Antes del Alba

XXVIII

"Shake it out, shake it out, shake it out, shake it out, ooh whoa..."

Es hora de aclarar esta mierda, me siento confiada y algo ruda, he de admitir, ya que me molesta un poco que mi propia tía no me pueda decir las cosas a la cara y tenga que recurrir a otras personas para que arreglemos lo que sea que haya pasado, ya que aun no termino de entender qué carajos fue lo que pasó para que Jo pensara eso. Honestamente, no creía que ella tuviera algo por lo que quejarse, sino que esperaba el drama hasta después de que le soltara la noticia acerca de mi partida por dos meses.

En vista de la precipitación de las cosas, me lleva de regreso a mi edificio. Me ha prestado una playera y la sudadera que he llevado desde temprano, es un completo amor; se ha portado simplemente genial. Es algo meloso, pero debo admitir que me gusta, no deja de mirarme ni de tocarme cada que tiene la mínima oportunidad, es una caricia en el dorso de la mano, en la mejilla, un beso en los labios, en el cuello, manos. Es muy tierno y yo estoy igual, nos ha unido muchísimo más el hacer el amor. Se siente en el ambiente la satisfacción que irradiamos y se saborea todo ese dulce que derramamos a nuestro paso.

—Vamos ¿Estás lista?—me mira atentamente cuando detiene el auto en el estacionamiento del edificio. Es bueno que no haga esa estúpida pregunta de "¿quieres que te acompañe?", ya que estoy nerviosa y no suelo contestar de la mejor manera. Además, sería bueno tener cierto apoyo si las cosas salen mal.

—Sí... no... tal vez...—estoy empezando a sudar frío y mi ritmo cardíaco está aumentando. Toda esa valentía que sentía minutos antes se ha evaporado, ahora estoy como si fuera una hoja de papel, frágil y pálida. Eric se baja del auto, abre la puerta del copiloto y me ayuda a bajar. No me da tiempo para siquiera mirar la puerta cuando ya me está abrazando y besando. Suspiro y reacciono, siguiendo el ritmo de sus labios y juntando mis manos detrás de su cuello. Nos alejamos y me sonríe, dándome fuerza—. Hagamos esto.

Diez minutos después entramos al apartamento, se escuchan varias voces; nos acercamos a la sala y ahí se encuentran todos. Paran de hablar y nos miran.

—¡Hola chicos!—saludo animadamente, no había visto a Kurt, Rae y a Maddie. Ellos me sonríen y se ponen de pie para poder abrazarnos alegremente.

Dean se ve radiante a un lado de Maddie, son tan lindos juntos; ambos me dan un beso en la mejilla y un abrazo; Rae y Kurt casi me asfixian entre sus brazos al atraparme en un abrazo 'sandwich'. Mis amigos están de muy buen humor y eso me hace sentir aliviada y bienvenida. Jo y Fred no están en la sala con los demás. 

—¿Dónde está Jo?— pregunto por quien me interesa encontrar. 

— Con Fred en la cocina— contesta Zack y asiento en señal de que lo escuché. Recuerdo que les he comprado algo en Escocia, así que corro a mi habitación dejando a Eric sentado en un sillón individual. Regreso al minuto y entrego a cada uno su detalle; agradecen y empiezan a hacernos preguntas a Eric y a mi acerca del viaje. Contamos las anécdotas que nos divirtieron el día que regresamos en compañía de Dean y Zack. Y se parten a carcajadas cuando llegan a la parte de la borrachera con rock de los 90's. 

— Janelle, creí que estarías ocupada— irrumpe Jo en la habitación, haciendo que el ambiente se torne silencioso. Estoy sentada en el regazo de Eric mientras él me abraza por la cintura con ternura. Volteo a verla directamente a los ojos, frunzo el ceño. 

— ¿Ocupada en qué?— mi voz ya suena irritada, siento la mirada de todos siendo alternada entre mi tía y yo. Ella se encoge de hombros y hace un ademán con la mano para restarle importancia, pero lo hace con altivez—. ¿Cuál es tu problema? ¿eh? Llegué al país hace dos días y no te he visto desde la  noche de antier ¿Por qué actúas así?

El semblante de Jo se descompone un poco, está pálida, creo que los reunió a todos aquí para darles la noticia, así que yo también voy a aprovechar la ocasión para dar mi pequeño anuncio. 

— Porque pareciera que no te importa que esté cada vez más cerca de morir, tal vez podría morir mañana y a ti te daría igual, porque ya has conseguido lo que buscabas tan desesperadamente, ¿no?—se siente el veneno. Hago de mis manos unos puños mientras Eric acaricia con parsimonia e insistencia mis caderas y mis muslos. 

— Al parecer tu también...— no voy a seguir con la estúpida escena, y todo el mundo lo sabe, incluso Jo que tiene una sonrisa burlona en su rostro. Está odiosa y no concibo el por qué; parece una niña malcriada que está haciendo berrinche para que le cumplan sus caprichos.

— ¿Qué carajos les ocurre a ustedes dos? y ¿Qué es eso de que estás cada vez más cerca de morir?— habla Dean después de unos segundos de un silencio asfixiante. Jo lo mira y pasa los ojos por todos los invitados. Sus ojos se cristalizan y suspira. 




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