Angels like you

Capítulo 26

1.26; VOLVERNOS A VER

—Max. 
—Señor —se incorpora un poco. 
—¿Qué paso? ¿Cómo estás? 
—Me caí, no es nada. 
—¿Te duele? 
—No. 

Bueno, esto sí que es incómodo. 

—¿Mamá está aquí? 
—Sí, está en la administración. 
—Ah. 
—No le dije todo, piensa que te caíste esquiando, pero no sabe lo demás, si le hubiera dicho que te escapaste habría enloquecido. 
—Entonces ¿Está bien? 
—Sí, ella está bien. 
—Lo siento. 
—¿Fue por esa chica? 
—No, yo... 
—Mira, ¿Sabes qué? No me importa, no se van a volver a ver así que... 
—Señor... 
—No Max, al final no deberíamos haberte dejado venir, sos un poco influenciable y... 
—Pero no fue culpa de ella. 
—No dije eso —lo mira mal por interrumpirlo— solamente creo que fue demasiado para ser la primera vez ¿okey? eso es lo que te estoy diciendo. Mira Max, entiendo que hayas querido incluir a los chicos y pasar tiempo con ellos, pero esto claramente muestra que no se adaptaron, no puedo permitir que sigan con el programa como si nada ¿Estamos? Además, vos no tenés tiempo para pensar en eso, el CBC es complicado y tenés mucho que estudiar así que es mejor que ahora volvamos a casa y te ocupes de eso, y no tengo que aclarar que no más permisos por un tiempo ¿Me estas escuchando? 
—Sí señor. 
—Perfecto, voy a buscar a tu madre y después nos vamos a buscar tus cosas. 

Sale de la habitación sin ninguna otra respuesta, tampoco hay mucho que su hijo vaya a decir, y aunque lo intentara, no conseguiría ser sincero sobre varias cosas así que es mejor mantenerse en silencio. 

*** 

Teo cuelga el teléfono y nota la mirada de la chica sobre él. 

—¿Qué? 
—¿Qué paso? 
—Él está bien, fue solo un mal golpe, en unas semanas estará como antes, pero sus padres van a llevárselo ahora y no creo que esto del voluntariado siga. 
—¿No? 

Bueno, eso era lo que querían al principio, pero ahora, no es el momento. 

—Bueno, al final es lo que querías ¿No? 
—Si. 
—Pero ahora ya no —sonríe y ella le da un leve empujón. 
—Mucha confianza Teo. 
—Creo que podés verlo antes de que se vaya, voy a llevarle sus valijas a su papá en la administración, seguro está ahí. 
—¿Y quién te dijo que quiero verlo? 
—Bueno, no vayas. 
—Aunque te puedo ayudar con las valijas, si querés. 
—Ajá, ayúdame, sí. 

Niega divertido y caminan a la cabaña de los chicos para buscar sus cosas. 
Se esperaban lo de la suspensión del programa porque era algo obvio, pero realmente ha sido una buena semana y aunque Brina no lo admitiría, quizá no sería tan molesto terminar el año con estos chicos. 

—Lleva la mochila y su biblia de mesa —carga el otro bolso de su ropa y sale primero mientras ella se acerca y toma su biblia antes de revisar los cajones para ver si olvida alguna otra cosa. 

Encuentra su cuaderno de devocionales, ese que leía antes de irse la primera vez del campamento, no debería, pero lo abre y no encuentra en realidad lo que espera. 
Está repleto, sí, pero no de estudios exactamente, más bien son dibujos y líneas que nada tienen que ver con los mensajes que se supone deberían "encontrar en la palabra". 

Hay algunas preguntas marcadas en los márgenes y casi siempre es la misma, solo ve unas cuantas hojas más y lo cierra porque entonces cree que ha sido demasiado invasiva. 

"—Pero estaba buscando alguna respuesta. 
—¿Un versículo? 
—En los devocionales, pensé que, bueno nada. 
—Ey, ya te dije, en realidad me exalte el otro día...a veces yo también busco cosas así... 
—¿Sí? 
—Bueno, a mí mamá. 
—¿Y la encuentras? 
—Esta aquí —saco la hoja de mí bolsillo— ella lo marcó... 
—Que bien... 
—¿Y vos? 
—¿Y qué? 
—¿Qué o a quien estabas buscando? 
—Algo que no encontré..." 

Bueno, suficiente por ahora, sale también de la cabaña y corre hasta la administración encontrándose a Ale a un lado. 

—Ey —la pelirroja da un pequeño salto por el susto y casi se ríe. 
—Brina. 
—¿Qué haces ahí? 
—Tomo aire. 
—Seguro. 
—¿Vos? 
—Llevaba esto. 
—Ah... 
—¿Te puedo preguntar una cosa? 
—Podes, sí. 
—¿Qué le paso a tu hermano? El que nombraste en la fogata. 
—Estaba enfermo, desde siempre y bueno... 
—Lo siento. 
—Gracias. 
—¿Y tienes más hermanos? 
—Sí, uno. 

Le sorprende su lentitud para haberlo descubierto, casi no sabe porque mienten sobre el otro, pero si sabe que ella habla de Max y Max de ella. 

—Quizá deberías hablar con él ahora que puede contestarte. 
—Sí, lo intente, pero...no creo que sea lo mejor. 
—No lo vas a saber si no lo intentas. 
—Tenés razón, gracias. 
—De nada. 

No conoce lo suficiente a Ale porque no le importaba hacerlo, cree que si su hermano ve algo en ella es porque es una buena chica, y quizá en realidad no haya querido abandonar a Max como él siente, y si hay una mínima cosa que ella puede hacer para hacérselo saber es intentar que sea la misma Ale la que se lo aclare. 
Puede que no cambie nada, pero al menos lo intenta. 

*** 

El chico acomoda con cuidado su pañuelo e intenta ver si consigue ver a alguno de sus compañeros cerca mientras su padre habla con Teo dentro, no ha tratado de convencerlo, de hecho, lo ha escuchado hablar todo el camino de como quizá deberían pagar un maestro particular para sus notas del primer semestre en matemáticas. 
Tal como ha sido siempre. 

—Max. 
—¿Qué haces acá? 
—Q-quería saber cómo estabas. 
—¿Te importa? 

A ella le parece un poco impresionante como de pronto se da cuenta que pensó que quizá en esta situación, un tanto vulnerable, él trataría de ser menos defensivo. 
Es un pensamiento muy estúpido y ni siquiera se dio cuenta que lo tenía hasta que se acercó. 




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