capitulo 33. El Regreso

Luego de unos momentos abrazados, nos sentamos en una esquina discreta, lejos de las miradas curiosas, para hablar con calma. Tuvimos una larga conversación sobre cómo llegamos hasta ese punto, cómo, a pesar de todo, nuestros caminos volvieron a cruzarse. En mi mente, no podía evitar pensar que algo más allá de nosotros mismos nos unía desde el instante en que lo conocí.

Cuando compartí con él esa teoría, Jack asintió con una gran sonrisa y dijo con ternura:

—La vida siempre intentará alejarnos, pero nosotros nos mantendremos unidos. En esta y en todas las vidas, te buscaré. Lo prometo.

Mi corazón se derritió al escuchar esas palabras, como se derritió de amor por él desde el primer día. Le respondí con sinceridad:

—Te pertenezco en cuerpo y alma.

Después de sellar nuestro amor eterno, comprendimos que lo mejor era regresar juntos a Aria. Así que reuní el valor necesario para enfrentar a Salvador. Le conté toda la verdad. Sabía que estaba hiriendo sus sentimientos, pero también sabía que seguir engañándolo sería aún peor. Le agradecí profundamente por haber sido quien me sostuvo cuando más lo necesitaba, por haberme rescatado del pozo en el que me encontraba al llegar a esta ciudad.

Pero ya era hora de volver a mi verdadero hogar: Aria. Allí donde mi alma siempre perteneció, junto a Jack.

En menos de una semana recogí mis pertenencias y a mi fiel perrita Jazmín, y subimos al carruaje que nos llevaría de regreso a ese lugar donde todo comenzó… y donde, al fin, podríamos comenzar un nuevo capítulo juntos.