Mi Padre me tomo por mis hombros y me apoyo contra su pecho, ambos lloramos en silencio…el perdió a su esposa, amiga, confidente y yo jamás pude recomponer del todo nuestra relación, era mi madre a pesar de ello en los últimos tiempos nunca le dije cuanto la amaba, luego de permanecer un tiempo consolando a Frank decidí correr al salón principal, busque rápidamente unas hojas y una pluma con tinta, me urge contarle a Jack lo que acaba de suceder, en mi escueta carta le comunicaba..
Querido Jack:
Lamento comunicarte que mi madre ha perdido la vida, siento que mi mundo se derrumba, yo estaré aquí por un tiempo para acompañar a papa en el proceso de funeral, te suplico que permanezcas en nuestro hogar hasta mi vuelta, se cómo eres por eso te imploro que no viajes, no te arriesgues.
Te Amo por siempre…
En mi carta va el intento de mantener a Salvo a Jack, a pesar de eso se cómo es algo terco y el querría estar aquí para mí, yo deseo lo mismo quiero recostarme entre sus brazos y llorar tranquila, pero no puedo hacer eso, tengo que estar fuerte por mi padre, mientras despacho la carta voy a buscar a Frank y le sirvo un té, luego nos sentamos en el comedor que ahora luce sin vida, sin ánimos como nosotros, el silencio abunda en el lugar hasta que mi padre me entrega una caja pequeña y dentro de el reposa el anillo de casamiento de mi madre, a mí se me corta la voz gracias al nudo que siento en la garganta, tomo la pequeña caja y lo pego justo en mi corazón mientras mi rostro se sumerge en un mar de lágrimas incontenibles, el hombre que me regalo la pequeña caja llora junto a mi hasta cansarnos.
De a poco algunas personas van llegando a dar sus condolencias, trato de parecer empática y mostrar mi mejor cara pero por dentro solo deseo quedarme sola, me cuesta pensar que mi madre se ha ido, jamás volverá a regañarme como cuando era niña, no volveré a ver su risa y su mirada perspicaz.
Aun recuerdo el día donde escape de casa y me dirigí hacia el bosque, ella lucia tan asustada y molesta en partes iguales, así era ella mezcla entre enojo y preocupación, llenaba el amplio hogar con el olor dulce de sus flores favoritas y sus perfumes caros.
En las mañanas siguientes yo fui la que se encargaba de armar el desayuno y trataba de alegrar a Frank me cuesta mucho sinceramente, muestro mi mejor cara a pesar de eso por las noches siento la soledad de estar aquí y todo cambio cuando golpearon la puerta, dude en atender no sentía ganas de que otra persona me de el duelo iba a explotar, así fue como le sugerí a uno de los ayudantes que atienda por mí mientras tomaba mi café y leía un nuevo libro, en ese momento sentí una voz familiar y en mi fuero interno lo supe, era el Jack mi Jack el hombre que le ordene que se mantenga a salvo, entonces solte mi libro y corrí a buscar a mi hombre , al verlo sentía la necesidad de regañarlo y estuve a punto de hacerlo, pero al vernos nuestros rostros se iluminaron, preferí ocultar la reprimenda y treparme a sus brazos como cada vez que el tiempo nos permanece alejados.