-Sabes, creo que ya he escuchado antes el apellido Salvione. Tendré que revisar la base de datos — dijo Ashley mientras caminábamos por el pasillo.
-Todo es posible. Bueno, yo iré al laboratorio a realizar los exámenes. En cuanto a la autopsia, creo que los resultados estarán esta noche.
-Está bien, si necesitas algo, estaré en la oficina.
Terminando la conversación con mi hermana, entré al laboratorio, donde Alice ya estaba preparando todo para los exámenes.
-Bueno, comencemos — dije, poniéndome los guantes médicos.
Sangre, huellas dactilares, evidencias, autopsias. Quizás pocos lo crean, pero realmente me gusta mi trabajo. Ser forense es más que examinar evidencias bajo un microscopio y escribir informes. Es analizar y comparar hechos concretos obtenidos del estudio de las evidencias, lo que finalmente lleva a restaurar la justicia. Cada vez que hago esto, me reconforta pensar que mi trabajo ayudará a salvar una vida, a encontrar algo importante para alguien, o a enviar a un maldito asesino en serie a la cárcel. Cuando trabajo, no me doy cuenta de cómo pasa el tiempo, solo miro el reloj de pared en el laboratorio, y ya han pasado una o dos horas. Así fue esta vez, no noté cómo pasaron dos horas.
-Bien, los resultados están listos, ahora iré a contárselo a nuestros inspectores. Alice, comienza a escribir el informe y dile a Janine que prepare todo para la autopsia a las 5.
-Está bien, ¿algo más?
-No, eso es todo — fue lo último que dije antes de tirar los guantes usados a la basura y salir del laboratorio con los documentos.
Mientras caminaba por el pasillo hacia la oficina de los inspectores, no podía sacarme la sensación de que alguien me seguía. Caminaba detrás de mí, observándome en secreto, siguiendo cada uno de mis pasos, esperando el momento adecuado para algo. Y tal vez sabía quién era, pero tenía miedo de admitírmelo. "Al diablo con estos pensamientos" pasó por mi mente.
-Realicé los exámenes y descubrí que la sangre en el anillo pertenece al fallecido. No hay huellas dactilares, y los resultados de la autopsia estarán esta noche, pero creo que la autopsia no mostrará nada nuevo. Todo lo que sabemos es que primero lo estrangularon y luego lo apuñalaron en el corazón. La muerte ocurrió hace no más de dos horas — les conté la información al entrar en la oficina.
-Entiendo, todo apunta a que el crimen fue planeado con anticipación. Por cierto, ¿recuerdas que dije que ya había escuchado el apellido Salvione? — dijo Ashley, mirándome.
-Sí, ¿encontraste algo?
-Sí, revisé nuestra base de datos y resulta que el difunto señor Salvione era buscado por la policía de Nápoles, Venecia y Roma.
-Lo buscaban a él y a dos de sus cómplices, Monica Fabri y Gerald Linsvand — agregó Dante.
-¿Y qué hicieron él y sus cómplices?
-Mataron gente, estos tres eran los líderes de una secta y, al realizar sus rituales, sacrificaban personas.
-Fanáticos, entonces. Esto indica que el asesinato podría estar directamente relacionado con su secta.
-Rose, ¿ya terminaste? — preguntó Ashley.
-Sí, hasta las 5 estoy completamente libre.
-Perfecto, propongo este plan: tú y yo intentaremos averiguar adónde iba el difunto señor Salvione cada viernes. Dante y Silvio buscarán información sobre la secta y los otros dos líderes que siguen vivos.
-Estoy de acuerdo.
-Yo también.
-Yo no estoy de acuerdo. ¿En serio creen que las palabras de una vecina sobre que él iba a algún lugar cada viernes nos ayudarán en la investigación? — bueno, creo que ya saben quién dijo esto, por supuesto, Olivia.
-Permíteme preguntarte, ¿qué sugieres que hagamos?
-Creo que fue un asesinato espontáneo. Dos personas discutieron y ya.
-¿Y ya? ¿Estás bromeando? Acabamos de presentar un montón de hechos que indican que el asesinato fue planeado y, además, está relacionado con fanáticos religiosos.
-Eso es una tontería. Y, por cierto, ¿qué demonios haces metiéndote en la investigación? Eres una forense y, si no me equivoco, deberías estar en tu laboratorio ocupándote de los informes, ¿no?
-Olivia, primero ocúpate de tus propias responsabilidades. A diferencia de ti, Rose no solo hace su trabajo, sino que también nos ayuda en la investigación — dijo Dante antes de que yo pudiera responderle a Olivia.
-Y no como algunos que andan por ahí sin hacer nada en horario laboral — agregó Ashley.
Después de todo lo dicho, Olivia rodó los ojos y salió de la oficina.
-Gracias a Dios, al menos no nos estorbará por un rato.
-Es triste que sea solo temporal.
-Sí, bueno, ¿entonces Rose, nos vamos?
-¿Qué estamos esperando? Vamos — fue lo último que dije antes de salir de la oficina con mi hermana.
-¿Adónde vamos primero?
-A visitar a nuestro testigo, espero que ya esté sobrio.
Bajamos al estacionamiento y nos subimos al auto, luego salimos a la carretera. Veinte minutos después, llegamos a un edificio de apartamentos que estaba a solo unos pasos del lugar donde ocurrió el asesinato. Mi hermana y yo salimos del auto y entramos al edificio. El apartamento del testigo estaba en el cuarto piso. Cinco minutos después, estábamos frente a la puerta que necesitábamos.
-Señor Bianco, abra la puerta, es la policía — gritó Ashley y tocó el timbre.
-Supongo que no piensan abrirnos — agregó la chica.
-Sí, ahora tendremos que derribar la puerta — dije sarcásticamente y en voz alta. En ese momento, la puerta se abrió un poco y apareció el rostro de un hombre. Miró a su alrededor y finalmente nos miró a nosotras.
-Pasen — susurró el hombre, y Ashley y yo entramos al apartamento.