Antes de dormir, piensa en mí

A LA ORILLA

He perdido la razón, salgo de casa con mi alma aferrada a la puerta. Me pide volver, pues sabe perfectamente que regresaré destruida, lo sé y aun así mis pies continúan. Mi corazón se acelera, pero yo sólo quiero verte.

La fría y nublada mañana me animan para continuar y tomar valor. Me detengo justo en la cima de la colina, la casa se ve lejana, pero yo consigo verte.

Estás ahí, sentado en tu sillón, tu familia te rodea y pareces feliz. Parece que lo tienes todo, nada te falta, no necesitas de nada para tener esa sonrisa.

No puedo dejar de verte. No quiero que mis ojos vean otra cosa que no sea tu cara. Tomas la taza de té que alguien te ofrece y vuelves a sonreír.

Volteas y esa calidez en tu rostro se apaga, la tristeza llega y se acomoda en ti. Parece una eternidad, pero son sólo unos segundos, los necesarios para darme cuenta que debo irme.

No dejas de mirar hacía los árboles, probablemente preguntándote si mi triste imagen es una ilusión o algo real.

Diriges la mirada hacía tus familiares, tal vez esperando que alguno de ellos no me haya visto por error. Entiendo perfectamente que no soy recibida ahí.

Avanzo, no puedo llorar, he agotado las lágrimas, he agotado mi vida a la orilla de esta colina.

 



#8250 en Otros
#2478 en Relatos cortos
#2603 en Joven Adulto

En el texto hay: desamor, pensamientos, amor

Editado: 25.03.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.