Otra oportunidad.
Ya a la cuarta semana de no saber absolutamente nada de Alexandra y una semana donde Jessica me gritó impropios, como nunca lo había hecho. No la culpaba, le escondí la información donde Mars la engañó continuamente con Jenna, quien lastimosamente, quedó embarazada de mi amigo. Entiendo perfectamente su enojo.
Pero al no tener a Alexandra conmigo desde hace semanas, ella es todo lo que tengo en estos momentos, no quiero perderla.
Por eso me encuentro aquí, frente a su edificio sudando de los nervios ante la posibilidad de ver a Alexandra. Me bajo de la camioneta y mis cejas se alzan de sorpresa al ver a un Mars con la vista al suelo frente al edificio.
── ¿Qué haces aquí? ──Cuestiono, logrando que él se sobresalte y se relaje al ver que soy yo.
Se encoge de hombros.
── Creo que a lo mismo que tú, sólo que a ti no te cortará las bolas. Utilizando el método de Alex, usando una cuchara.
Esbozo una sonrisa al recordar a Alexandra amenazándolo, viéndolo con furia y escupiendo las palabras dando a demostrar que iba a disfrutar realizar su amenaza.
──Tal vez. ──Palmeo su hombro, y continuo para abrir la puerta del edificio con la llave que le robe a Alexandra── Pero estamos hablando de Jess, ella es demasiado adorable como para que te haga eso.
Aquello le dio más seguridad, pero no la suficiente, aun así, me siguió en silencio por las escaleras.
── ¿Ella me supero, cierto? ──Escucho preguntar a Mars.
Decido ser honesto.
── Ella dice que sí, pero sé que aún guarda sentimientos por ti, quizás si actúas de la forma que debe ser, y si tan solo Jenna no estuviera embarazada, habrías tenido otra oportunidad.
Sé que Mars está completamente enamorado de Jess, pero, aunque él quiera arreglar su error, es muy tarde ya. Jenna está embarazada y Jess se enteró de la forma más horrible. Como era de esperarse, Jenna utilizo el celular de Mars sin que él se diera cuenta, logro convencerla de ir a la casa de mi amigo. Todo su plan fue de maravilla. Pero no logro entender a Jenna.
Podría jurar que, a parte de mí, también le gusta Mars.
Llegamos a su puerta y soy vagamente consciente de como mi amigo toca la puerta, porque estoy hipnotizado viendo la puerta del frente, donde vive aquella mujer que roba mi aliento. Cuando considero intentar saber si está o no en su piso, la puerta de Jess fue abierta.
Pero no por ella.
Un sonriente Ryan nos atiende, sólo que, cuando me ve, toda felicidad se esfuma de su rostro y que, cuando ve a Mars, su mirada se vuelve asesina. Dando a entender que en estos momentos no somos sus personas favoritas.
Quitando de lado que no le he visto en semanas y puede que sea el único que sepa por qué no hemos visto más a Alexandra. Llama más mi atención como parece odiar casi tanto a Mars como a mí.
── Les doy un segundo para que se vayan de aquí.
── ¿Disculpa? ──Contesta, Mars con tono acido── No tengo que irme porque tú lo dices.
── En realidad, si, ya dejé que uno de ustedes lastime a alguien. Ni loco dejare que se acerquen a Jess. ──Contesta el niño bonito atravesando mi cabeza con su mirada, aparto la mirada porque a pesar de que ella me engañó, duele no tenerla.
── Lo dices como si fuera tuya. ──Le contesta Mars.
── No lo es, pero es mi deber cuidarla de ustedes. ──Subo mi mirada al verlo, y algo en sus ojos me dice que aquello no es del todo cierto.
Mars siempre ha sido pacifico, un hombre muy amable y honesto, un poco estúpido, pero él siempre ha sido así. Por eso fue toda una sorpresa ver su enojo total hacia aquel hombre que no lo deja pasar.
── Vete con tu Lauren y déjame pasar. ──Sisea mi amigo haciendo enojar a Ryan.
── Cuando te vayas tú con Jenna.
Cuando la cosa se empieza a tornar algo tensa, se puede ver como la mano de Jess toma del hombro a Ryan para ella situarse entre Mars y él.
Me abstengo de rodar los ojos, me niego a creer que yo antes era el que protagonizaba este tipo de escenas.
── Primero. ──La voz amenazante de Jess me sorprende── Mars, te agradezco que te alejes de mí y dejes de buscarme. No es tu problema si estoy con alguien o no, estas esperando un hijo así que si no quieres que te odie vete ahora.
── Pero, Jess...
── ¡Ahora! ──Grita.
En cuanto Mars desaparece por completo por las escaleras, trago saliva cuando la mirada de Jess se posiciona sobre mí. Parece que pasa una eternidad hasta que suspira.
── No te culpo de nada, Derek. ──Suspira, bajando la mirada── ¿Quieres pasar?
Me ofrece una pequeña sonrisa y Ryan no duda en salir por completo de su apartamento, besa su mejilla causando que se sonroje.
── Me iré. ──Le informa.
── Pero, e-espera no quiero que te vayas. ──Ryan la mira con confusión, ella enrojece aún mas── No quise decir eso, quise decir que... ah...
Ryan se ríe ligeramente.
── Volveré otro día, tengo cosas que hacer. No quiero estar cerca de impulsivos.
Muerdo mi lengua para no pelear e incomodar a Jess. Jess se adentra sin decir algo más, la sigo, pero antes de cerrar la puerta miro hacia atrás donde está Ryan abriendo la puerta del apartamento de Alexandra. Hablo antes de que me arrepienta.
── ¿Sabes dónde está?
Cuando Ryan me dirige la mirada, me da a entender como si se esperaba aquella pregunta por mi parte. Suspira antes de hablar.
── Derek, no te engañes. Estás mejor sin saber la respuesta.
Se adentra antes de que pueda responderle, entro al apartamento de Jess y cierro la puerta mientras alboroto mi cabello en signo de ansiedad. No sé cuánto tiempo aguantare, si sigo así, mis ganas de verla de nuevo me superaran. Volteo para encarar a Jess, quien está sentada en suelo con hojas por todas partes y la portátil en sus piernas.
── ¿Cómo va? ──Pregunto sentándome en el sillón.
── Estresada, no sé cómo hacer esta escena.