Vivir con mi ansiedad

Vivir con ansiedad es como estar atrapado en el «círculo vicioso del temor».

Imagina que, un día, sin previo aviso, sientes una fuerte presión en el pecho. Lo primero que piensas es, "¿qué me pasa?, esto no es normal", y ese miedo inicial activa el malestar, generando una retroalimentación que cada vez aumenta más la ansiedad.

Lamentablemente la ansiedad debemos aceptarla, y afrontarla.

En mi punto de vista, porque si nos dejamos manipular por ella dejamos que se adueñe de nuestras emociones y nuestro cuerpo, yo hablo por mi experiencia, osea, si dejas que ella sea la que dirija tu vida vas a terminar peor de lo que estabas y cómo vas a hacer para acabar con ese círculo vicioso, obvio no podrás.

Un día de pronto sientes que ya no eres la misma de antes, primero sin apenas esperarlo, empiezas a sentir sensaciones tan raras y tan fuertes, que pareciese que todo va a acabar en ese momento... Te falta el aire, sientes calor y frío al mismo tiempo, pareciese que el corazón se te va a salir del pecho, ganas de vomitar todo pasa tan rápido una sensación a otra que solamente piensas en que necesitas ayuda porque ese es el final.

Así Me siento.

Pero, me controlo, ahora me controlo.

Yo siempre he sufrido ansiedad. Desde que era muy pequeña me he sentido nerviosa, muy insegura, pero no le había puesto un nombre. Recuerdo que en primaria tenía problemas para relacionarme porque pensaba constantemente en qué iban a pensar de mí, y eso me generaba un malestar dentro que me daba muchos problemas, además de eso era la clase de chica mala que siempre buscaba problemas para llamar la atención molestando a los demás, me escapaba de mi casa y eso era mi sentencia porque mi tía me estaba esperando lista para un regaño, era totalmente distraída, vuelvo y repito aun no sabia que nombre ponerle a lo que sentía en ese momento.

Lo de no dormir empezó a convertirse en algo que me pasaba muy a menudo y aun con mis casi 32 años ese es un problema ara mi, poder dormir, no lo logro la verdad.

la ansiedad no creo que desaparezca (es algo que forma parte de mi carácter) hoy en día puedo decir que se puede controlar y aprender a vivir con ello totalmente. Pero siempre hay que pedir ayuda, no sirve de nada si te lo guardas dentro.

Bueno, es un consejo que yo claramente no sigo porque me cuesta hablar, pero trato de tener control de mi misma y mis pensamientos por mi hijo.

Aun siento ganas de llorar y no se el porque.