-Tenemos que hablar - Dijo Carolina al percatarse de que había despertado.
- ¿Hablar sobre que?
- De lo acabó de pasar.
- No pasó nada, solo fuimos a buscar la runa para poder salvar a Alex.
- Luis, por favor. Toma las cosas en serio.
- Las estoy tomando en serio, no quiero recordar la vez que mi Ex novia - Dije haciendo énfasis en "Ex Novia" - Me traicionase con un hombre que llegó hace algunos días y que ni siquiera se conocen muy bien. Déjame decirte que eso da de que hablar de ti y créeme que no son cosas buenas.
Iván al parecer decide dejarnos solos, sale de la habitación cerrando la puerta, parece que interrumpía nuestra privacidad.
- Solo fue el momento - Continuó Carolina- después de que nos tele transportamos de tu closet, Iván cayó encima de mi, como lo viste. Nos miramos fijamente y solo surgió ese beso de la nada, pero no significó nada. Lo juro.
- El beso, probablemente no haya significado nada. Pero ¿Qué hay de sus dedos? Entraron en ti y vi como lo disfrutabas.
- Eso no fue nada.
- ¿Qué no fue nada? Casi tienen sexo ¡¡¡por Dios!!!!.
- Pero no pasó. Es lo importante. Créeme que Iván no me interesa en lo más mínimo, solo que me dejé llevar por el momento. Al igual tu aceptaste que el era más atractivo que tú y no me pude contener. Pero créeme en que pensé en ti y decidí no hacerlo. Por favor perdóname de verdad.
- No sé si pueda hacerlo. - Respondí dándole la espalda y mirando por la ventana de su habitación.
Carolina abraza mi espalda y susurrándome al oído dice:
- ¿Sé cómo arreglar esto?
Carolina y yo llevábamos siendo amigos desde pequeño y un año de novios, ella sabía perfectamente mis debilidades y está vez decidió ponerlas en práctica.
- ¿Cómo? - pronuncié mientras que Carolina sigue hablándome al oído.
- Así - Carolina comienza a lamer mi oreja y pasar sus manos por todo mi cuerpo.
- Detente, ¡por favor! - Le digo pero mi nivel de excitación se eleva exageradamente.
- Créeme que no lo haré.
Carolina comienza a darme besos sobre mi cuello haciéndome sentir su respiración. Volteo hacia ella sabiendo que caeré en su trampa, pero no me importa, sé que sin ella no puedo seguir adelante y a demás se ha convertido en una pieza clave para ayudar a Alex, así que decidí seguirle el juego. Caímos en su cama, yo caí encima de ella. Pude abrir sus piernas para rozar mi entrepierna con la suya, todavía teníamos ropa puesta, pero eso no evitaba de que me cause placer y al parecer a ella tampoco.
Carolina detiene los besos por un momento y decide arrancar mi suéter de una manera salvaje, estaba hambrienta porque la penetrase aunque yo sabía que solo lo hacia para poder obtener mi perdón, yo solo me dediqué a gozar el momento. Pero como lo bueno dura poco, pasó lo que Carolina y yo no hubiésemos creído que pasaría en un momento y menos en uno tan importante como éste.
- ¡De prisa ! Debemos...- Dijo Iván interrumpiendo nuestro momento, con una cara de que no sabía en lo que estábamos y sintiéndose avergonzado dijo - Lo siento, no sabía que estaban... No importa, debemos ir por la runa infernal.
Carolina reaccionó tapándose con las sábanas de su cama, por mi parte vi a Iván a la cara y pude ver en ella preocupación. No dudé brevemente en preocuparme yo también, ya que lo que estábamos haciendo era por mi hermano.
- ¿Qué pasa?
- Es momento de conseguir la runa Infernal, creo que estamos perdiendo mucho tiempo.
- Pero acabamos de llegar del... - Entre menos tiempo perdamos será mejor - Me interrumpió Iván antes de que pudiera completar la frase que me disponía a decir.
- Muy bien, Vamos.
Una vez vestidos, salimos de la casa de Carolina nuevamente. No faltaba mucho para que cayera la noche, hacia frío y no estábamos lo suficientemente abrigados. Carolina colocó sus manos sobre sus brazos frotándolos para darles un poco de Calor.
- Debemos darnos prisa - Dice Iván que iba caminando a pasos rápidos delante de nosotros.
- ¿ A dónde vamos?
- Debemos ir a un callejón que debe de estar por algún lado- Respondió Iván - Exactamente por aquí - Completó entrando a dicho callejón.
- ¿Y que haremos aquí? - preguntó está vez Carolina.
- Es la entrada al mismísimo infierno - Contestó Iván señalando una alcantarilla mientras que Carolina y yo nos veíamos asqueados.
- ¿Y porqué no nos tele transportamos? - Pregunté.
- Deberás que son...- Iván se calló - Les recuerdo nuevamente que soy un ser Celestial. No puedo entrar al infierno.
Carolina me miró con ganas de reírse, mientras que yo avergonzado golpeo mi frente con mi mano en señal de vergüenza.
- Entonces... ¿iremos solos?
- No, él los acompañará - Respondió Iván señalando hacia la entrada del callejón.
Pude observar una silueta de una persona alta que a juzgar por su físico parecía ser un hombre, y en efecto así era.
- Les presento a Asael, él los conducirá hasta inframundo.
Asael salió de entre la oscuridad dejando ver su verdadera apariencia, era otro Ángel - Que Sorpresa- pensé en tono muy obvio ya que los dos eran ángeles creados por el mismo ser supremo, solo que una sola cosa los distinguía. Asael estaba en su forma original de ángel, pero tenía ciertas diferencias a lo que había visto de Iván como por ejemplo las alas, Asael portaba alas negras, mientras que Iván alas blancas. Iván tenía unos pies hermoso, mientras que Asael tenía unas pies horribles, con ciertas heridas en ellos. También pude notar que Iván transmitía felicidad mientras que Asael transmitía odio y rencor.
- Asael es como mi hermano, nos crearon a los dos el mismo día. Pero lastimosamente Asael fue expulsado del cielo y condenado al fuego por el resto de su vida. Él, al igual que yo cumple misiones cómo estás y déjenme decirles que por suerte no le asignaron el caso de Alex a él, porque si no estaríamos en grandes problemas ya que Asael es uno de los mejores demonios en llevar almas al infierno. - Concluye Iván - Muy bien, adelante.
#7671 en Thriller
#4310 en Misterio
#13710 en Fantasía
#5218 en Personajes sobrenaturales
Editado: 02.02.2021