CAPITULO 20

— ¡Diane! —Melinda se acercó a mí luego del segundo periodo—. Diane, ¿Le hablaste a tu primo de mí?

Mi primo —Melinda, Donny no...

Ella me ignora mientras suelta un largo suspiro. —Diane, ¿Puedes creer que Donny me rechazó? —si puedo creerlo—. Pero no solo eso, ¿Puedes creer que irá al baile con alguien más?

Un momento, ¿Irá con alguien más? Sé que no tengo derecho a enojarme por eso ni nada pero ligeramente ayer me invitó a mí. Vaya, sin duda tiene su ventaja ser como él, si te rechazan solo vas por la siguiente chica. — ¿Quién es? —pregunto.

Melinda recuesta su cabeza sobre mi hombro como si fuéramos amigas desde hace mucho tiempo. —Pues no sé, alguna tonta que babea por él —zapatea el suelo—. No es justo Diane, literal nos veríamos tan bien juntos, ¿no lo crees?

Muerdo mi labio. —Pero, ¿Cómo lo sabes?

Resopla y se despega de mí. —Porque le dije algo así como “Oye, ¿Cuándo me invitaras?” y él solo se río, ¡Se río, Diane! Y me dijo que ya había invitado a alguien más y que aceptó, creo que es una de tercer año, de todas formas son las más fáciles de convencer.

Asiento. —Lo siento por ti —le digo pero realmente, me siento mal. Muy mal. No sé porque me molesta tanto saber qué hace unas horas él estaba cerca de mi rostro pidiéndome que fuera con él, ¿Por qué actúa así?

Eso solo demuestra que no le gusto realmente, únicamente me ve como un desafío o como la chica que puede arrebatar de Rilley, su enemigo. Soy tan tonta por seguir creyendo que algo puede pasar entre nosotros, ¿Por qué no puedo dejar de alimentar estas tontas esperanzas? No, no soy yo, ¡Es él! Es Donny quien se acerca y actúa como si sintiera algo por mí cuando no lo hace.

Pero, ¿Por qué? Si no me quiere solo debería alejarse de esa forma sería mucho más fácil olvidarlo porque cuando vuelve y actúa de esa forma, con sus sonrisas y sus miradas intensas, vuelve a robarme los suspiros y meterse aún más en mi mente.

—Ósea, no me importa —sigue Melinda—. Sé que podré salir con cualquiera, estaré bien pero, ¿Cuándo admitirá sus sentimientos por mí?

Asiento viendo al vacío. —Debería ser más claro con lo que siente, ¿no?

Melinda junta sus manos y sacude su cabeza varias veces. — ¡Exacto! Digo, solo debería confesar lo que siente por mí.

La miro y me encojo de hombros. —Tal vez deberías olvidarlo, ¿no crees? —ese consejo es para mí, no para ella.

Melinda sonríe. —Diane, él y yo estamos hechos el uno para el otro, estoy segura que le gusto y sé que le he gustado por mucho tiempo pero después de su pelea con Rilley él se apartó un poco y pues, nada, seguramente cree que mi lealtad está con Rilley pero si fuera su chica estaría a su lado.

—Melinda, tengo que ir a clases —le digo y ella se aparta.

Sonríe de lado. —Igual intenta convencerlo, ¿sí? Eres su prima, te escuchará.

Únicamente asiento, no sé porque piensa eso pero la dejo en su confusión. Yo me aparto y voy a clase mientras siento una sensación extraña dentro de mí, como si quisiera llorar pero no sé por qué.

O tal vez sí lo sé, tal vez es por eso que dijo Melinda. Donny con alguien más, Donny jugando conmigo y remplazándome rápidamente. Donny, quien no me quiere en absoluto. Quien no siente nada por mí. Quien pensé que tal vez, algo podría suceder.

Tonta.

Durante el almuerzo me escapo de Rilley antes que me busque para ir a comer juntos y camino alrededor cuando Anne se acerca sonriendo y entrelaza su brazo con él mío. Últimamente no he pasado mucho tiempo con Anne pero siempre que nos vemos en clase, ella y yo platicamos tanto como es posible.

— ¿Te sientas con nosotros hoy? —Hace un puchero—. Sé que todos quieren estar contigo pero yo te extraño mucho, ¿sí?

Sonrío, Anne es como una vitamina de felicidad que te hace sentir mejor. —Claro Annie.

Ella me suelta para abrazarme. —Genial, de verdad que me hiciste mucha falta y sé que Eddy y yo hemos estado, pues, saliendo y eso pero no significa que no quiero pasar tiempo contigo, ¿Lo sabes, no?

Asiento —Lo sé, no importa.

Ella vuelve a entrelazar su brazo. —Entonces Diana, ¿Qué vas a comer hoy?

Niego —No tengo mucha hambre.

Ella tuerce la boca. —Bueno pero, después de la escuela podemos ir a comer algo, ¿te parece? Creo que deberíamos salir más todos juntos, es divertido así.

Le doy un empujón suave. —No tienes que llevarme a tus citas con mi hermano.

Ella abre sus ojos y se sonroja. —Diana, no, yo… mira, Eddy y yo…

Suelta una risa corta. —Anne, está bien —la miro con una sonrisa para tranquilizarla—. Eddy no pudo salir con alguien mejor, tú eres la única chica que dejaría que saliera con él.

Ella se ríe tímidamente. —Gracias Diana, te adoro, ¡Eres la mejor amiga del mundo!

Llegamos a la mesa, Donny y Eddy ya están sentados. Eddy está frente a Donny así que cuando nos acercamos yo me iba a sentar al lado de mi hermano pero Anne se mueve y se sienta primero. Claro, están saliendo así que se van a sentar juntos.

Miro el asiento al lado de Donny y suspiro cuando me siento, él ni siquiera voltea para saludarme.

—Diana —Eddy habla—. ¿Todo bien con el viejo Adam? Me envió un mensaje extraño.

Ruedo los ojos mientras recuerdo lo ocurrido. —Es un tonto, lo mataré.

Anne me mira y luego a Eddy. —Un momento, ¿otro de sus famosos hermanos estaba aquí y no lo conocí? ¿Cómo es? ¿Se parece a ustedes? ¿Es Adam Adams, verdad? Claro que es Adam Adams, es su hermano.

Eddy y yo reímos, Donny solo suspira. —Sí es Adam Adams —Eddy confirma—. Digamos que se parece a mí, no mucho a Diana y bueno, no sé, cae bien pero es mi hermano así que no sabría decirte.

—Oh —Anne asiente—. Genial, sus padres son geniales me imagino que sus hermanos también.

Eddy se encoje de hombros. —Los Adams somos personas geniales, excepto la bebé mimada Diana Darling.