Antes y Después de Tí

Cap.3: Loco de amor, muere por amor.

Voy bajando las escaleras de mi casa mientras ajusto la mochila a mi espalda. Pesa mucho, ya que, el último día de clase, que fue el viernes, no tuve tiempo de dejar algunos libros en la taquilla y por lo tanto, ahora, me toca llevarlos todos.

Llego a la planta baja, pero no escucho nada, ni siquiera un grito o ruido, así que por un momento pienso que estoy sola en casa. Cuando cruzo el salón para ir a la cocina, me doy cuenta de mi equivocación.

Me acerco lentamente al sofá donde está dormido. Lo observo un rato, Gregory Parker, mi padre, el hombre que me dió la vida, una figura paterna imponente y masculina. 
Mi padre a diferencia de mi madre, que derochaba cariño y amor por todas partes, transmitía la fuerza y potencia que siempre quise tener. Pero no, no tuve esa suerte, yo salí como mi madre, débil y amorosa, con gran facilidad para romperme. Y aunque todo el mundo lo veia como una virtud, yo siempre lo vi como un defecto.
Y en momentos difíciles, como estos querría parecerme a mi hermano mellizo, su capacidad de enfrentar las situaciones siempre con la cabeza alta me causaba envidia.

Algo se remueve en mi interior al pensar eso, mi hermano, mi pequeño Nathan no solo era un chico fuerte de carácter, sino que tambíen era muy cariñoso con todos, tenía muchos amigos que lo querían y no le deseaba el mal a nadie.

Era el chico perfecto, la perdición de cualquiera.

Mi padre se empieza a remover en el sofá y lentamente abre sus ojos verdes tan iguales a los mios, restriega sus ojeras y remueve su oscuro cabello ahora decorado con blanco.

-Hija! Buenos dias cariño! Ya te has despertado, quería disculparme contigo por lo de a...

-Buenos días papá! Lo siento pero no tengo mucho tiempo, llego tarde a clases, te quiero mucho.

Me despido de él con un beso en la mejilla, y me voy camino al único dormitorio de la planta baja. Y como suponía, ahí se encontraba mi madre, dormida aunque no se podría decir que plácidamente porque estoy segura que sus únicas horas de sueño son gracias a los calmantes que le receta su psiquiatra.

No, mi madre no está loca, para nada, solo sigue atrapada en una pesadilla que se repite una y otra vez en su mente y que al igual que no la deja dormir, tampoco la ayuda a salir de la depresión en que cayó.
Y no la culpo, perder a un hijo es un gran motivo de depresión. Nose como es que yo no me encuentro en su estado, ella recibe ayuda, yo no los dejé ayudarme, ella toma medicamentos, yo preferiria revivir los recuerdos que tener que perderme en el olvido.

🎵🎵Ya no quiero que regreses 
Porque no te lo mereces 
Busca otro que otro que te bese 
Te lo digo aunque me pese 🎶🎶

🎵🎵Ya no quiero que regreses 
Porque no te lo mereces 
Busca otro que otro que te bese 🎶🎶

🎵🎵Otro que te bese 
Porque ya me fallaste y no me voy a dejar dos veces 🎶🎶

El sonido de mi móvil me despierta de mi ensoñación, lo miro rápidamente dandome cuenta de que Sam me está llamando y de que he perdido mucho tiempo.

Salgo de casa a gran velocidad, no sin antes darle un beso de despedida a mi madre, y me dirijo a la universidad. Tengo la suerte de que se encuentre a tan solo unos 15 minutos de mi casa, por lo que no tardo en llegar, de ahí alumnos y más alumnos salen entorpeciendo mi paso e impidiendome encontrar a mi amiga pelirroja.

La diviso un poco alejada de la puerta de entrada, mirando como siempre alguno de sus muchos libros. Viste de chándal, sus rizos pelirrojos sueltos tapandole la cara pecosa en la que solo se distinguen una gafas cuadradas, desde la lejanía.

Me voy acercando a ella, tropezando con gente a mi paso, cuando llego hasta ella, se levanta. Me da una mirada de desaprobación, pero aún asi engancha su brazo al mío, arrastrandome a sabrá dios dónde.




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