Cap 49: Salvación

Desde hace días me había sentido mal, creí que solo era estrés por todo lo que ha sucedido con Sophie y el ataque pero cada día me siento peor.

Había sacado una cita con el doctor para la tarde, ahora estaba llamando a las oficinas de la inmobiliaria, la secretaria dijo que la chica que me había atendido se encontraba en la residencia ya que estaba con otros posibles compradores.

Asi que decidí ir ahí pero antes llame a Tom...

- ¿Tom? -- hablé al momento en que él aceptó la llamada

- Amor ¿Estás bien? -- preguntó alarmado

- Si, llamaba para avisarte que estoy saliendo para la residencia, haré la compra hoy mismo..

- Bien, estoy a punto de empezar una reunión pero no me llevará mucho tiempo ¿Me esperas o nos vemos ahi?

- Nos vemos ahí -- le di la dirección -- Te amo...

- Te amo preciosa -- colgué...

Tome mi bolso y salí hacia la residencia...

Después de 30 minutos había llegado ..

Llegué a la casa pero la chica no estaba..

Me senté en el suelo, mientras llegaba

- Hola, ¿Esperas a alguien? -- alce la mirada

- Hola Amilcar -- lo saludé -- Si, a la chica de la inmobiliaria...

- Está hasta la última casa de la residencia.. -- me lo señaló... -- pero tranquila, tiene que pasar por aquí para poder salir..

- Me alegra..

- ¿Te gustaría esperarla en mi casa? -- me tomo por sorpresa su pregunta

- Gracias pero no sería correcto...

- Lo lamento, creo que no me exprese bien -- empezó a reir-- ¿Ves esos bancos de madera debajo del árbol?

- Si...

- Podemos sentarnos ahí mientras regresa la chica...

- Esta bien gracias -- caminamos y tomamos asiento...

- Supongo que seremos vecinos..

- No, comprare la casa pero la arrendare...

- Entiendo..

Seguimos platicando unos minutos pero ni la chica ni Tom llegaban...

- Te ofrezco agua, está caluroso el día... -- habló despues de estar varios minutos en silencio

- Si porfavor... -- se adentro a su casa y me trajo una botella de agua..-- gracias...

Después de unos minutos después de tomar el agua, empecé a sentirme mareada...

- ¿Estás bien? -- vi como lentamente se acercaba a mi..

- Me siento marea... -- no podía hablar...

- Ven, te llevaré adentro..

- No.. -- lo empuje, pero se acercó nuevamente a mi...

Me tomo fuertemente del brazo y me llevo a su casa..

- ¡Suelta! -- lo empuje nuevamente...

- ¡Cállate! -- sentí como su mano toco mi mejilla haciendo que cayera al suelo..

- No.. por favor...-- cada vez me sentía peor, sentí como hacía ponerme boca arriba y él se ponía encima de mí...

Empezó a besarme el cuello mientras me tomaba fuertemente las manos, como pude le golpee la entrepierna y me levanté lo más rápido que pude...

- Maldita perra.. -- me tomo del cabello cuando iba a llegar a la puerta y sin más todo se volvió negro...

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Narra Tom..

Después de más de una hora al fin estaba llegando a la casa que Ana me había comentado..

Pero al llegar no la encontré..

- Frederick ¿Donde está Josef? -- ordené que siguiera cuidando de Ana, obviamente a escondidas ya que ella me había prohibido hacerlo...

- No puedo comunicarme con él...

- Algo está mal.. -- mis hombres bajaron y empezaron a buscar a Ana y a Josef, Fred se quedó junto a mi

Nos acercamos a unos bancos cerca de un árbol, ahí encontre un bolso..

Me acerque a la casa que estaba junto al árbol y empece a escuchar quejidos...

Me asome a la ventana, ahí vi a Ana semidesnuda y encima de ella estaba un hombre..

- No puede ser -- empuje la puerta hasta abrirla... -- ¡Quita tus asquerosas manos de mi esposa! -- lo tomé y lo tiré al suelo mientras le golpeaba el rostro.. -- ¿Que le hiciste? -- seguí golpeándolo

- Señor, déjelo -- Frederick me separo de él...

- ¿Tom? -- escuché su voz

- Ana, mi amor... --camine hacia ella y tome su rostro, su mejilla estaba roja, era obvio que estaba drogada, quite mi saco y la cubrí..

La dejé y regrese con el hombre...

- Vas a pagar por esto... -- saque mi arma y lo apunté

- Ella me pidió que lo hiciera... -- no aguante, solté mi arma y lo golpeé nuevamente, sentía mis dedos entumecidos de tanto golpearlo..

- Y tú me pedirás que te mate..

Lo seguí golpeando, nadie se interpuso ni siquiera Fred...

- Llévalo a la bodega... -- dije despues de cansarme de tanto golpearlo

Mi camisa estaba manchado de sangre al igual que mis manos.

- Será un placer señor... -- se lo entrego a uno de mis hombres, regreso y me ayudo a llevar a Ana...

Con su saco me ayudo a cubrir la parte que aún seguía expuesto...

- Tenemos que llevarla al médico...

- Enseguida...-- subimos al auto y fuimos rápidamente al hospital...

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Ya habían pasado un par de horas, la droga aún seguía haciendo su efecto. Los doctores decidieron hacerle algunos estudios para saber que es lo que le había suministrado y también para ver si el maldito había abusado de ella..

No le había dicho nada de esto a nadie por respeto a ella, quería esperar a que despertará y tomar una decisión...