Respira Ana Respira
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¡Ya es la hora!
Mis ojeras cubrían los ojos y me sentía como una extraña clase de mapache, intente cubrirlas y fue en vano ese día me levante muy temprano por culpa de mi nerviosismo me mire al espejo y vi un rostro pálido con ojos irritados a causa de no dormir, busque un vestido de tono celeste claro luego recogí mi pelo en una coleta alta para que no me incomode en el rostro y además a la universidad hay que ir presentable, bostezando tome mi desayuno posteriormente me lave los dientes y por ultimo me puse mis sandalias blancas en la puerta me esperaban mis libros acompañados por una libreta para las anotaciones seguidamente bese a mi prometido y Salí de allí rápidamente, el carruaje me esperaba para mi des fortuna afuera llovía a cantaros entonces apure mi paso para no mojar mi cabello el cual ante la mínima gota de agua se despeina, en el viaje revise varias veces mi look también pude reacondicionar mi maquillaje confieso que me costó un poco por la culpa del movimiento.
Descendí de mi carro con suma gracia por si alguien me miraba inmediatamente subí las escalinatas para encontrar mi salón pero escuche la voz de Hassan quien escalaba las escaleras dificultosamente debido a su pila de libros rápido me acerque a él para asistirlo, agarre alguno de sus libros hasta encontrar nuestro salón, al ingresar vimos que se encontraba vacío y yo decidí apurarme para buscar el mejor asiento (algo que hago desde niña), me costó un poco pero lo logre entonces Hassan decidió sentarse adelante mío.
-Oye Hassan ¿tú sabes cómo se llama el profesor?- Sentía curiosidad-
-La verdad no tengo idea.- Que mal comienzo.
-Ok no importa de todos modos pronto lo veremos.-Dije de mala gana.
En la distracción de nuestra corta charla no nos dimos cuenta de que alguien nos veía mientras hablábamos, al dar vuelta mi cara lo vi quede en shock creo que en mi cara se notó la sorpresa, él se presentó amablemente nos dijo que su nombre era Adam Sutton prontamente busco un asiento cercano al de nosotros eso causo que mi nerviosismo sea evidente debido a que Adam me parecía un joven hermoso, tenía unos grandes ojos chocolate su cabello era castaño además en su barbilla habitaba una incipiente barba que lo hacía lucir extraordinario mientras tanto yo me armaba de una especie nueva de mantra que revoloteaba en mi cabeza que me decía: !tienes prometido Ana cálmate, actúa normal no lo mires¡.
El momento fue tenso yo intentaba comunicarme con Hassan pero fue imposible hasta él estaba embobado mirándolo, asi pasamos al menos una hora intentando recomponer la postura luego rápidamente comenzamos las clases deldia algunas fueron divertidas y otras no tanto aunque las disfrute de igual manera.
Me gustaba la nueva sensación de estar rompiendo estereotipos, muchas mujeres no tienen ni siquiera derecho a estudiar a causa de que sus esposos no lo creen necesario, no les gusta o se sienten inferiores al estar al lado de una joven mujer universitaria, que bobera todo aquello si supieran que las mujeres deben luchar a diario por sus derechos, por su independencia, por separarse un poco de su papel de esposa y madre, es exasperante ver esas realidades tan diferentes a la mía, me pone mal porque sé que estuve muy cerca de ser una de esas mujeres que deben vivir para su hogar privándose de disfrutar su propia vida, mujeres que fueron obligadas a casarse con hombres que ni siquiera aman.
Quiero decir que todas merecen la igualdad de condiciones que sus esposos, en todos y cada uno de los sentidos, no son máquinas de cuidar y criar niños ni tampoco esclavas del hogar, deben y necesitan su autonomía.
Estos pensamientos rondaban en mi cabeza y caían en ella como cientos de misiles, me invadió completamente mientras viajaba de vuelta a casa, al ingresar a ella me di cuenta que una sorpresa me esperaba cerca de la chimenea junto a Jack, mi regalo es una hermosa perrita joven de color arena sus pelos son cortitos y sus ojos son de color chocolate es una lindura, tiene una nariz rosita con patitas grandes (creo que va a crecer bastante), al verla mis ojos se llenaron de lágrimas siempre anhele tener una mascota, lo mejor es que Jack me conto que una perrita del vecindario hace dos meses tuvo cachorritos y como eran varios necesitaban darles un hogar y aquí estamos los tres colmados de amor.
Una cachorrita, un prometido y la universidad que cambios se están generando en mi vida va tan rápido como si se me escapara de la mano, esa noche fue un poco diferente a mis noches habituales cenamos algo temprano con Jack pues me sentía exhausta y hambrienta intente dormirme un rato después de la cena pero fue difícil puesto que mi cachorra llamada Jazmín lloro toda la noche, intente arroparla para que con el calor de mi cuerpo se duerma, al principio surgió efecto pero cada dos horas se despertaba para comer y volvía a llorar, me toco afrontar otro día en modo mapache (creo que ya me estoy acostumbrando a esto y lo odio), me desperté fuera de mi horario habitual faltaban como máximo media hora para que la primer clase comience, algo desesperada corrí por la casa esquivando la perrita tome lo primero que encontré en el placar y trote como nunca, llegue a la universidad con el pelo revuelto la ropa maso menos acomodad así que rápidamente me encerré en el baño de las damas a acomodarme un poco el pelo e inmediatamente entre al salón, Hassan no estaba ese día falto me sentí algo sola además no quería cruzar palabras con Adam así que solo me decidí a tomar mis apuntes y nada mas.