Capítulo 14

— ¡Lo tengo! — Fue la expresión que soltó Carolina al reaccionar— Pude ver la primer runa que está en el aula de clases.

— ¡Perfecto! , Vamos por ella . 
Tomamos todo lo necesario y salimos en busca de nuestra primera runa, no puedo negar de que sentía nervios porque en verdad si que los sentía, Carolina y yo nos dirigimos hacia la puerta de la habitación pero Iván nos interrumpe.

— ¿ A dónde van?— es la pregunta que nos interrumpe de golpe.

— Vamos a buscar la runa ¿Qué ese no era el plan?— Respondí muy confundido.

— Si, pero nos tomará más tiempo llegar hasta el instituto. Mejor yo los llevo.

— ¿ Y como nos llevarás hasta allá? — pregunta está vez Carolina.

— Tele transportación.

Al salir esa palabra de la boca de Iván, desaparecimos y nuestros cuerpos se convirtieron en pequeñas partículas viajando por el aire. Una sensación extraña invadió mi cuerpo al llegar a nuestro destino, llegamos al centro del salón de clases, como no faltaba siempre el torpe en todo los grupos de amigos, no tuve buena llegada a través de la tele transportación y caí encima de ciertas sillas que estaban en atravesadas. Una vez recuerdo mi postura, Iván añade: 
— Necesitarán de esto para materializar la runa — Dice Iván estirando su mano hacia Carolina con una varita.

— ¿Una varita? ¿Ahora eres mago?

— No necesariamente los magos usan varitas.

— ¡Está bien! — Continúa Carolina agarrando la varita.

— Párate en frente de la runa y repite las siguientes palabras “como hierro caliente te fundirás y te materializarás hasta en mi mano quedar”, una vez recitadas estás palabras la varita de activará haciendo su trabajo.

— ¡De acuerdo! — Inició Carolina acercándose a la runa — “Como hierro caliente te fundirás y te materializarás hasta en mi mano quedar” — La varita comenzó a hacer su trabajo como Iván lo había dicho, finalmente la runa cayó en las manos de Carolina. — Muy bien, la tenemos — fue su expresión de alegría — ¿Y ahora que?.

— ¡Muy bien! Acaban de encontrar la runa ‘chif’ la encargada de abrir el portal — Continúa Iván la conversación tomando la nueva runa y observándola — Ahora tenemos que ir por las otras cinco.

— Creo que deberíamos ir a casa — Agrego yo — a tomar la runa que está en la tabla con la que me comuniqué con Alex.

— Prepárense nuevamente.

— Para… — Iván nos tele transporta hacia mi habitación.

Nuevamente como si la tele transportación no fuera lo mío, caigo otra vez perdiendo el equilibrio, pero tengo la suerte de caer en mi cómoda cama — Que buen aterrizaje.

— Y… ¿Dónde está la tabla Luis? 
— Justo por aquí — Camino hacia el segundo cajón de mi escritorio 
— Muy bien, es tu turno de obtener la runa.

Debo de aceptar que mis nervios invadieron todo mi cuerpo al escuchar esas palabras, mi corazón comenzó a palpitar muy rápido, tanto así que pensé que me iba a dar un infarto. Carolina estira el brazo entregándome la varita, pero al tocarla provocó una gran descarga eléctrica que me hizo caer al suelo.

— ¿Qué pasó? — Pregunta esta vez Carolina Iván.

— Al parecer Luis no es compatible con la varita.

— ¿Porqué?

— Probablemente no sea digno de portal el poder celestial, eso mismo sentí al momento de elegirlos, por eso te elegí a ti y al parecer la varita también, así que tú vas a ser la encargada de obtener las runas.

— Estoy bien, gracias — Fueron mis palabras al recobrar la memoria y ver qué Iván y Carolina hablaban y no hacían nada.

— ¡Oh Luis! — Fue lo que escuché mientras me ayudaban a levantar. 
 

***** 
 

Luego de recuperarme perfectamente de la eléctrica situación, Carolina toma la tabla y comienza a materializar la nueva runa — ‘Como hierro caliente te fundirás y te materializarás hasta en mi mano quedar’ — al terminar de decir las palabras, la varita nuevamente hace su “Magia” materializando la runa en la mano de Carolina.

— ¡Genial! Obtuvimos la runa ‘Chaf’ para poder cerrar el portal de vuelta.

— ¿Y cómo encontraremos las otras runas ahora?

— Solo llevamos dos runas sin contar la que está ya descubierta en la mesa, que es la runa ‘Llave’ llevamos tres (Chif, Chaf, Llave) solo nos haría falta las otras tres ( Parabatay , celestial e infernal), tenemos mucho trabajo por hacer, pues son más difíciles de obtener.

— ¿Cómo?

— Luis ¿Estas en casa? — es la voz de mamá, sí mamá está aquí y nos descubrirá.

Iván , Carolina y yo nos miramos las caras rápidamente asombrados por lo que acabamos de escuchar — Es momento de esconderse, por favor que no salgan, mamá no los puede ver o estaré en graves problemas — Añado  mientras empujo a Iván y Carolina hacia el closet escondiéndolos rápidamente.

— Si, estoy en mi habitación. 
Luego de actuar normal, mamá entra en la habitación.

— ¡Oh! No te Vi entrar, solo escuché que ¿Hablabas con alguien?

— No, no hay nadie con quien hablar mamá.

— Juro que escuché unas voces y creo que una de ellas era la voz de Carolina.

— No, como crees. No hay nadie.

— Espero que no estés desobedeciendo mis reglas, sabes que no quiero que entres a ninguna mujer mientras que no estoy o a escondidas de mí, sabes que no quiero ser abuela todavía.

— ¡Mamá! Por favor, no hay nadie.

Mamá insatisfecha, comienza a revisar la habitación, entrando en el baño y abriendo todo a su paso, desde los cajones de las mesas donde muy bien puede entrar una persona. — Mamá ¿Qué estás haciendo?

— Me aseguro de que no me estés mintiendo.

Mamá continúa su búsqueda mirando debajo de la cama, en los tanques de la ropa sucia y …. Oh.  ¡Por Dios!, Se está dirigiendo hacia el closet. Solo puedo mirarla súper nervioso acostado en mi cama fingiendo de que todo está bien y que estoy solo en mi habitación, pero en realidad tengo el corazón acelerado, como si fuese un carro de carreras con un motor de mil caballos de fuerzas y hubiese pisado el acelerador hasta el tope. Ya sé podría imaginar lo que estoy sintiendo en estos momentos. Al llegar a la puerta del closet, mamá abre la puerta de golpe y para sorpresa mis y no para mamá ya que ella esperaba encontrar algo, en el armario no había nadie, estaba solo mi ropa, Carolina e Iván habían desaparecido del closet. Todo esto fue como si de repente el carro que contaba con un motor de mil caballos se detuviese de impacto, como si hubiese pisado el freno a tope calando mis nervios y volviendo a mi corazón a palpitar normalmente.