Antes que el año termine

Capitulo 6

El campo de fútbol.

Mientras me arreglaba para ir al instituto, Dalia, entró a mi habitación, se sentó en mi cama y empezó a husmear mi teléfono, volteé los ojos y no le presté atención —ella suele hacer eso muy seguido. Es para asegurarse que no tenga algún novio. Es muy sobreprotectora —, después de revisarlo un rato, se detuvo un momento y me miró. Frunció el ceño y volvió a dirigir su mirada a mi móvil. Alzó las cejas, y me volvió a mirar.

—¿Desde cuando hablas con el? —preguntó muy enfadada.

—¿Con quién? —alcé una de mis cejas y me acerqué a ella.

—Sabes a quien me refiero —me miró fijamente con los ojos entrecerrados.

—No, no lo sé —puse los ojos en blanco.

—Oh, si lo sabes —alzó mi celular, dejando ver de quién se trataba.

—Oh, el —alcé ambas cejas —, desde hace un tiempo. No te preocupes por el, no lo soporto.

—Si, claro —volvió su mirada a mi celular. No entiendo por qué se preocupa, no he hablado mucho con el, o al menos no por mensaje —, ¿Desde cuando lo conoces? —preguntó.

—No es tu problema —quise hacerla molestar un poco —, no tengo que decirte todo lo que hago.

—Será mejor que me digas, o te... —no terminó de hablar porque mi padre tocó la puerta.

—¿Lista? —asomó su cabeza, tapándose los ojos —, tengo prisa.

—Sip, ya estoy lista —dije rápidamente, saliendo de mi cuarto. No quería aguantar el regaño mi hermana Dalia —. Vamos papá, llegaremos tarde.

Bajamos las escaleras y nos dirigimos a la cocina, la última en bajar fue Dalia, que aún seguía molesta. Mi madre me tendió el desayuno, que estaba guardado en una bolsita, me despedí de ella y salimos de casa.

Cuando subí al auto, mi padre lo encendió y puso música para rellenar el silencio. Quiero muchísimo a mi padre pero nunca logramos tener un tema de conversación. No logro hablar con el si no estoy con mamá, o con mis hermanos.

Cuando llegamos al instituto, me despedí de el y salí del auto. Me dirigí hacia mi clase, seguramente no había empezado, siempre llegó media hora antes para tomar el mejor puesto según la clase que me toque —normalmente tomo el último puesto si me toca matemáticas, el profesor suele pasar al pizarrón a los que están en los primeros asientos, y no es que no entienda la clase, es que cuando tengo muchas miradas clavadas en mi, me pongo muy nerviosa y no logro responder nada, y termino muy avergonzada, con el profesor explicando todo nuevamente —.

Cuando estuve en la puerta de mi clase vi a tres chicos que conocía muy bien, el primero en verme fue Eliot, cuando iba a saludarme, me di la vuelta y me dirigí al patio, no fue precisamente por el que salí de allí, fue por el otro pelinegro que lo acompañaba. Me vergüenza hablar con el después de la discusión que tuvimos anoche, lo pensé muy bien hoy en la mañana y el intentó ser lo más amigable conmigo, y yo, bueno...

Estabas celosa de Alba. Por eso actuaste así.

No, no estaba celosa de esa. ¿Por qué estaría celosa?

Sabes por qué, no tienes por qué negarlo, soy tu conciencia se perfectamente cuando mientes.

No tengo por qué negar la verdad, Ian, no me gusta.

Si ajá, como digas.

Ahora me siento muy culpable, no debí haberme portado así. No me queda de otra, tengo que evitarlo, no me atreveré a hablarle, me quedaré aquí afuera. No entraré a ninguna clase, no me atreveré a verlo, ¿Y si está molesto conmigo y no quiere hablarme?. El tendría toda la razón en no hablarme, no podré reclamar nada.

Cuando salí y estuve a punto de sentarme en mi lugar favorito de todo el patio recordé que el al darse cuenta que no entré a la clase me buscará aquí. Y con lo poco que lo conozco se que se molestará más de lo que está. Tengo que buscar otro lugar donde sentarme, empecé a mirar a todos lados intentando conseguir otro sitio.

Después de unos pocos segundos de búsqueda, mi mirada se detuvo en el campo de fútbol, es el lugar perfecto para pasar el día sentada haciendo nada. Caminé rápidamente y me senté bajo un árbol que está justo al lado de las gradas. Me coloqué mis audífonos y puse mi música favorita para leer —musica depre —, me relaja mucho. Abrí Wattpad y busqué el libro que estaba leyendo, solo me faltaban siete capítulos para terminarlo, así que no hay mejor momento como este, todo está muy calmado.

Estaba leyendo tan maravillosamente bien, que no me di cuenta que ya era la hora del almuerzo, habían algunos estudiantes que salieron al patio a comer y otros que se fueron a la cafetería, no estaba tan preocupada, hasta que recordé que tenía que comprar un jugo, no puedo comer sin algo de beber porque una vez me iba atragantando con un pedazo de mi sandwich, solo un sorbo de mi bebida me salvó la vida y la enfermería del instituto, pero sobre todo mi juguito de naranja. Desde ese momento me aterra no tener mi jugo a la mano. No me queda de otra, tengo que ir a la cafetería.

Mientras caminaba, decidí colocar la música de mis audífonos a todo volumen, no quería escuchar a nadie. Empecé a buscar entre mi gran lista de música y encontré la canción perfecta, solo veía a muchos adolescentes moviéndose, era increíble. Y luego toda la perfección se arruinó cuando crucé la puerta de la cafetería y lo vi, nuestras miradas se cruzaron, parecía como si me estuviera buscando en todo el día, yo no quería verlo, así que mi cerebro solo pensó en una sola cosa "¡¡CORRE!!". Y fue justamente eso lo que hice.

Mientras corría por los pasillos del instituto se me calló un audífono y escuché que alguien gritó mi nombre, no tuve que voltear para saber de quién se trataba. Decidí acelerar el paso, no quería que me alcanzara. Una vez estuve en el patio me apresuré en ir al campo de fútbol y me senté justamente en el mismo lugar en qué estaba. Sabía que no me buscaría aquí, el campo de fútbol no es un lugar donde yo estaría.




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