Anhelo Tus Besos

El Engaño Al Corazón.

El único que tiene fotos de mí desnudo es Miguel y por eso me sorprende saber que Randy haya recibido una. O puede ser que alguien más la consiguió por medio de mi novio. A no ser que haya sido Iván el culpable. Dudo mucho que haya hecho algo así. Ni conoce a Randy Calle, así que yo estoy equivocado.

Le conté a Nigel lo sucedido esa noche. No pudo creerlo.
-Ahora mismo estoy confundido como tú lo estás.
-No sé qué decirte.
-Y lo peor es que no se lo puedo contar a Miguel. Después es capaz de agredirle.
-Tal vez sea mejor que no hables. Lo digo por el bien de tu relación.
-Después podría ponerse mal porque le oculto esto.
-Lucas, no lo hagas. Soy tu mejor amigo y no quiero que sufras.
-Bueno, no lo haré.
Mi celular suena. Contesto la llamada.
-¿Hola?
-Hola, Lucas. ¿Dónde estás?
-Miguel, estoy en el aula.
-¿Tienes hora libre?
-Sí. ¿Qué pasó?
-Voy para allá.
-¿Ahora?
-Claro, amor, ahora mismo.
-Bueno, ven.

Miguel apareció con una rosa. Sonrió al verme.
-Hola, Lucas.
-Hola.
-¿Estás bien, amor?
-Sí. Oye, no pensé en vendrías en serio.
-Lucas, parece que no me conoces.
-Lo siento, Miguel. Pero estoy muy feliz de verte.
-Yo igual. Y te amo demasiado.
-También yo.
Nos besamos por dos segundos.
-Eres tan hermoso como te conocí.
-Ay, gracias, Miguel. Tú te sigues manteniendo guapo.
-¿Y sexi?
-También.
-Mi niño hermoso.
Me abrazó.
-Este es mi penúltimo año de colegio y ya no podremos vernos dentro del colegio des pues de graduarme.
-Pero podremos seguir viéndonos.
-Si, lo sé. Quisiera que vayas a mi fiesta, Lucas.
-¿Cuándo la vas a hacer?
-Será esta noche.
-Pero tu cumpleaños es la próxima semana.
-Sí, amor, lo sé. Es solo que...no estaré en la ciudad la próxima semana.
-¿Tienes partido fuera de la ciudad?
-Pues, sí. Quisiera que fueras conmigo.
-Me gustaría mucho ir contigo, Miguel. Aunque creo que mis padres no me darán permiso porque tengo que cuidar a Rosella.
-Te entiendo, amor. No te preocupes. Podremos seguir hablando por videollamada.
-No será lo mismo, amor.
-Te prometo que esta noche la pasaremos espectacular.
-Esperaré a que llegue la noche, amor.
Me entregó la rosa. Yo la acepté.
-Para la creación más hermosa del mundo.
-Gracias, Miguel. Te amo.
-Yo más a ti, Lucas.
Besó mi frente. Me soltó.
-Tengo que volver a clase.
-Yo también.
Miguel se aleja no sin antes mirarme de esa manera coqueta. Lo hace en ciertas ocasiones.

*****

La fiesta de Miguel se celebró en un local amplio y cerrado. Su padre lo consiguió por medio de contactos.
-¡Vaya! Todo está reluciente. Parece que fuera un sueño.
-Ay, Lucas, le encuentras lo bonito a lo más simple.
-¿Llamas a esto simple? ¡No inventes, Miguel! Es uno de los detalles más costosos que he visto.
-Fue una gestión de mi padre, Lucas.
-Lo hizo muy bien.
-Sí, es cierto. Oye, quisiera que me acompañes al balcón.
-Seguro. Vamos.

