☆ La vie est belle? Ça dépend de les yeux avec les quelles tu la voi 👀🗼
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Me inclino hacia el suelo donde está situada mi mochila, y mientras empiezo a sacar mi libro Essential Français 1, siento que alguien se sienta a mi lado, así que giro un poco la cabeza divisando unos rizos rojizos que esconden una cabecita que sonríe ente arrepentida y traviesa.
No se que le pasa por lo que simplemente le devuelvo una gran sonrisa falsa que pretende esconder todos los sentimientos que salieron a flote anteriormente.
- ¡Te pille maldita!¿No se suponía que estabas enfadada? Y yo preocupada por nada.
-Em...
En otra situación, me habría enfadado conmigo misma por haber sido tan tonta y por haber dejado que hasta la inocente Sam me la jugara. Pero la verdad, en estos momentos, me da igual un poco todo, me da igual que piense que soy tonta, aunque se que Sam es una verdadera amiga y que jamás pensaría eso de mí.
- Mira Sam, lo siento, se que no debía de bromear con eso pero...
- Kath, hoy veo que estás mal y te lo dejaré pasar, pero que esta sea la última vez que lo hagas.
Estoy por responder a Sam cuando me doy cuenta de la presencia de dos personas justo enfrente de nosotras.
-Oye! Vosotras dos, levantaos! Ese es nuestro sitio.
Ya ni vale decir: típico. Son unos pobres tontos que dan pena porque creen que nos moveremos de aquí. Jajaja.
¿Quieren jugar? Juguemos
Pongo cara de conejito asustado y bajo la cabeza en señal de miedo y sumisión.
-Pe-perdón! No sabiamos que estos eran vuestros sitios.
El muy tonto, me mira con altanería, y sonríe a su amigo al darse cuenta que toda la clase nos observa.
-Pues ahora que lo sabeis ya podeis quitaros, mañacas.
-Un momento, en señal de disculpa me gustaría darte algo.
Rebusco en mi mochila, sintiendo muchas miradas sobre de mí.
Sonrío al encontrarlo y se lo extiendo al chico que está enfrente de mí.
Él, completamemte confundido me observa.
- Toma. Esto es para tí. Siento ser muy torpe y haberme sentado en el sitio del bebé llorón de la clase, pero te doy un pañuelo para que puedas sonarte los mocos después de llorar. Y ahora, s'il te plaît monsieur, buscate un sitio y deja de molestar.
Toda la clase empieza a reírse de él mientras que su cara enrojece de la vergüenza. Con mucha fuerza, aprieta mi muñeca extendida y yo hago una mueca de dolor. Toda la clase está en silencio, siguiendo los movimientos del maldito chico.
-James! Sueltala, toda la clase nos observa.
Al fin, el chico que lo acompaña habla, y como única respuesta del otro, suelta mi muñeca y se va siguiendo a su amigo.
Muerdo mi lápiz nerviosa mientras que paso rápidamente las hojas de mi libreta. Y es que cómo podría estar tranquila, sintiendo todo el rato las miradas asesinas que el tal James me lanza.
Al fin, la clase termina y la gente va saliendo del aula, a mí, por suerte, me toca en esta aula aunque no me toca con Sam. Las dos teníamos inglés, pero cada una con una profesora diferente.
Por lo tanto, me despido de ella mientras ésta se dirije a la puerta, y allí es cuando veo otra vez al maldito James mirandome mal. Le saco la lengua, cosa que hace que se de la vuelta y se valla. Sonrío interiormente.
Sabía de antemano, que al igual que en francés, no iba a prestar atención en inglés. Por lo que saco la pequeña libretita que siempre llevaba en la mochila, empiezo a pasar las páginas de ésta mientas sonrío con cada dibujo que veo. Y es que cada uno de ellos tiene un significado especial.
Uno de los más importantes que tengo, es el de dos coronas, una de rey y otra de reina. Ese no es el único lugar donde se puede ver ese dibujo. La corona de reina, está perfectamente dibujada con tinta permanente en mi muñeca. Por lo tanto, lo que algunos dirían que es un tatuaje, yo diría que es un recuerdo de despedida, un algo que me une y que me unirá siempre a mi hermano.