Mi padre llegó a la ciudad con una maleta llena de recuerdos, cosas que me traían a la mente mi antiguo hogar. Pasamos un tiempo juntos, pero al principio preferí hablar a solas con él en casa. Nos sentamos junto al fuego, mi perrita jugando a nuestros pies, y le conté que estaba conociendo a alguien, a Salvador. Le expliqué que él era el único que me había ayudado a seguir adelante después de la pérdida de Jack, y que espero que me comprenda, que no estoy con él para olvidarlo, sino para encontrar un poco de alivio en esta ciudad. Le pedí que se quedara más tiempo, que intentara vivir cerca de mí, pero él no quiso, porque tiene su lugar en el mundo y no quiere perderlo por mí. Lo entendí, aunque me dolió un poco, pensé que era egoísta por querer tenerlo cerca. No insistí más.
Al día siguiente, le pedí a Salvador que viniera a casa y lo presenté formalmente como mi novio, mi pareja, mi amigo, mi compañero. Todo eso. Al principio, a mi padre le costó aceptar que estuviera con otra persona. En un momento, mientras preparaba café, me dijo en voz baja: "Espero que esta relación funcione, que no sea como la otra, cuando te pusiste un anillo en el dedo y saliste corriendo". Me sentí mal, pero lo entendí. Le dije: "No te preocupes, papá, no volveré a casarme con nadie. Si no fue con Jack, no será con nadie".
Los días pasaron y disfrutamos de nuestra compañía. Caminábamos por las tardes a tomar algo en algún lugar bonito de la ciudad, y por las mañanas él me esperaba para leer el diario juntos. Pasamos momentos increíbles, ¿verdad? Pero luego llegó la tristeza, la incertidumbre. Mi padre me contó que Jack no está muy lejos de la ciudad. Algo que quería evitar a toda costa era volver a encontrarlo, pero parece que va a suceder en algún momento. No es que él me esté buscando, sino que está haciendo negocios cerca de mi casa. No quiero cruzarme con él, pero siento que el destino está interfiriendo en nuestras vidas para empeorar todo.
Así que me quedaré en casa por un tiempo, aprovechando las vacaciones de la universidad y mi trabajo. Cocinaré, haré cosas dulces, veré películas con Salvador y mi papá. Espero no volver a encontrarme con Jack nunca más en mi vida. Pero si eso sucede, solo le diré hola y me iré del lugar.