Una vez en el balcón-muy alejado de la pista de baile-, Miguel me abrazó y acarició mi cabello con mucha delicadeza.                 -¿Qué tienes, amor?-me preguntó con una voz dulce.
-Nada. Es solo que...no puedo evitar sentirme mal por lo que pasó el año pasado. Me refiero a tu cumpleaños.
-Amor, ya no te lamentes por eso. Nosotros estábamos saliendo por tres meses y apenas teníamos dos semanas de relación. Pero sé que fue incorrecto no haberte dicho lo que hice. Ahora mismo quiero disfrutar mi fiesta contigo, amor.
-Aquí me tienes, amor.
-Lucas, cuando me contaste de lo que pasó entre tú y Guillermo, me dio bastante enojo y también tenía ganas de caerle a golpes por meterse contigo.
-Entiendo. Hubiera reaccionado igual si tuviera a Joel en frente mío.
-Sé que nos hemos hecho daño antes, amor, pero ahora quiero que sepas que te amo demasiado. Y ya tenemos 1 año de novios. Imagínate lo feliz que estoy de estar contigo.
-Estamos iguales. No podemos engañar al corazón porque sabe lo que quiere.
-Tienes razón. ¿Quisieras ir a beber algo?
-Sí.
Regresamos al salón principal. Miguel fue al puesto de las bebidas. Pidió dos vasos de ron con cola. 

Nos quedamos a dormir en su cuarto. Miguel y yo dormimos apegados.
En la mañana, Miguel me despierta con muchos besos.
-Buenos días, mi amor.
-Buenos días. Parece que estás alegre.
-Sí, lo estoy. Tengo 16 años y ya por fin podré sacar la licencia de conducir.
-Te felicito, amor. Yo voy a cumplir 14 y entraré a la preparatoria el próximo periodo.
-¿Estás nervioso?
-Un poco, pero poco a poco se me dirá pasando.
-Yo te ayudaré a quitarte los nervios de encima. Solo relájate.
Miguel me besaba en el cuello. Yo gemía sin parar.
-Lucas...
-Miguel...
-¿Quieres que siga?
-Sí. No te detengas.
Miguel besaba mis labios con mucha fogosidad. Me acariciaba con sus manos y me encendía lentamente.
Esto superaba a lo que hicimos en su habitación la primera noche. 

Nigel me llamó al celular luego del acto.
-Hola, Lucas, debo decirte algo increíble.
-¿Qué ha pasado? ¿Te has ligado a otro chico?
-¡No! Es solo que...Randy me escribió en Facebook y quiere que nos veamos para salir juntos. No estoy seguro de aceptar.
-Pensé que querías eso. Digo, luego de que lo tuyo con Rafael no funcionara.
-Bueno, no estoy desesperado por conseguir a un hombre. Y no es que Randy no sea buena opción, es solo que estoy algo desconcertado. Además, no está dentro de mis planes follar con un chico si estoy destrozado emocionalmente.
-Lo único que te puedo decir es que si no te sientes listo y estás susceptible a cualquier error, lo mejor será que no salgan.
-¿Y si me llama?
-Respóndele, pero evita sonar nervioso o muy emocionado. Ah, y no le des mucha vuelta al asunto.
-Gracias, Lucas. Eres el mejor.
-Por nada, Nigel.
-Te contaré todo con detalles.
-Estaré esperando.
Cortó la llamada.
-Amor, ¿qué tiene tu mejor amigo?
-No es nada. Solo necesita cerrar una etapa.
-Ah, mentiendo. No es fácil hacerlo. Te digo esto porque no fue fácil para mí sanar la herida luego de terminar con Said. Y ahora estoy muy feliz de tenerte.
-Miguel...
-Te amo demasiado, Lucas.
-Y yo a ti. ¿Qué hora es?
-Son las nueve.
-Tengo que ir a casa. No quiero preocupar a mis padres.
-Amor, vivimos cerca. Así que no habrá tanta preocupación.
-Aún así, no debo estar mucho tiempo fuera.
-Entiendo eso. Entonces, te escribiré más tarde, Lucas.
-Hablamos luego, Miguel.
Lo abracé. Besó mi mejilla.
Salí de su dormitorio y luego, me fui al departamento 20-donde vivo-. Haber pasado una noche con él me bastó para saber que somos felices juntos.




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