capitulo 11

Fui consciente de que debía parar la situación antes de que todo se descontrole sé que si mi madre me viera en esta circunstancia me reprocharía esto todos los días de su vida además me obligaría a casarme con cualquier patoso que se le cruce por la mente, así que no me queda más que calmarme nos sentamos juntos en el sillón junto al fuego y cometí el error de quedarme dormida entre los brazos de Jack, cuando logre abrir mis ojos percibí los rayos del sol que atravesaban por la ventana aún estaba adormilada hasta que la desesperación me hizo caer en cuentas de que estuve toda la noche afuera de mi hogar, atormentada desperté a Jack para despedirme de el a estas instancias no sabía muy bien que debía hacer de todas formas tome a mis caballos y con toda velocidad regrese a mi hogar, al llegar supuse que todos dormían, pues era alrededor de las 6 a.m. (gracias a los dioses) ,el personal de servicio comienza a realizar su trabajo a partir de las 7 a.m. es la regla general todos comienzan sus labores en ese horario dado que a mi querida madre detesta los ruidos en la mañana.

Algo cautelosa ingrese a la mansión no divisaba a ninguna persona así que decidí descalzarme y subir las escaleras procurando que la madera no truene con mis, pasos poco a poco fui llegando a mi alcoba y ante el menor sonido me paralizaba, sentía miedo en esos momentos, ¡diablos! me olvide completamente que la puerta se encontraba completamente cerrada me dispuse en completo silencio a intentar abrirla, busque las llaves por los cajones del corredor y no la encontraba, me desesperé una vez más, deseaba sentarme y llorar pero debo meterme en esa maldita alcoba antes de que todos despierten y me vean con ropa de salir, continue buscando sin embargo no tenía éxito en un brote de pánico tome la decisión de entrar a la recamara de mi madre, en ese lugar ella disponía de un espacioso salón antes de llegar a su alcoba allí revise cada cajón cada espacio, luego de unos minutos encontré la llave eso logro calmar a mi agitado corazón y así sin más corrí hasta mi habitación, una vez dentro al fin pude cambiar mi ropa por un cómodo pijama y me dispuse a gozar de un sueño reparador.

Aproximadamente a las 11 am desperté entre ruidos gritos y pasos en la escalera no comprendía de lo que se trataba hasta que abrí la puerta de mi habitación.

- ¡Oigan necesito dormir! - Realmente lo necesitaba mi cabeza dolía fuertemente.

- ¡Ana muévete empaca tus cosas rápido anda! -Su voz causaba fastidio en mi

-¿A qué te refieres mujer? -Obviamente no comprendía del todo la situación.

-Bueno déjame aclarártelo... ¡nos vamos! -En su rostro se percibía una facción parecida a la alegría.

- ¿De que estas hablando madre? - No entendía a que se refería con sus palabras.

- Nos vamos de viaje Ana Warren, así que empaca tu ropa y cuando estes lista partimos, mientras tanto yo estaré hablando con mis amigas en el salón principal. - Aparentaba estar de un muy buen humor.

- ¡Vallan ustedes de viaje yo no pienso mover un maldito pie de aquí! - Me invadía la rabia.

-Tu eres la razón principal de este viaje deseo sacarte de este lugar. -Para este entonces ella ya tenía ganada la discusión.

- ¿Se puede saber a qué te refieres? -Dioses que no hable de Jack.

-Digamos que anoche yo misma obstruí el paso de tu dormitorio, pero eso no fue suficiente saltaste por la ventana y fuiste al hogar del mesero ese, todo esto yo lo sé por qué te seguí me quedé allí esperando hasta las 3 a.m. y tú nunca saliste de su hogar, luego volví a la mansión una vez que le Conte todo a tu padre, entre los dos tomamos la decisión de irnos de viaje. -

Resignada arme mi equipaje guarde en la maleta la ropa de la noche anterior dado que todavía percibía el perfume de Jack en ella, me sentí derrumbar por dentro, no tengo idea donde iremos ni siquiera sé cuánto tiempo pasare allá, prepare una carta algo breve que decía:

Querido Jack, me duele el corazón mientras escribo estas palabras, mis padres tomaron la ridícula decisión de mantenerme alejada de Aria, no sé cuándo volveré a este lugar solo puedo prometerte que desde donde me encuentre intentare enviar algún mensaje por correo.

Te amo y ahora solo me queda contar las horas para volver a verte.

Señorita A.W.

Con una torpe excusa les implore a los despiadados corazones de mis padres que me den unos momentos para poder despedirme de mis amigas, aunque la realidad es que solo deseaba pasar una vez más por el hogar de Jack, tome la carta y la lleve hacia mi pecho le di un beso y me deshice de ella pasándola por abajo de la puerta.

Una vez ya instalada en el carruaje decidí no hablar con mis padres, no sentía hambre ni sed mi mente recordaba cada segundo que viví con Jack, en un intento de desesperación mirando mis manos confese algo...

-Esto es demasiado me tienen prisionera, además Jack iba a pedirles mi mano en compromiso. -Ahí va mi casto intento de frenar esta locura.

-Tu jamás te vas a casar con alguien como él. -El aire triunfal de mi madre me causaba nauseas.

-Aprovecha ahora porque en cuanto cumpla 18 años me marchare con mi dinero y me casare con Jack. -Mis mejillas ardían poro el odio que sentía.

-Ya veremos quizás el para esas alturas se buscó una mujer de su clase social. -

En ese  momento el carruaje iba a alta velocidad en pocos instantes Aria desaparecería de mi vista, por lo tanto necesitaba actuar rápidamente quite mi saco, la mire a mi madre y salte del carruaje  por unos instantes rodé entre la tierra y mi cuerpo fue a parar a unos arbustos con espinas, apenas pude mantenerme en pie corrí con todas mis fuerzas quitándome el peso de mi vestimenta,  me sentía algo confusa y  a pesar de eso seguía corriendo cuando di vuelta mi cabeza vi que descendieron  los maleteros y venían por mí, los minutos eran extensos mis piernas percibían el cansancio y de un segundo a otro me desvanecí gritando el nombre de Jack