Narra Itzia.
Y pensar que esos ojos me declararon todo lo que mi subconsciente ignoraba, talvez este cometiendo un error al respecto, tal vez me estoy asomando demasiado al precipicio, y en algún momento se que caeré, esos ojos serán mi perdición o el inicio de la tragedia.
Todo paso muy rápido, mi subconsciente seguía luchando contra lo que se originaba dentro, yo quería abrir mis ojos, despertar de esa pesadilla, pero no conseguía hacer nada. Después de algunos saltos en escenas importantes, comencé a vivir en carne propia lo que para mi fue el peor recuerdo.
Se preguntaran que paso después del encuentro con el príncipe Tan.
El me invito a comer y beber, pero mientras hacíamos lo anterior ya mencionado, comenzó a explicarme el futuro planeado que tenia para mi, sin duda alguna todas sus propuestas eran atractivas, pero yo no traicionaría mis raíces, mucho menos olvidaría lo que hicieron con mi padre, dirán que el sentimiento de venganza no es bueno, pero no podría perdonarles el daño infligido a mi persona, sin duda alguna efectuare el plan que ya le mencione a la chica.
Al final de todo lo que conversamos lo ultimo, disparo en mi la curiosidad, el me había invitado a la fiesta que se celebraba en esa misma noche, en la cual por su puesto yo era la anfitriona, es mas que obvio que no accedería a tal invitación, pero algo en mi me exigía que investigase mas de la cuenta, antes de efectuar el plan bien elaborado.
Antes de salir de la pirámide, le exigí que me dejase explorar la selva, por supuesto no me lo permitió, pero yo no deserte en mi decisión, el no tuvo mas remedio que aceptar, pero como todo, me asigno a un águila, o sea un vigilante.
Caminaba rumbo a la selva con el águila detrás de mi, comencé a explorar los alrededores, pero no había nada que me pudiese ayudar con mi plan.
Dentro de la selva solo estuve 1 o 2 horas como máximo, pues el águila comenzó a molestarme para que regresáramos, cuando volvimos, esta persona me escolto hasta mi residencia y se marcho, pero no sin antes decirme que vendría por mi mas noche.
An es la chica que me ayudara a completar mi plan, esta misma noche comenzaremos con la transformación, espero y An no se ponga nerviosa.
Al caer la noche, como ya había dicho el águila, vino a recogerme y llevarme a la gran celebración, cuando An se acercaba a mi para irnos juntas, el águila le bloqueo el paso, poniendo su brazo a la altura de su cuello tapando la salida de la pirámide, después este chico me dijo.
- Ella no puede venir, no son las ordenes del jefe.
Sin mas dilación le respondí.
- Por supuesto que ella vendrá, o si no tendrás que darle a tu jefe la excusa patética de que no pudiste llevarme con el, creo que si haces eso como primera opción, no duraras un día mas con vida. Así que tu decides que harás.
El hombre refunfuño en señal de desagrado pero no tuvo otra opción mas que dejarla acompañarme.
Al llegar al centro donde se celebraba la fiesta, todas las personas se quedaron inmóviles, hasta que el príncipe-jefe les dio la orden de proseguir con sus asuntos, al estar ya a su lado, comenzó a hablarme de lo que iba esa celebración, sinceramente me perdí en sus palabras, así que ni siquiera recuerdo de que iba la platica, cuando me sorprendieron un par de alhajas hermosas. El príncipe-jefe me las coloco en señal de paz, digamos que no me pareció mala idea que me diera esas alhajas, pero poco a poco e comenzado a interesarme en el y ni siquiera se ¿porque?.
Al terminar la celebración, para mi gran sorpresa no me permitieron regresar a mi residencia, si no que esta vez iría con el príncipe.
Esa noche me llevo a un lago que estaba a 5 minutos de la tribu, las estrellas brillaban como nunca, pero al mismo tiempo tiritaban de tristeza. El príncipe solo me mostro el lago y platicamos durante un tiempo, opuse resistencia y casi no conteste ninguna de sus dudas.
Lamento mucho lo que a continuación diré, pero, estos días..... que han pasado.
Todo a cambiado mi perspectiva sobre el...