? Todos felices. 
—Yo no, quiero que estudies. 
—Vos no me podés decir eso. 
—Mira Sabrina, sabes bien que si yo no estudie es porque no pude. 
—No empieces ¿Okey? 
—Okey, pero vas a seguir viniendo, y voy a seguir viniendo a traerte y a buscarte si es necesario. 
—Agh, sos insoportable. 
—Si, al menos saluda a Ale, no seas maleducada. 
—Hola. 
—Hola Brina —sonríe. 
—Pero al retiro no voy. 
—Si vas. 
—Teo, por el amor de Dios, no necesito acercarme a ningún espíritu o lo que sea, eso no sirve —casi grita— pregúntale a Ale, por algo tiene que haberse alejado de eso ¿No? —la mira esperando que la pelirroja se ponga de su lado, pero está no le presta tanta atención ya. 
—Lo de Ale no tiene nada que ver, además, ella y yo vamos a ir. 
—¿Q-qué? 
—Eso, vamos a ir como coordinadores. 
—No puedo creer que quieras vigilarme en todo. 
—Sabrina —frena el auto y voltea a mirarla— solo quiero lo mejor para vos, quiero que estés bien. Es lo que mis papás querían. 
—Pero vos no sos ellos Teo, acéptalo de una vez y déjame en paz, yo sé cuidarme sola. 




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