Cap 70: Celebración

Sebastian caminaba hacia el lugar en donde Francesco tenía a Anastasia..

Al llegar, un olor insoportable llegó hasta él..

- ¡Que asco! -- se quejo mientras cubría su nariz.

- Qué lugar tan horrible -- respondió Ben quien estaba junto a él..

- Los italianos son demasiado...

- ¡Alto ahí! -- gritó Francesco -- No voy a permitir que hables mal de nosotros... -- dijo con ese acento marcado

- No iba a decir eso -- se defendió Sebastián -- simplemente iba a comentar que tienen gustos extraños..

- Claro, -- sonrió -- Somos personas elegantes pero la mujer que tenemos aquí no lo es así que no tenía la necesidad de darle tantas comodidades...

- En eso tienes razón -- habló está vez Ben. -- ¿Dónde está? Quiero verla.

- Claro... Por favor -- hizo un ademán con el brazo.

Empezaron a caminar hasta donde Francesco les indicó.

Al llegar encontraron a una mujer toda sucia, golpeada, llena de heridas..

Estaba tirando en un rincón de la habitación, el cual no tenía cama a excepción de una mesa.

- ¿Anastasia? -- habló Sebastián...

Ella al escucharla alzó la mirada, sus ojos estaban llenos de odio.

- ¿Te han estado tratando bien? -- preguntó Ben

- Claro que sí -- intervino Francesco

- Quiero oírlo de ella -- respondió fríamente -- ¿O ya le cortaste la lengua?

- No, aún la tiene. Al principio gritaba para que mis hombres se detuvieran pero después del segundo mes dejo de hacerlo.

- Malditos -- dijo en voz baja pero lo suficiente para que los tres hombres lo escucharán.

- Lo sabemos -- respondió Sebastián.

- Creí que ya no tenías ganas de hablar.. -- habló Francesco mientras se acercaba a ella y la ponía de pie.

La mujer hermosa y sensual había desaparecido en su lugar quedaba una mujer apestosa a falta de baño, su entrepierna estaba llena de sangre seca, al igual que sus brazos y su espalda, los cuales tenían marcas de azotes y quemaduras.

Sus labios antes carnosos estaban agrietados por la falta de agua y también por los golpes que le habían propinado los hombres de Francesco.

- Nunca te habías visto tan bien -- se burló Ben -- No sabes la satisfacción que siento al verte así.

- Me alegra -- respondió ella -- Lástima que no puedes decir lo mismo de tu bastardo.

Francesco al escucharla le propinó un golpe que la hizo ir directo al suelo.

- No tienes derecho de hablar maldita perra.. -- la tomo fuerte del brazo e hizo ponerse nuevamente de pie.

- No hay que perder el tiempo -- habló tranquilamente Ben.. -- Solo vine a ver lo que se ha convertido la gran Anastasia Evans y también para decirte -- se acercó a ella -- que jamás volverás a ver la luz del día, morirás aquí como lo que eres, una escoria.

- Así como el imbécil de Tom, -- escupió Anastasia -- no sabes lo mucho que disfrute asesinarlo, si no fuese por él, la insípida de su esposa y la bastarda lo estarían igual, pero bueno, me conformo con saber que me deshice de él y de tu hijo -- sonrió victoriosa.

- Si serás estúpida -- se burló Sebastián.

Este se alejó e hizo una llamada.

- Ya llegó... -- celebró Francesco..

La puerta se abrió llamando la atención de los 4.

Un par de sombras caminaban hacia ellos.

El rostro de Anastasia palideció más de lo que ya estaba al ver quién era esa persona...

- Esto no es posible, tu deberías estar muerto.. -- empezó a gritar

- Lamento darte malas noticias -- habló Tom quien junto a Robert habían llegado al lugar. -- Siempre debes asegurarte de que tu enemigo esté muerto.. -- sonrió..

- Me alegra verte recuperado amigo -- habló Francesco

- Gracias y te agradezco que le hayas dado estas atenciones..

- Un placer, te asegure que sería la zorra de la mafia y lo he cumplido, ahora puedo entregártela...

- No... -- gritó ella.. -- Porfavor no me entregues a él....-- pidió

- No se si sentirme ofendido o halagado, ¿Acaso le tienes más miedo a él que a mí? -- preguntó Francesco...

- Se que él me matara en cambio tú....

- También te matare pero tengo que demostrarte lo que sucede cuando engañas al jefe de la mafia italiana.

- Te lo pido, no me entregues a él...

- Anastasia ¿Rogando? -- Habló Sebastián -- Eso es algo imposible de creer..

- Tus súplicas no funcionarán maldita perra -- dijo molestó Francesco -- Llévatela Hiddleston.

- Sabes, creo que tiene razón. -- habló Tom -- Si la llevo, solo la matare y no disfrutaré su muerte, no soy muy bueno con las torturas.

- ¿Estás bromeando? El hombre que ha matado a más de 100 hombres ¿No sabe torturar? -- él asintió -- eso es imposible.

- Les doy una muerte rápida, además no quiero perder tiempo con ella prefiero estarlo con mi familia, además jure nunca asesinar mujeres y niños.

- Haz que tus hombres lo hagan.. -- pidió Francesco

- Mis hombres son algo delicados, no se manchan las manos con tan poca cosa. Hablaré con los rusos, estoy seguro que Darko buscará que hacer con ella..

- Ni me menciones a ese demente.. -- bufó Francesco. -- Ese hombre es el mismísimo diablo.

Darko Volkov, El Pakhan. El hombre más temido por todas las mafias.

Tenerlo como socio era como tener al mismísimo demonio de amigo pero tenerlo como enemigo, era prácticamente la muerte misma.

- Es él o que tú te hagas cargo -- habló Ben. -- Sabes perfectamente los modos de trabajar de ese hombre.

Estuvo varios minutos en silencio, a Francesco no le convenía incluir a los rusos ya que sería deberle un favor.