Anita

Cap 26. El Otoño

Ha pasado algo de tiempo y casi finalizo mi primer semestre en la universidad debo admitir me ha dado más de un dolor de cabeza. Por otro lado, no he recibido noticias de Jack; supongo que está bien que sea así. Debo aceptar que nuestra relación ha llegado a su fin y no fue culpa suya.

El verano está llegando a su fin y pronto dará paso al otoño, lo cual me recuerda mi cumpleaños. No estoy segura de sí estoy lista para celebrarlo, ya que mi estado de ánimo no me lo permite. Sin embargo, una buena noticia en estos días es que pronto tendré una especie de reunión con un grupo de amigos de la universidad. En ese grupo se encuentra Salvador, un chico alto de ojos marrones y pelo color miel, quien me ha expresado su interés en llevar nuestra amistad a otro nivel Cuando Salvador me hizo esa propuesta, quedé en shock, sé que me gusta y es algo bueno porque supongo que mi vida continúa. Sin embargo, el recuerdo de Jack me sigue a todas partes, a todas horas del día y de la noche. Por un lado, me pregunto si es posible intentar querer a alguien más, por otro lado, solo sé que mi corazón ama a Jack como siempre, desde el día en que lo conocí.

En otro orden de cosas decidí buscar trabajo y lo encontré (no es la gran cosa pero sirve para que no me sienta tan sola durante el día), ahora trabajo en una pequeña y bonita cafetería ubicada cerca de mi casa, decidí buscar trabajo allí por que vi ese lugar tan encantador y de ensueño que me enamore de el a primera vista, por fuera se ve como una casa más del vecindario solo que tiene un increíble y colorido jardín y por dentro tiene muchos detalles que me encantan su piso es de madera con un increíble color café, sus mesas están decoradas por unos manteles bellísimos creados a mano, además de unos increíbles sillones comodísimos para sentarse a leer un buen libro, sus cortinas son de color claro para permitir que el sol ingrese por la ventana. Allí trabajo unas cinco horas, atiendo las mesas, hago algunas preparaciones y a veces cuando no hay mucha venta me leo algún librito a escondidas.

Después de la universidad y el trabajo, llego a casa un tanto agotada, preparo la comida y luego paso tiempo con mi perrita. Cuando el clima se vuelve fresco, me siento con ella enfrente del hogar para tomar un té y leer algo junto a Jazmín, luego, yo me voy a dormir y a veces ella viene y se acuesta a mis pies.




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