Como si todo lo que digas fuera un peso.
Un peso en la mente.
Como si todo lo que hagas fuera un alfiler.
Un alfiler clavado en el alma.
Como si todo lo que vieras fuera un veneno.
Un veneno para pudrir el espíritu.
Porque cada vez que intento avanzar, un pasado me quiere alcanzar.
Porque cada vez que quiero luchar, un miedo me obliga a mermar.
Porque no es una lucha contra otro individuo, sino una lucha con mi demonio embravecido.
Mi propio miedo, mi propio odio, mi propia pena.
Mírame aquí, de rodillas, llorando por luchar.
Combatir para controlar ese demonio embravecido
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Editado: 20.04.2021