Antifaz Endeble (saga Disfraz #2)

Capítulo XXI

Consecuencias

── Pesas mucho ya. ──Se queja Mars, mientras me ayuda a subir las escaleras para llegar a mi habitación.

Bufo cansado ya de sus quejas, lleva desde el hospital de esa forma.

Regresé hace unas horas y lo primero que hizo mi padre fue jalarme de la oreja por haber sido tan imprudente, luego lo comprendió al darse cuenta de que la persona con quien peleé, no era guardia cualquiera.

Cuando me preguntó que había sucedido con Edd, desvié la mirada, incapaz de decirlo.

La policía por su parte, encerró a los padres de Alexandra para el día del juicio, han tenido mucho cuidado de que la prensa no se entere de lo sucedido, más que todo para no alertar a Omar y que vuelva a desaparecer del mapa.

Se dice que sigue aquí en Barcelona, de sólo pensarlo mi cuerpo se llena de ira que esté tan cerca de nosotros.

Mi padre y los padres de Alexandra, tuvieron un reencuentro de lo más incómodo, solo pude compartir la satisfacción que mostró papá cuando les habló.

── Les dije que los encontraría, bastardos. ──Había dicho.

Al llegar a mi habitación, suelto un suspiro de alivio de por fin estar aquí, me recuesto en la cama y como puedo saco mi celular y se lo arrojo a Mars, quien lo atrapa sorprendido.

── Escríbele a Jess, dile que ya estoy aquí. ──Digo sin mucho ánimo.

Desde que regresé no tengo ni mente para hacer bromas.

Él asiente, comenzando a escribir. Al terminar se acerca y se sienta del otro lado de la cama, por su mirada entiendo que tiene algo que decirme todavía, antes de que pueda decirme algo. Papá entra y se sienta en la orilla de la cama frente a mí.

── Me contaron que estuviste presente cuando a Edd...

── Sí. ──Desvío la mirada, sintiéndome tan culpable que no quiero verlo── José y yo estamos organizando el funeral, quiero disculparme con su familia, cubriré los gastos con lo que he estado haciendo.

── Derek. ──Papá me llama, pero sigo sin querer levantar la mirada── No fue tu culpa, las cosas a veces sólo suceden, ten en cuenta que ese tipo era mucho más fuerte que tú, y aun así te las ingeniaste para seguir con vida.

Cierro mis ojos con fuerza.

── Lo lamento, yo… no pude…

De solo recordar las veces que no pude levantarme, me destrozaba un poco más.

── No sabes lo agradecido que estoy que hayas vuelto entero y a salvo. ──Dice papá.

Pero yo solo puedo pensar en que la familia de Edd no podrá decir lo mismo.

── Sí, y Edd murió frente a mí y no pude hacer nada.

Siento como Mars coloca una mano sobre mi hombro con cuidado, no quiero verlo tampoco, pero entiendo que me está dando apoyo y agradezco que no diga nada.

── Ese tal Enrique fue un soldado de las fuerzas especiales de Brasil, uno de los mejores. Ten en cuenta que la muerte de Edd no fue en vano, él, al igual que todos, quisieron ir para ayudarte a encerrar a los padres de Alexandra. Él no quería que personas como él siguieran sin pagar por lo que hicieron.

Suspiro y me recuesto hacia atrás con los ojos cerrados, queriendo entender lo que dice papá y no culparme.

Me sobresalta la puerta de mi habitación siendo abierta de par en par, una chica de ojos azules llenos de preocupación me mira.

Caray, llegó más rápido de lo que pensé. Jess corrió hacia mí y me abraza con fuerza, prácticamente acostada sobre mí. Soporto el dolor que ese abrazo me produce y la envuelvo con mis brazos.

Mi garganta arde de solo pensar que pude no haber podido cumplir mi promesa.

Papá sonríe y se levanta.

── Te dejaré, voy a mi estudio.

── Recuerda usar condón, papá. ──Bromeo sin una pizca de humor.

Nadie se percata de ello.

Jess estalla en carcajadas en mi pecho, veo de reojo como Mars cubre su boca para que no noten su diversión. En cambio, papá... creo que, si no fuera por mi condición actual, estaría golpeándome sin descanso, sin embargo, se sonroja y aparta la mirada sin decir nada. Murmura un ya lo sé y se marcha.

Jess sube la cabeza y se sienta justo a mi lado para verme, limpio sus lágrimas con mis pulgares y le guiño un ojo. Me quedo observando sus facciones, por un momento de verdad creí que no volvería a verla, y de un momento a otro, su mirada dulce y llena de felicidad por verme es cambiada a enojo.

Arrugo mi frente sin comprender su cambio de humor, hace un momento estaba abrazándome, ahora parece querer matarme.

Me quejo cuando jala con fuerza mi oreja.

── Vuelves a besarme, sin importar donde, y te romperé los dientes, tú eres de Alexandra. Te acepté que me besaras hace años para darle celos, pero ahora las cosas son diferentes, ¿entiendes?

Había olvidado por completo que la había besado antes de irme.

── Perdona, Jess.

Me mira con los ojos entrecerrados, el celular de Mars suena en su regazo y se excusa diciendo que contestará afuera, sospechoso, pero le resto importancia. Cada quien es libre de tener privacidad en su vida, cuando Mars se retira, Jess deja soltar un suspiro.




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