Ya habían pasado varios semanas desde que tanto como Ana cómo Tom aceptaron ser amigos.
No había gran cambio, solamente que ahora iban y venían juntos al trabajo, pasaban más tiempo los fines de semana tenían citas dentro y fuera de la casa además que cada que podían veían películas ya sea en un cine la cual Tom hacia el favor de rentar todo el establecimiento para evitar curiosos o en casa que sin duda le gustaba más ya que disfrutaba ayudar a Ana con las palomitas, dulces o cualquier cosa que quisieran comer en el momento
Pero lo mejor es que evitaban ir con la señora Diana para evitar problemas, ambos así lo decidieron..
Ambos habían llegado al trabajo, como siempre Ana se bajaba una cuadra antes algo que a Tom le molestaba pero no quería contradecir.
Ella se encontraba en la cafetería ya que era la hora del almuerzo.
Ahora al tener a su propio equipo no comía sola y eso le agradaba, estaba con sus compañeros cuando Sebastian llegó...
- Buenos días preciosa. -- me saludó sentándose junto a mi-- Buenos días --se dirigió a los demas
- Buenos días Sebastián, disculpen --hable a mis compañeros -- chicos les presento a Sebastián Stan administrador y accionista de la empresa, Sebastian ellos son Ángel, André, Alicia y Susana.
- Un placer chicos -- los cuatro le respondieron lo mismo
Estuvimos platicando varios minutos hasta que todos se fueron quedándonos solo Sebastián y yo.
- Al fin solos -- dijo
- ¿No te agradaron?
- Claro que si, son agradables y con lo que escuché demasiado inteligentes. --rie
- Lo son, he aprendido muchas cosas con ellos.
- Para eso son un equipo, para ayudarse y aprender entre ustedes.
- Así es. -- me mira fijamente -- ¿Que sucede?
- ¿Te gustaría salir conmigo? -- ay dios
- ¿Salir? --asiente-- lo siento no puedo.
- ¿Porque? --pregunta sonriendo, otra persona en su lugar estaría molesto-- Se que no soy el hombre más guapo del mundo pero tengo lo mío. --nos reímos
- Lo se, eres muy guapo y agradezco tu invitación pero es que ... estoy casada. --al decir lo último, se le borro la sonrisa
- No puede ser, discúlpame. -- no sé quién de los dos estaba mas rojo de la vergüenza
- Tranquilo, discúlpame tu a mi por no haberte dicho.
- De verdad lo lamento, espero podamos ser amigos, no puedo negar que eres muy hermosa y que realmente me gustas --wow-- pero respeto demasiado las relaciones de pareja.
- Claro que podemos seguir siendo amigos. Y gracias por entender.
- De todos modos si te divorcias aquí estaré -- reímos -- Créeme cuando te digo que me gustas demasiado incluso hasta para romper mi regla de no entrometerme en relaciones de pareja. --dice serio, demasiado serio
- Sebastian yo...
- Tranquila no lo haré. No te dañaría de esa manera. -- me tranquilizó tomándome las manos -- jamás te pondría en esa situación
- Gracias.
- Pero aún está en pie la invitación, como amigos claro.
- Claro me encantaría.
- Muy bien. Tengo que irme preciosa, tengo reunión con el Jefe.
- No lo hagas esperar.
- No lo haré, es un gran amigo pero como jefe es el peor.
- ¿Eres amigo del jefe? -- me sorprendí
- Claro, nos conocemos de años. Cuando salgamos puedo contarte más sobre eso.
- Si de acuerdo. Nos vemos luego. --le dije al ver que se puso de pie
- Nos vemos luego preciosa. --salio de la cafetería
Después de dos meses de haberme casado con Tom, entre a su empresa pero no por orden de él, si no porque la empresa solicitaban diseñadores gráficos, fui a la entrevista y me contrataron.
Él se entero casi un mes después de iniciar a laborar, al principio me ordeno que renunciara al trabajo pero no lo hice, no quería depender de él, al final termino aceptando con la condición de que no dijera a nadie que estaba casada con él.
Se que al decirle a Sebastián que estaba casada rompí la promesa, pero el a sido mi único amigo además no le dije que estaba casada con Tom así que no he roto nada ¿Verdad?
Al regresar a mi oficina, me encontré con un ramo de flores, las más hermosas que había visto, estuve buscando una tarjeta o algo que me indicara quien las había enviado, pero no las encontré.
Al salir a preguntar si alguien vio quien las trajo me encontré con Elizabeth.
- Señorita Elizabeth, buenas tardes. -- saludé
- Hola -- Me mira despectivamente
En eso llegó Alicia...
- ¿Ya viste las flores? -- preguntó
- ¿Flores? -- pregunto Elizabeth
- Si, están hermosas. -- respondí
- ¿y quien te las envío? -- preguntó Alicia
- No tenía tarjeta así que no se. -- respondí
- Puede ser que haya sido el señor Stan. Todos nos dimos cuenta como te miraba --decia emocionada
- ¿Sales con Sebastián? -- pregunto Elizabeth, olvide que estaba aquí
- No, nada de eso. Solo somos amigos. -- dije rápidamente
- Claro. -- se fue a su oficina, dejandome con Alicia
- ¿Porque dijiste eso? -- le dije a Alicia-- Podrías meterme en problemas
- Lo lamento, pensé que estábamos en confianza.
- Lo estamos créeme pero lo comento por Elizabeth.
- Lo se, todos saben la envidia que tiene por el contrato que has obtenido con la familia Smith y más por tu ascenso. Ella tardo años para llegar a donde está y tú solo necesitaste 6 meses.
- Eso no lo sabía, con más razón hay que tener cuidado con lo que decimos. No quiero que piense que Sebastian me ayudo.
- Esta bien. Y de verdad lo siento. No volverá a pasar.
- No te preocupes.
- Nos vemos luego seguiré trabajando. -- asentí y se fue a su mesa
No sabía nada de lo que me comentó Alicia, debo de tener más cuidado para no tener problemas con ella.
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