Antes De Ti

CAPITULO 19

Adam vino de visita no solo por mi cumpleaños sino porque según él, tiene noticias para la familia. No sé qué pueda ser esta vez, ¿Algo relacionado con su carrera?

Por la noche él siguió insistiendo con eso del chico que supuestamente me gusta (que sí me gusta) finalmente le tuve que decir parte de la historia aunque oculté algunos detalles.

—Déjame entenderlo mejor. —Dijo rascando su mentón—. Tú fuiste a la escuela el primer día sin Eddy y una chica se hizo tu amiga pero tiene un hermano que no fue agradable, luego Eddy se enamoró de ella y su hermano comienza a ser amigable contigo pero en una fiesta tú… bailaste con otro chico que no se lleva bien con el otro y su hermano se enojó contigo porque irás al baile con él.

Asentí varias veces. —El drama de mi vida, dos chicos y ambos son… complicados.

Respiró profundamente haciendo que su abdomen se contrajera. —Bueno, no sé qué decir. Eddy nunca ha estado enamorado. ¿Te gusta ese chico, no?

— ¿Rilley? Es agradable pero luego dice cosas que no estoy de acuerdo y eso me hace arrepentirme de querer salir con él o ir al baile.

—No. —Interrumpió mi hermano—. Él no, ese Donny, ¿Así se llama, no?

— ¿Crees que me gusta? —Pregunté recordando como mi madre había señalado un posible enamoramiento entre Donny y yo.

—Creo que tú le gustas. —Afirmó calmadamente.

— ¿Qué? —Quise decirle que estaba equivocado pero mordí mi lengua antes de poder decir algo. Adam se acercó a mí y estaba riendo.

Adam niega mientras ríe. —Incluso te pones nerviosa, Cariño. Supongo que si te gusta. —Junta sus cejas—. No me gusta que te guste alguien, deberías salir con chicos hasta los cuarenta.

— ¡Oye! —Me quejé mientras aun no podía hablar muy bien por el dolor de la lengua—. Para tu información no me gusta Donny, solo creo que él me confunde y no creo que yo le guste, creo que solo quiere ganarle a Rilley.

Adam suspiró. — ¿Quieres saber si le gustas? Deja que te vea con otro chico —señala—. Bueno, por lo que me dijiste él ya se puso celoso por ti.

— ¿Celoso? —pregunté.

Adam se encogió de hombros. —Mira Diana, ninguno de esos chicos me agrada porque ambos te están causando estrés y tú deberías ser tratada como princesa pero si tuviera que escoger —me señaló—. Escogería que tu tomes la decisión, quizás puedes no escoger a ninguno.

Asentí.  —Tienes razón.

Adam comenzó a alejarse y me vio una vez más. —En realidad preferiría que no escogieras a nadie.

Puse los ojos en blanco y él río.  

 

Eddy me dijo que hoy se iría más temprano para pasar por Anne y llevarla a la escuela, le pregunté si yo podía ir con ellos y me respondió que había hablado con Adam y él lo hará, él me llevará a la escuela en su lugar.

Así que ahora estoy de camino a la escuela en el auto de Adam. Él me cuenta un par de cosas que la han sucedido, cosas relacionadas con el trabajo y cosas así. Yo le hablo de la escuela, ya no menciono a Donny o a Rilley, solo a otras personas como Matt y Anne.

Llegamos y él se estaciona a un lado de la entrada, se quita el cinturón y yo frunzo el ceño. — ¿Qué haces? —le pregunto.

Adam se encoje de hombros. —Em, iré a dejarte a la escuela.

Bufo. —Oye, ¿Estas bromeando? Ya no tengo diez años, ¿Podrías no hacerlo?

Adam coloca su mano sobre mi cabeza —Diana, mi trabajo como hermano mayor es avergonzarte así que, vamos pequeña.

Suspiro. —Adam, no lo hagas —pido cerrando los ojos pero es demasiado tarde pues él ya se bajó del auto y tomó mi bolsa para cargarla.

Tira de mi brazo. —Vamos hermanita.

—Te odio —esto es un castigo de algo que hice en mi vida pasada, sin duda—. Eres peor que Eddy.

Adam suelta una carcajada y me arrastra fuera de su auto. —Deja de llorar, dices que ya no eres una bebé pero estas siendo toda una niña llorona.

Lo empujo para que me suelte el brazo. — ¿No te cansas de avergonzarme? Pensé que cuando ustedes se fueran de la casa dejarían de hacerlo pero solo regresaste para cumplir con tu misión de atormentarme, ¿no?

Coloca su brazo sobre mis hombros —Niña, espera a que vengan Ben y Chris, será como en los viejos tiempos cuando apartábamos a los chicos de ti y no dejabas de sonrojarte por la vergüenza.

Suspiro mientras Adam me obliga a caminar con él abrazándome por encima de los hombros. —Oye tonto, las chicas te están viendo —le digo cuando pasamos al área del estacionamiento escolar y la mayoría de las chicas se voltean.

Adam arruga la nariz. —No las culpo pero que no se emocionen, para mí se ven como de cinco años.

—Si porque ya eres un anciano, ¿no? —bromeo bajando el rostro, fallando en mi intento que las personas me reconozcan.

Adam mira a su alrededor mientras camina un poco más lento. —Ahora dime quien es el chico que te molesta, cualquiera de los dos.

Mi estómago se hunde. —No Adam, ni se te ocurra ir a defenderme como si fuera una niña —intento escapar de él pero me toma de los brazos y me obliga a permanecer a su lado—. Adam por favor, te lo ruego, regresa a tu ciudad y no vuelvas.

Adam ya no está caminando, está volteando como si él supiera como lucen Rilley o Donny. Sé que no le dije mucho de su apariencia, no lo suficiente para que sea capaz de reconocerlos así que dudo que lo haga. Solo tengo que huir de mi hermano y así escapar de las miradas curiosas.

Me doy cuenta de algo, las personas aquí no pensaran que somos hermanos, él y yo no nos parecemos mucho solo compartimos nada más que la misma forma de las cejas, su cabello rubio y el resto de su cara es totalmente distinta a la mía. Él se llevó la lotería genética, al igual que el resto de mis tontos hermanos suertudos. Él es alto, con cara de modelo y todo eso.

—Oye tonto —le doy un golpe en el brazo—. Dame mi bolsa, ya me voy o pensarán cosas que pronunciarlas me producen nauseas.

Adam rueda los ojos. —Nadie nos está viendo, solo quiero hablar con uno de esos chicos que te molesta.




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