Sin salida
Siento un dolor punzante en la cabeza y en resto del cuerpo, apenas y puedo moverme debido a que puedo sentir que estoy completamente sujetado con alguna cuerda. Me cuesta, pero logro abrir los ojos un poco, solo para cerrarlos de nuevo, me toma un momento recordar donde estoy y porque estoy aquí, pero al recordarlo mis alertas se activan y termino de reaccionar abriendo mis ojos de golpe. Lo primero que hago es observarme, me encuentro colgado boca abajo, debajo de mí hay una cubeta bastante grande con agua dentro.
Miro a mi alrededor para comprobar que me encuentro en la esquina del gimnasio donde debería estar el saco de boxeo que suelo golpear.
Siento movimiento a mi izquierda, intento mover mi cuerpo para girarme y logro ver ver de reojo a Ryan, despertando. Éste se encuentra apoyado a una silla, donde se encuentra sujeto fuertemente con precintos de pies y manos. Por otro lado se encuentra Mars atado de igual forma que Ryan, cada uno sujeto a su silla dándose la espalda entre ellos, haciendo que sea dificil verse entre ellos pero a mi pueden ver a la perfección.
Ryan es el primero en observar sus alrededores, para finalmente centrar su vista en mi.
── Todo controlado, nada de preocuparse. ──Dice el niño bonito con ironía.
── No te ofendas, pero en este momento no son necesarios tus comentarios tóxicos. ──Murmuro.
Observo a Mars, quien se encuentra aun inconsciente.
── Lo lamento, fue una broma pesada, quise motivarnos de un manera muy rara.
── Como sea, guarda eso para cuando salgamos de aquí. ──Le respondo también, pero con más seriedad, intento moverme un poco sin ningún éxito, al mínimo esfuerzo, puedo sentir como las cuerdas comienzan a hacerme daño.
Escucho aplausos a lo lejos y veo de reojo como Ryan se tensa, intento girar, sin embargo, no consigo ver a la persona responsable de esos aplausos.
── ¡Vaya! Dos de tres ya están despiertos, ¿esperamos al bello durmiente o nos encargamos de que no vuelva a abrir los ojos?
Aprieto la mandíbula al reconocer la voz de Jhon, lo haré pedazos.
Intento girarme para ver un poco más a Mars, sin éxito. Me había girado sin darme cuenta, dejando solo a Ryan en mi campo de vision.
── Mars, mierda, despierta. ──Mascullo en su dirección.
Siento como una persona si aproxima a mí, me gira, me mira con detenimiento y sin decir alguna palabra. No me dejo intimidar, y también me tomo la molestia de analizarlo y verlo a detalle, no importa que esté de cabeza, reconozco esos rasgos, esa mirada, ese color de ojos y porte. Aunque odie admitirlo, tiene un parecido enorme a Alexandra. Nunca pensé que después de tanto tiempo, contando el que no sabía nada de él, finalmente, uno de los mayores traficantes de mujeres y niños en el mundo, esté de pie frente a mí.
Incluno mi cabeza para verlo directamente en un gesto terco y orgulloso, él ríe al verme.
── Tú debes ser Derek.
Veo venir su golpe, que a pesar de que intenté esquivarlo, estar atado no ayuda mucho a la situación. El golpe se impacta en mis costillas del lado derecho, ocasionando que mi cuerpo se rote levemente hacia la izquierda, donde Ryan me observa con preocupación. Más allá veo como Jhon se aleja con sin mostrar mucho interés.
── Dale gracias a Dios de que esté colgado y atado, porque tengo muchas ganas de romperte los huesos. ──Le sonrío como si nada.
── Eres idéntico a mi sobrina, claro, mucho más débil y manipulable. Es una lástima que te abandonara.
Ni Ryan ni yo decimos otra palabra, observo al niño bonito de reojo, sólo para notar lo tenso que se encuentra, el odio con que mira al tío de Alexandra, no lo puedo culpar. Ese señor es el causante de todo esto y por haberle hecho tantas cosas a mi Querubín, pero Ryan lo supo desde hace años, y por un momento creo firmemente que él, más que nadie, se merece golpear a Omar.
Noto movimiento cerca al lado de Ryan y me volteo rápidamente como puedo para ver cómo Mars está despertando. Siento un pequeño alivio ante eso, para nuevamente, estar pendiente del hombre frente a mí.
── ¿Dónde está Jess? ──Pregunta un Mars aún confundido.
── ¡Luis! ──Grita Omar en dirección donde desapareció Jhon segundos atrás.
¿Quién coño es Luis?
Antes de que podamos reaccionar, se escucha un grito de ella, que a los tres nos pone rígidos como estatuas. Intento con la mayor de las fuerzas que tengo liberarme de donde estoy, sin embargo, además de no tener suerte en mi objetivo, logré que las cuerdas me hicieran pequeños cortes. Puedo sentir el líquido caliente de la sangre.
── Déjala ya. ──Gruñe Ryan.
Omar alza ambas cejas en su dirección.
── ¡Listo, Luis! ──Los gritos cesan, veo como Omar se dirige a Ryan── Pensé que tú estabas enamorado de mi sobrina, creí que Maddie me estaba mintiendo acerca de tu interés en la chica que está por allá. Pero al verte, creo que puedo convencerme.
── ¿Maddie? ──Pregunto totalmente confundido. Él me devuelve la mirada.
── Ese es el nombre legal de mi hija.
Mars bufa.
── Ahora todos tiene nombres diferentes, que sorpresa. No es de extrañar que en esta familia de mierda todos estén locos y con transtornos que le hagan olvidar sus nombres. ──Refunfuña él, cuando la mirada de Mars se topa con la mía, entiende perfectamente que debe callarse y que esos comentarios no sirven de nada en estos momentos.
Provocar cuando estamos en una mala posición, no es la mejor idea.
── Vaya, no me lo esperaba. ──Confiesa Omar, los tres lo miramos con atención── Cuando secuestré a Alexandra hace tres años, te había mandado a seguir con uno de mis hombres. Parecías genuinamente interesado en mi hija. Por lo que, tal vez esta familia de mierda que tu llamas, te llama la atención. Pero esa falta de respeto en mi cara, debe tener consecuencias, pobre pelirroja.
── Eso sí que no. ──Le interrumpe el niño bonito con desprecio── Ni se te ocurra tocarla, pedófilo de mierda, ¿no te bastó con Alexandra? No voy a dejar que la toques simplemente por tus instintos de enfermo.
Editado: 04.01.2025