Antes y Después de Tí

Cap.4: ¿Grises, verdes o marrones?

-Se llama "Cazadores De Sombras", te prometo que te va a encantar, acabarás perdidamente enamorada de Jace, esque pff...es tan tierno y romántico.

-Ya basta Sammy! Llevas repitiendolo desde que empezaste a leer ese libro.

-No es un solo libro, son seis libros y la autora es muy buena. Además me prometiste que los leerías así que tienes que hacerlo.

- Lo sé, lo sé. No sé en que estaría pensando en ese momento, pero igual lo haré, sabes de sobra que yo nunca incumplo mis promesas.

Caminabamos a la biblioteca, bueno...ella caminaba, yo estaba siendo arrastrada por ella. Mientras ella hablaba y hablaba sin parar, yo, estaba perdida en mis pensamientos, y no es que sea una mala amiga es solo que no lo puedo evitar.

Ella paró de golpe, y yo choqué con ella provocando que mi mente volviera a la realidad. Estamos frente a la biblioteca, ella, abre la puerta y entra  rápidamente sin esperarme, y yo resignada la sigo suspirando pesadamente.

Toda la biblioteca, que por cierto estaba practicamente vacía, olía a hojas de libro nuevo. Admito que antes me encantaba leer, me sumergía tanto en la lectura, y rápidamente me sentía identificada con los personajes.

Y no es que ya no me guste leer, sino que perdí el interés, de un día para otro. Pero no después de cualquier día, sino que después de...

Aquel día...

Me di cuenta que los libros no son nada del otro mundo, son solo unas  historias falsas que cuentan unas personas que se aburren y que creen que porque la gente crea sus malditas mentiras, son especiales. Con un poco de imaginación y un típico final feliz, ya hacen una historia para entretener a personas que viven de la ficción y que aún no se han dado cuenta de lo que es la vida real, y de lo que de verdad les depara el futuro.

Me introduzco más en la biblioteca pasando por delante del mostrador sorprendiendome al ver a un chico joven y muy guapo allí. Según pensaba yo, los bibliotecarios solían ser unos viejos amargados y sin ganas de vivir. Lo observo mas detenidamente, aunque lo único que puedo ver es un bonito pelo castaño, peinado hacia atrás, y unos hombros anchos y fuertes que me dan a entender los muchos dias que se pasaria ese chico en el gimnasio. El chico no levantaba la vista de su movil, que decepción porque me hubiese gustado poder ver de que color eran sus ojos, ¿verdes?, ¿grises? Tal vez..¿marrones?

Seguí mi camino y me moví entre las estanterias buscando a mi pelirroja, la encontré en el suelo, sus gafas tiradas a un lado suyo, y con un montón de libros encima de ella. Al principio, no entendía nada de lo que pasaba hasta que divisé una pequeña escalera metálica, colocada enfrente de una estanteria donde se podia distinguir a simple vista, la ausencia de muchos libros en ella.

- ¡¡Jajajaja!! Madre mia Sammy...
¡¿Qué has hecho?¡¡Por dios!!

-Emm...pues que...¡¡Yo no fui!!

-Ay!! Pobrecita Sammy, la que acabas de armar. Además, ¿acaso nunca te han enseñado a no mentir? Mentir es  malo, muy malo.¡¡¡Jajajaja!!!

-¡Callate tonta! Y deja de llamarme Sammy.

-O ¿qué?¿Piensas enviarme a un personaje de tus novelas de ficción para que venga a darme una paliza?

-Ehh!! Deja de meterte con ellos, porque almenos ellos siempre ayudan a sus amigos en apuros, no como tú.

-¿Acaso insinuas que no soy una buena amiga?

-Pues sí.

Pobrecita Sammy, crees que me has ganado...jejeje.

-¿De verdad piensas eso de mí? No lo sabía, yo crei que estaba haciendo las cosas bien contigo y que me considerabas tu mejor amiga igual que yo te considero la mia.

-Oye! No era eso lo que que...

-No, no pasa nada. Te entiendo Samantha, nos vemos luego, adiós.




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