CAPITULO 23

Mientras caminaba por los pasillos me di cuenta que mi vida podría ser una mala película barata. De esas que los directores renuncian antes de terminarlas y se queda sin la escena final. Sin el final feliz. Es enserio, muchas veces he llegado a momentos de mi vida donde me pregunto si se puede volver a como todo era antes o esto realmente ha terminado.

Pienso que en realidad, yo pretendo ser alguien. Diana la chica normal, la que vive una vida normal con su familia normal. A veces siento que no tengo derecho a sentirme mal por nada, que tengo que fingir y ya, ser la persona que todos creen que soy.

Ahora que mi vida se ha convertido en algo raro, mi hermano que era como mi mejor amigo me ignora y me siento más sola que nunca a pesar de estar rodeada de personas, estoy comenzando a sentirme como siempre lo he hecho pero me pregunto, ¿Cuánto más tendré que seguir fingiendo?

—Diana. —Matt se acercaba junto con Melinda y Rilley.

Traté de sonreír pero mi sonrisa se distorsiono en el camino y no hice mayor esfuerzo en componerla.

— ¿Todo bien? —Preguntó Rilley quien se acercó y yo me alejé un poco disimuladamente.

Asentí. —Sí —a la hora del almuerzo me escondí en la biblioteca, no contesté los mensajes de Rilley y a él no pareció importarle mucho porque la siguiente vez que lo vi, estaba hablando con una chica muy cerca.

De todas formas ya acepté que Rilley y yo no somos compatibles.

—No pareces estarlo. —Aseguró Matt. Sus ojos me miraban con preocupación. Después de todo, él era el único amigo que había hecho desde el comienzo que no había perdido.

—Yo… —Las palabras no lograban salir. No confiaba en Melinda, en Rilley tal vez y confiaba en Matt pero hablar de todo lo que pasaba por mi mente no parecía una opción. No quería abrir mi corazón enfrente de ellos—. Ayer por la noche me quede viendo películas de terror y no dormí bien, por eso estoy cansada.

— ¡Eso no es problema! —Anunció Melinda sonriendo—. El maquillaje puede ayudar.

—Sí. —Rilley tomó mi mano y me atrajo hacia el—. Todo está bien, de igual manera te ves bien.

—Bueno, estas en buenas manos —mira a Melinda y a Rilley—, tengo que irme, cuídenla, ¿sí? Nos vemos. —Matt se despidió y caminó lejos de nosotros.

Melinda, Rilley comenzaron a hablarme de varias cosas, ahora tenemos clase juntos así que agradecí que al menos estaban hablando de algo y así podía distraerme un poco. Estábamos platicando acerca de algunos profesores y que tan aburrida era la clase de química cuando mi mirada se dirigió al fondo del pasillo, ahí Donny, Anne y Eddy estaban entrando. Ellos sonreían y hablaban entre ellos. Incluso Donny, reía alegremente.

—Mira Mel, ahí está tu novio. —Dijo Rilley burlándose.

Melinda giró sus ojos. —Donny es tan difícil. ¿Hablaste con él, Diane?

—No he tenido la oportunidad, no nos llevamos bien —digo.

—Te entiendo. Su hermana es casi igual. Digo, a veces es rara ya sabes. —Habló Melinda—. Siempre sonriendo y siendo amable. Así no llegaras a ninguna parte, no puedes ser amigo de todo el mundo. La gente nos admira porque somos exclusivos no como ellos.

—Totalmente. —Acordó Rilley.

—Pero… no son tan malos. —Agregué y no puedo creer que aún estoy defendiéndolos, no es que Anne merezca malos comentarios pero, no debería importarme si hablan mal de Donny, al final creo que es su culpa que ahora me sienta apartada.

— ¡Claro que lo son! Aunque Lenny es más amigable que Donny —Melinda rueda los ojos.

— ¿Lenny? —Le pregunté a Melinda. Recuerdo que había dicho ese nombre el día que la conocí.

Ella sonrió y asintió. —Sí, la rubia —ríe—. Tu prima supongo, ¿Que son de todas formas? ¿Primos lejanos o algo así?

—Nosotros no… —intento aclararle su error.

Eddy y ellos pasaron justo enfrente de nosotros pero ninguno de los tres lo notó, mientras que Melinda no dejaba de hablar de cómo Anne siempre usaba vestidos y que eso no estaba de moda y Rilley seguía estando de acuerdo con ella. Y sentí como si alguien me encerrara en un vaso de vidrio. Como si la vida fuera del vaso no encajara conmigo. La vida y yo nunca encajaríamos.

¿Acaso era popular? Rilley era definitivamente popular. Melinda y Jessica eran unas de las chicas más populares de la escuela y literalmente los chicos morían por ellas. Siempre viendo las piernas de Melinda o el escote de Jessica. O viceversa. Pero yo no me sentía popular, tampoco era parte del grupo de Anne y los chicos. Era simplemente yo y ya.

Mi vida pasó de ser cenas familiares y ver televisión con Eddy en las tardes mientras comíamos dulces o patatas fritas a ser la chica de Rilley Thomas, la amiga de Jessica Robinson y Melinda… cual sea que sea su apellido. Esto no se siente bien. Sé que muchas chicas amarían la rapidez en que Rilley y yo conectamos y llegué a ser “popular” pero esto no es tan lindo como parece. Todo es tan superficial.

Pero esto es lo que hay y debo aceptar que la vida cambia tan rápidamente que ni siquiera te das cuenta de eso. Soy alguien diferente ahora. Eddy me ignora. Bien. Que así sea. No soy una niñita que necesita la compañía de su hermano para ser feliz. De lo único que me lamento es la amistad en pausa que dejé con Anne.

Anne es una buena persona, la extraño mucho y parte de mí preferiría que mi hermano no estuviera saliendo con ella así al menos la tendría de mi lado. Bueno, creo que estaría de mi lado.

—Como sea. —Dice Melinda aplicándose brillo labial—. Estoy tan aburrida, esta escuela está matándome.

—Creo que deberíamos hacer el DLNO mañana. —Sugirió Rilley acariciando mi brazo. ¿Esto es tierno? Se siente tan incómodo.

— ¡Totalmente! —suspiro, ¿Por qué dicen “totalmente” todo el tiempo?

— ¿Qué es eso? —Preguntó tratando de alejar mi brazo de Rilley.

—Es el día libre no oficial. —Afirma Rilley tomándome por la cintura mientras que me preguntó si esto es permitido en esta escuela, tanto contacto físico. Bueno seguramente si y yo solo estoy siendo malhumorada.