Años de Amor || Tom Hiddleston

Cap 57: ADN

Narra Tom

La muerte de Elena no me sorprendió sabía que ambos terminarían de esa manera pero quemados fue algo extra.

Ni planeado me hubiera salido tan bien.

Ahora solo me faltaba Anastasia aunque ha estado desaparecida desde la noche en que las empresas se fusionaron así que estaba alerta en todo momento.

Respecto a la empresa bueno, ex empresa de Chris, las cosas han ido mejorando, la fusión solo fue una pantalla para apoderarme de esa empresa, ahora yo ordenaba y no se hacía nada sin que yo lo autorice.

Sebastian se encargaba de ambas empresas pero el que hacía el trabajo duro era Peter quien era el que manejaba CAE, debía aprender cómo sacar a flote una empresa desde cero, Sebastian solo lo guiaba y revisaban lo que hacía.

Su libro fue un éxito así que tenía que sacar tiempo para poder encargarse de eso, no me negué en lo absoluto ya que hago lo mismo con mis hoteles.

- Bienvenido Señor Hiddleston -- me saludo la gerente del hotel

Como cada mes venia a supervisar cómo estaba y hacer acto de presencia.

- ¿Alguna novedad? -- pregunté ignorando su saludo

- No señor..

- ¿Como se han sentido los huéspedes?

- Excelente, hemos ofrecido el mejor servicio, el mejor menú y atractivos, lo cual ha ayudado a ser uno de los mejores hoteles.

- Perfecto..

- Por cierto -- habló cuando ya estaba caminando hacia una de las oficinas que equipe para cuando estuviera aquí..

- ¿Dime?

- Hay alguien muy poderoso hospedado en el hotel -- eso captó mi atención..

- ¿Poderoso? -- pregunté

- Así es, obvio no tanto como usted -- dijo al ver mi reacción -- tiene reservado la mitad del hotel y en esa parte tiene prohibido la entrada.

- ¿Porque hasta ahora me entero?

- Una disculpa señor, pero al saber que era solo por un par de días creí que no era riesgoso.

- Yo decidiré si lo es o no, que no se vuelva a repetir a menos que quieras perder tu trabajo...

- No volverá a ocurrir..

- Eso espero, ¿Cuál es el nombre de ese hombre? -- vi como su rostro cambio.

Asi que me di la vuelta..

- ¿Puedo ayudarlos? -- pregunté eran aproximadamente 8 hombres y todos estaban armados..

- ¿Quien es usted? -- su pregunta me ofendió..

¿Quien ignoraría mi existencia?

- Porque tendría que decirlo -- los rete un poco de adrenalina no vendría mal..

- Es eso o se muere -- sonreí al ver como me apuntaban..

Note como Fred se acercó con varios de los hombres..

- Bajaría el arma si fuese ustedes -- dijo Fred al llegar, apuntandolos

- ¿Porque lo haría? -- aproveche su distracción y lo desarme.

- Es eso o se muere -- repetí sus palabras..

- ¿Esta bien señor? -- me preguntó Frederick..

- De maravilla.. -- respondí -- Estos italianos se confundieron ¿No es así? -- pregunté, su acento era evidente

- ¿Como sabe quiénes somos?

- Porque les daría mis fuentes -- sonreí.. -- Quien de la mafia italiana está visitando mi hotel ¿Los Santorini o los Di Marco? -- vi como su cara reacciono al decir lo último.. -- por tu reacción debo suponer que los Di Marco -- sonreí.. -- Me dará gusto ver a Francesco.

- Por aquí... -- dijo el hombre..

- Frederick -- le hablé y mis hombres me siguieron.

Como había dicho la gerente, Francesco había reservado la mitad del hotel, sin duda tiene un buen gusto al elegir uno de mis tantos hoteles.

Cada vez que nos acercábamos había más seguridad.

- Pase -- dijo el hombre junto a la puerta-- Solo

- Claro, Frederick atentó -- él asintió

Abrieron la puerta y entré.

- ¿Quien se atreve a interrumpir mi almuerzo? -- gritó, su acento retumbó por toda la habitación

- La única persona que te ha dado millones Francesco..

- ¡Tom Hiddleston! -- dijo y el hombre que me había apuntado palideció..

- El mismo -- sonreí

- No pensé verte, digo por lo de tu imagen

Había intentado por años llevar legalmente mis negocios, pero en este mundo es imposible.

En una ocasión, la mafia rusa atento en contra mía al no aceptar un negocio en donde usarían mis bodegas para guardar drogas, armas y cualquier cosa que necesitarán.

En aquel entonces era un muchacho que aún no conocía realmente el mundo.

Así que con ayuda de Sebastian, me encontré con Francesco, el hijo del jefe de la mafia italiana, él me ayudo a reunirme con su padre y esté me ayudo a devolver el ataque a los rusos.

Desde entonces estamos aliados, al fallecer el padre, Francesco tomo su lugar y con esto los negocios se hicieron más grande eso sí con la única condición de que jamás se supiera la relación entre nosotros.

Con los años aprendí a meterme en el mundo de las mafias y con mucho esfuerzo y varias muertes, me gane el lugar que ahora tengo.

Me gane el respeto de la mafia italiana, la rusa incluso la de los Yakuza.

Lo cual tendrían que pensar dos veces el intentar atacarme.

En ese mundo podía deshacerme rápidamente de alguien pero en caso de Anastacia al estar debajo del ojo público se me ha hecho difícil.

Y es lo que más odiaba de esta situación..

- Mi imagen te ha dado muchos millones... -- dije volviendo a la realidad

- Eso no lo niego y es por eso que he respetado el tratado..

- Te lo agradezco

- Que modales los míos, por favor toma asiento

- Gracias pero que mal que no les enseñes modales a tus hombres..

- ¿De que hablas querido amigo?

- Se atrevieron a apuntarme -- abrió los ojos..

- ¿Quien? -- lo señale, me miró y asintió..

Sin pensarlo le dispare al hombre, no deseaba hacerlo pero para estar en este mundo no debes de mostrar misericordia.

- Me disculpo, no volverá a suceder.. -- sonreí

- Eso espero..

- Por cierto me enteré de la fusión de tu empresa, quise hacer acto de presencia pero...

- Es imposible -- asintió

- Vi las fotografías en internet y sin duda tu esposa es hermosa -- eso me puso alerta ..




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