Ya había pasado tres semanas desde lo ocurrido y un par de días desde que la señora Diana amenazó con quitarles a la niña.
Sebastian no había perdido el tiempo, ya había buscado, con ayuda de Robert y Ben, a los mejores abogados del país..
Estos jamás habían perdido un caso y estaban seguros que está vez no sería la primera.
- Hemos investigado muy bien el caso y lo aceptamos -- dijo uno de los abogados..
- Me parece perfecto -- habló Ben -- quiero que todo su tiempo esté en este caso, claro si la señora llegase a cumplir su palabra..
- No se preocupe, tenemos personal en todos los juzgados, si llegará a presentar la demanda seremos los primeros en saberlo. -- Habló otro de los abogados
- Eso espero..
- Se lo aseguro señor Stan..
- Bien, estaremos atentos por cualquier novedad. -- Los presentes se pusieron de pie..
- Un placer conocerlos señores -- se despidió uno de los abogados..
- Igualmente -- respondió Robert ..
Los tres hombres salieron directo a la empresa, tenían que darles las nuevas noticias a Peter.
Al llegar fueron rápidamente con él..
- No los esperaba hoy... -- dijo Peter al verlos
- Tan rápido te has fastidiado de nosotros -- habló Ben -- de Sebastian lo entiendo pero de nosotros..
- Si serás Imbecil -- respondió Sebastian..
- Claro que no -- Peter intentó disculparse -- solo que pensé que los vería hasta la cena..
- Lo que pasa es que el problema con Diana está resuelto -- habló Robert -- así que no tienes nada de que preocuparte...
- Me gustaría saber los detalles..
- En la cena hablaremos de eso ¿Que te parece? -- le preguntó Ben.
- Claro.. está bien..
- Bueno -- habló Robert -- Ire por Susan y los niños, desde que conocieron a la bebé están imparables..
- ¿También quieren verla? -- preguntó Ben y este asintió -- así me pasa con las niñas, están locas por la bebé..
- Bueno, nos vemos en la noche -- se despidió Robert y se fue..
- Yo también me voy chicos -- habló Ben..
- Claro, gracias por todo -- dijo Peter..
- No hay nada que agradecer, nos vemos en la noche...
Al verse solos, Sebastian y Peter siguieron con su trabajo.
- Había pensado abrir una de nuestras empresas en Italia -- habló Sebastian -- Bueno, Tom me lo había comentado el día de su cumpleaños..
- ¿Y lograron concretar algo?
- Él ya tenía el lugar, solo faltaba hacer la construcción...
- ¿Y porque no hacerlo?
- Siento que aún no es tiempo..
- No dejemos que esa idea se quede así, hay que hacerlo, se que no tengo voz ni voto pero..
- Claro que lo tienes, eres parte de la administración así que tienes todo el derecho de opinar...
- Gracias ¿Entonces?
- De acuerdo, empezaré a hacer los trámites...
- Cualquier cosa, la empresa de los Evans puede ayudar..
- Lo se, y ya tenemos que cambiar ese horrible nombre... -- ambos empezaron a reír..
- Estoy completamente de acuerdo, no podemos llamarlo GestArq porque solo hay uno en el país..
- Así es... El mejor.. -- dijo orgulloso Sebastian
- Claro.. -- se burló -- pensaré en nombres después hay que ir a casa -- dijo poniéndose de pie..
- Oh porfavor, ya tengo hambre..
- Tu siempre tienes hambre Sebastian..
- ¿Y eso debería ofenderme porque... ?
- Ya, ya.. andando, no hay que llegar tarde..
Sebastian sonrió mientras caminaban hacia la salida..
- Por cierto, ¿Ya has ido a las terapias?
- Dos veces a la semana.. eso me ha ayudado a no perder la cabeza..
- ¿Y con la doctora que está atendiendo tu esquizofrenia?
- También, tuvo que subirme las dosis..
- ¿Tuviste otro ataque? -- preguntó Sebastian preocupado..
- No, es solo prevención por todo lo sucedido..
- Me alegra, me preocupaba que todo esto te afectara...
- No lo hará...te lo aseguro -- este asintió
Salieron de la empresa y fueron hacia casa de Ana.
Antes pasaron a una cafetería en donde hacían un pastel delicioso.
Según Sebastian para endulzar el momento..
- Tenga -- dijo la encargada..
- Gracias preciosa -- dijo coqueto Sebastian haciendo que la chica se sonrojara.. -- ¿Me ayudas? -- le dijo a Peter dándole el pastel..
- Me adelanto al auto -- dijo Peter al tomar el pastel..
Sebastian asintió y después de pagar el encargo, dio la vuelta sin darse cuenta de que había una chica detrás de ella..
- ¡Si será imbecil! -- gritó está
- Lo lamento -- se disculpó Sebastian
- ¿Lamenta ser tan imbecil o tan descuidado? -- dijo mientras se sacudía el café de la ropa
- ¡Óyeme! -- grito Sebastian -- No por ser bonita tienes el derecho de insultarme... Ya me disculpé y si no es suficiente para ti... -- saco su billetera
- ¿Acaso intenta comprarme? -- preguntó ofendida la chica
- No tengo necesidad de comprar mujeres, el dinero es para otro café y para la tintorería... Además de grosera y mal hablada..mal pensada.. -- dijo serio.. -- además no eres mi tipo preciosa... -- sonrió al decir eso...
- Gracias por aclararlo, así podré dormir está noche.. -- respondió la chica..
- Claro, un placer -- sonrió -- adiós.
Sebastian camino hacia la salida con una sonrisa en su rostro, era la primera vez que salía de la rutina, la primera vez que no tenía control de algo y sin duda le gustó.
- ¿Todo bien? -- preguntó Peter..
- Claro, solo una preciosura a quien hay que enseñarle modales..
- ¿Y supongo que tú lo harás? -- Ya había aprendido a conocer a Sebastian y sin duda noto curiosidad en él..