— ¿Saben? Me imagine algo peor cuando me llamaron —dijo Esffie que miraba hacia el frente— pero cuando llegue recordé que los dos son demasiado… ¿Cómo decirlo?
— No somos como tu que te metes en verdaderos problemas —dije mirando a mi hermana que cruzo miradas conmigo por el espejo retrovisor.
— Yo disfruto de la vida mi querida hermana —respondió con una sonrisa— me acuesto con el chico que quiero fumo y bebo…
Mire a Tanner que sonreía como si lo que decía Esffie fuera una ridiculez.
— ¿Le estas diciendo que se acueste con el primero que se le cruce? Que buen consejo el tuyo —dijo negando con la cabeza.
— ¡Oh vamos el sexo es lo mas placentero! ¡Vamos Ris yo te llevare a un sitio para que sepas lo que es la vida! —exclamo ella orgullosa.
— ¿Qué? ¡No! —dijimos al mismo tiempo Tanner y yo.
El auto se detuvo y ella nos miro a los dos.
— Deben disfrutar la vida… no seamos como mama —dijo ella finalizando su discurso.
Los tres nos bajamos del auto y entramos a la casa. Un grupo de chicos estaban allí dentro.
Mi mirada se quedó en la chica de cabello rosado.
— Desaparezcan —dijo Esffie agarrando una botella de cerveza.
— ¿Son tus hermanos? —pregunto la chica de cabellos rosas.
La chica se acercó a nosotros y yo sonreí al verla tan simpática.
— ¿Quieren divertirse un rato? —dijo ella con una sonrisa sacando una bolsita de su bolsillo.
Senti las manos de Tanner tomarme por los hombros.
— ¡Ellos no consumen Dakota! —exclamo Esffie.
— ¿Y cómo se divierten? —un chico con pircing en la cara también se puso de pie.
En total eran cuatros invitados, pero los dos se besaban salvajemente sobre nuestro sofa. Abri mis ojos como plato al verlos.
— Bonita chica —dijo el tipo de con pircings.
— Vamos Ris —Tanner me hizo hacia atrás.
Y yo lo volví a mirar, los dos subimos las escaleras. Tanner se metió a su cuarto y yo lo segui.
Su cuarto estaba mas ordenado que el mio algo que era demasiado sorprendente.
— Parecen agradables —dije tirándome en su cama.
Tanner salió de su closet con algo de ropa en su manos.
— ¿Esos sujetos te parecieron agradables? —dijo el con una sonrisa— no conoces de verdad a las personas.
Agarré su almohada y la puse debajo de mi cabeza.
— ¿Y tu si? —dije levantando una ceja.
Y de la nada se quitó la remera dejando su torso desnudo. Parpadee varias veces y trague saliva, no era la primera vez que lo veía pero se me hacia extraño.
Los músculos de sus brazos, pecho y abdomen estaban bien marcados.
Aparte mi mirada y el se acerco a metros de la cama.
— Ese chico no te miraba con ojos de querer ser tu amigo del alma —dijo con algo mas de seriedad.
Hice silencio pensando también en lo que había dicho Esffie.
— Creo que Esffie tiene razón —dije sentándome en la cama.
— ¿De que tiene razón? —dijo el para salir del baño— no tiene nada de malo ser virgen… tienes que estar listo
— Lo dices por ti —dije con una sonrisa al ver como sus mejillas se pusieron coloradas.
Entonces fue donde me di cuenta que de verdad el jamás lo había hecho.
— Sendy era muy guapa —el se acercó hacia donde yo estaba y se sento a mi lado.
— Sonara absurdo pero quiero hacerlo cuando sienta que esa persona es el amor de mi vida —dijo con una sonrisa— y no tiene que ver el físico o por lo menos a mi no me importa el físico.
Baje mi mirada a lo mal y lo poco conforme que me sentía con mi cuerpo.
— Eres hermosa Ris —el levanto mi barbilla obligándome a que lo mirara a los ojos— y es hora de que te des cuenta de eso.
Era la primera vez que me lo decía en persona senti mis mejillas encenderse.
— Tengo que hacer algo —me levante rápidamente.
— ¿A dónde vas? —dijo el a mis espaldas— ¡RIS!
Sali de su habitación, y baje las escaleras. Encontrándome a mi hermana justo saliendo de la sala.
Primero tenía que comprobar que no estuviese ebria.
— Esffie necesito tu ayuda —dije mirando a mi hermana que parecía estar en todos sus sentidos— necesito que me lleves a un salón de belleza.
— Wow Ris esto no me lo esperaba pero vamos —dijo ella entrando a la sala— ¡Gente lárguense de mi casa! ¡Debo llevar a mi hermana!
Los dos chicos que se habían estado besado salieron, detrás de ellos salió el chico con pirccing y la de pelo rosado.
Justo en ese momento llegaba Nora con unas bolsas de compras.
— ¡Mis niñas! Les preparare la cena y luego debo irme —dijo ella.
— Nosotras regresaremos mas tarde —dijo Esffie.
Las dos salimos de la casa y nos subimos a su auto.
Y fuimos hacia el salón de belleza.
— ¿Qué quieren hacerse muchachas? —pregunto la chica sonriente.
— Quiero cambiar mi cabello —dije enseñándole mi largo cabello.
— Eres rubia natural que hermoso… ¿Solo corte? —asentí.
Esffie me miraba con una sonrisa y ella también aprovecho para teñirse.
— Quiero otra vez color chocolate —dijo ella decidida.
Las dos conversamos sobre sus amigos y sobre sus planes de ir a vivir sola a penas termine la escuela.
— ¿Te hiciste un tatuaje? —dije al ver el tatuaje detrás de su nuca.
— Tatuaje y pircins —dijo ella con una sonrisa.
Mire su oreja y se veían los orificios y los otros aritos. Hacia un tiempo por mi mente había cruzado esa idea, pero mama decía que ella no estaba de acuerdo con esas cosas.
— ¿Tú también quieres hacerte uno? —pregunto con una sonrisa— te llevare al sitio donde me los hice.
La peluquera termino mi cabello ahora estaba distinto, no era un solo largo y recto. Ahora parecía que estaba peinado todo el tiempo hasta la apariencia de mi rostro había cambiado.
— Ahora te ves como una chica de diecisiete años —dijo mi hermana mirándome orgullosa— y es la primera parte.
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Editado: 16.08.2022