Angels like you

Capítulo 28

1.28; SEGUNDA CITA 

—¡Buen día! —Isabela aparece de algún lado y no puede evitar reírse de la cara de su amigo ante su excesiva energía. 
—Buen día sería si mi amiga no tratara de dejarme sordo o causarme un ataque cardiaco. 
—¿Por qué no fuiste hoy a la escuela? Ni respondiste mis mensajes. 
—No sé si lo recuerdas, pero me escape, estoy castigado, y sobre lo otro, pues, no puedo escribir. 
—Cierto —sonríe— "chico problema" 
—Ja ja, no me hagas empezar a hablar porque vi esa foto en el twitter del rubio. 
—Es solo una foto. 
—Que fue tomada cuando ustedes dos andaban esquiando, sin el grupo. 
—Me llamo al silencio. 
—Tramposa. 
—Así que, no fuiste a la escuela, pero venís al voluntariado ¿No será por cierta chica? 
—Me llamo al silencio —la imita. 
—Muy lindas las fotos que te sacaste con los demás, pero conmigo, ni una. 
—Eh, hay algunas en los viajes. 
—Sí, para tu suerte. 

—Buenas linda —el rubio se acerca seguido de Xanti y el gesto de ella cambia su gesto. 

Max no tiene muchas dudas de que ellos dos se gusten, porque la conoce, con Alex era diferente porque ella actuaba como una niña cuando él se acercaba, pero ahora quizá empezaron con el pie erróneo. 

Guillermo no parece malo, de hecho, le agrada un poco y le causa gracia como lo sigue intentando a pesar de las negativas. 

—Mira, me mandaron a buscar un par de cosas y pensé que quizá podrían ayudarme. 
—¿Justo nosotros? no es demasiada casualidad. 
—Isabela. 
—Bien, dame —le pide un papel donde tiene anotadas algunas cosas—. Vamos. 
—Yo en un segundo los alcanzo. 

Ve a los tres marcharse solo por unos segundos y después camina hacia la chica y se sienta junto a ella. 

—Hola. 
—Hola —sonríe—. Así que, apareciste. 
—Sí, aparecí. 
—¿Cómo esta tu hombro? 
—Mejor, definitivamente —asiente— ¿Y tú? ¿Cómo estás? 
—Bueno, pensaba que iban a terminar el programa así que sorprendida porque veo que no. 
—Bueno, hablé con papá y quizá lo convencí de darnos a todos otra oportunidad. 
—¿En serio? 
—Sí, en realidad a mí también me sorprendió que funcionara. 
—Pues ves, puedes hacer cosas por tu cuenta. 
—Veo, sí. 
—¿Y te castigaron? 
—Sí, la verdad es que sí. 
—¿Entonces ahora ya eres parte del grupo de los chicos problema? 
—Eso parece, ahora soy oficialmente un cp. 
—Bienvenido al lado oscuro. 
—Qué bueno que te veo, quería hablar contigo. 
—¿Sí? 
—Mhm. 
—Mira, sé que quizá soy un poco, pues, quizá diferente a tu grupo de amigos y eso, y no tienes que aceptar si no quieres ni nada de eso, por supuesto, entendería si no lo hicieras, pero bueno, solo quería decirte que tú también me gustas y no sé, quería saber si pues, querías salir o algo. aunque puedes decir que no si te parece, sé que soy un poco aburrido y eso. 
—¿Puedo hablar? 
—Ah si, lo siento. 
—No sos aburrido. 
—Gracias. 
—Y no sé porque dices también porque yo nunca dije que me gustaras primero, a menos que no lo recuerde, pero yo no diría eso —bromea para aliviar el ambiente y él apenas se ríe—. Y si, si me gustaría salir. 
—¿De verdad? 
—Sí, pero creo que alguien está castigado. 
—Bueno, quizá tengo un plan. 
—¿Un plan? 
—¿Esta noche? ¿Te parece? 
—Me parece sí. 

—Bueno, genial entonces y me gusta tu gorro. 
—¿Ves? Es divino, tenía una campera que le hacía juego, pero tuve que prestársela a su dueño. 

—¡Gracias por la ayuda, larguirucho! Ya vemos que por acá andan muy ocupados en el tema amor. 
—Cierra esa bocotá Guillermo, no me hagas empezar a mí también. 
—Viaje de egresados y encima vuelve con novio, quiero ese tipo de castigos. 
—Si si, aprovecha que estas lejos porque si no te golpearía. 
—Inténtalo. 
—Mejor que nadie golpee a nadie —Teo aparece con una caja entre las manos y la deja sobre una silla—. Buenas tardes chicos, algunos ya me conocen, pero me presento, soy Teo, su nuevo guía. 

*** 

—¿Por qué tan arreglada? 
—Voy a salir. 
—¿Salir? 
—Si. 
—¿Con Max? 
—¿Por? 
—Para saber si te doy permiso —se ríe un poco y ella le tira una almohada en la cara—.  Son lindos. 
—Ya sé. 
—¿Y él no está castigado? 
—No sé, él me invito. 
—¿Y me sigue odiando? 
—Probablemente, por metido, además ahora sos nuestro guía así que no nos podés caer bien. 

Su teléfono suena y toma su campera para salir de la habitación. 

—Te mando un mensaje cuando esté por venir. 
—Gracias. 
—Tchau. 

Quizá parece un cambio ridículamente grande para lo poco que fue el tiempo que pasó en el retiro, pero no fue eso lo que la dejo quizá tomar otra actitud, más bien, fue que ambos se dieron espacio para entenderse desde otro lado. 

Ella estaba totalmente aferrada a la idea de que él quería verla débil y odiaba eso, y él, quería que ella fuese la misma que antes cuando eso ya no puede ser más. 
Ninguno es la persona que eran antes, y empezar por ahí es importante para tratar de llevarse lo mejor que se pueda. 

Entender que son personas diferentes y llevan las cosas de diferente manera, respetarse y darse el lugar de llevarlas como le sea más cómodo, eso es lo que les había faltado del inicio. 

Y quizá Teo hizo las cosas que pudo, y ella también hizo las cosas que pudo. 
nada va a ser igual y ninguno va a ser el mismo, aceptarlo es lo más importante ahora. 

Quizá a él le hizo falta ver a Alejandra y su hermano para entenderlo, escuchar de su propia boca consejos que el mismo no aplicaba fue eso que le abrió los ojos para su suerte no demasiado tarde, y quizá, este era el paso que les faltaba para levantarse de apoco. 




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