Me despedí del abuelo y luego de mis primos. Nos subimos al auto y mama iba feliz se lo notaba en su rostro.
No podía mirar a Tanner y tampoco quería hacerlo. Ahora entendía todos esos momentos en lo que me había sentido confundida.
Pero eso no estaba bien para nada bien.
Regresamos a casa luego del largo viaje y allí estaba presente la incomodidad que sentía.
Sali de mi cuarto decidida a que debía salir de esa casa no podía quedarme allí sabiendo que Tanner estaba allí.
Fui a la casa de Hazel y justo llegaba con Dustin y Gared. El ultimo no dejaba de mirarme.
— ¡Regresaste! —exclamo ella al verme.
Quería contarle todo lo que había pasado pero temía su reacción y era la única amiga que me quedaba.
— ¿Y Tanner? —pregunto Dustin.
— No lo se… ¿Quieres que vayamos a tomar algo? —dije mirando a Hazel.
— Si quieren puedo levarlas —se ofreció Gared.
Y así fue como surgió esa salida improvisada, llegamos al café pero no queria beber café queria olvidarme de mis penas.
— Mejor vamos a un bar —dije mirando por la ventanilla.
— ¿Tienen sus identificaciones falsas? ¡Conozco un sitio donde nos dejaran entrar! —dijo Gared.
Llegamos al bar y fui directo a la barra.
— Deme lo más fuerte que tenga —dije sin siquiera ser una bebedora.
Los demás bailan y bebían y yo solo bebía.
— ¿Oye Ris te siente bien? Tu hermano me matara si sabe que te emborrachaste con nosotros —dijo Gared con su sonrisa.
— Al carajo con Tanner —dije dandole otro sorbo.
Y así fue como iban los tragos uno tras otro y yo nunca me había embriagado de esa forma.
Hasta que empecé a llorar sentía que las emociones estaban ahí.
No podía ser posible que a mi me sucediera eso. ¡Estaba mal de la cabeza!
— Creo que deberíamos llevarte a casa —dijo Hazel a mi lado.
— Déjame perra —dije tratando de que me soltara.
Pero de un momento a otro me llevaron a casa, entre y como siempre no había nadie.
— ¡Nadie vive en esta maldita casa! —exclame subiendo las escaleras que parecían moverse— ¡Maldita vida!
Hasta que el culpable por el que quería ahogar mis penas salió de su cuarto.
— Olvide que vives conmigo ¡Maldita sea! —dije tirándole mi abrigo.
— ¿Ris? ¿Estas borracha? —dijo el.
— ¡No! ¡Eso jaamass! —me tambalee y el me sostuvo en sus brazos— ¿Por qué eres así?
Y fue cuando empecé a llorar, el me ayudo a meterme en mi cuarto.
— Tanner quédate… —dije tomando su brazo— por favor ven.
El se sentó a mi lado y yo lo mire.
— ¿Por qué eres tan lindo y bueno conmigo? —tome su rostro entre mis manos y lo bese.
— Ris estas ebria —el me alejo y yo empecé a llorar.
— ¿No me quieres? ¿Ya no me quieres? —dije al ver que el me recostaba en la cama.
— Te amo Rissie y no de la forma que debería amarte —dijo el a lo que yo cerré mis ojos.
Sentía que mi cabeza iba a explotar en cualquier momento, abrí mis ojos y miré el despertador.
Me levante lo más apresurada, me vestí y tome mi mochila. Bajé las escaleras y Sali de la casa, empecé a correr como loca hasta que una camioneta se estaciono a mi lado.
— ¡Vamos Ris! —dijo Gared con una sonrisa.
No me quedaba de otra, asi que me subí sin tanto problema.
— Wow… —dijo el a lo que yo me miraba en el espejo.
— ¿Qué? ¿Me veo terrible? —pregunte volviéndome a mirar y ver las ojeras.
— No claro que no… —dijo a lo que yo levante una ceja.
El estaciono su camioneta y yo me baje, todos me miraban sorprendidos que me bajara con Gared.
Hasta un Tanner que no me miraba, de todas formas yo tampoco quería verlo. Me aleje de Gared y entre al edificio, encontrándome a Hazel en el pasillo.
— ¿Qué ocurrió contigo? —dijo al ver que apenas podía abrir los ojos— déjame recordar… ¡Ah si! ¡Anoche Rissie se bebió todo el alcohol del bar por x motivo que su mejor amiga desconoce!
Me dolía bastante la cabeza como para tener que pasar por los interrogatorios de Hazel.
— Hola Ris —un chico de cabello negro estaba enfrente mío con una sonrisa.
— Marcus… —después de casi un mes que brillaba por su ausencia apareció.
— Nunca te agradecí lo que tú y Tanner hicieron por mi les debo una —dijo el posando una mano sobre mi hombro— a pesar de nuestra amistad pasada siempre debemos apoyarnos…
— ¡Tú te alejaste de nosotras! —exclamo Hazel que estaba a nuestro lado.
Tenía problemas sin resolver para discutir lo que podía haber sucedido.
— ¡Ya niña de lentes! Solo vi bajar a Rissie del auto del bombón de Gared y recordé…
— ¡¿Viniste con Gared?! —exclamo mi amiga mirándome.
Miré a todos lados y volví mi mirada a ella.
— Si tampoco exageres… —dije minimizando el hecho.
— Para decir verdad a mí me sorprendió que Dustin terminara contigo —dijo Marcus mirando de arriba abajo a Hazel— aquí saben que los que más guapos son Gared, Dustin y claro tu hermano Tanner.
Tanner… Bueno Tanner si mi hermano, quizás con el que me había besado y no quería verlo.
— Dicen que Sendy quiere volver a conquistarlo —comento Marcus a lo que yo lo mire.
Abrí mis ojos sorprendida. ¿Acaso Tanner volvería con ella?
Baje mi mirada y me aleje de ellos, no quería seguir siendo parte de esa conversación.
— ¡Ris! —exclamaron a mis espaldas— apártate ella es mi amiga.
— Ella es mi compañera en el equipo de porristas —exclamo Marcus.
Luego de la primera hora en la que poca atención pude prestar a la clase Hazel, Marcus que no dejaba de discutir con Hazel y yo nos dirigimos hacia el salón.
Me quede inmóvil al ver como Tanner y Sendy estaban hablando, aprete la bandeja que tenía entre mis manos. El enojo se esparcía desde mi cabeza que aun dolía por la resaca hasta la punta de los dedos de mis pies.
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Editado: 16.08.2022