"Postrada en las lagrimas".

Después de aquel extraño sueño, todo parecía cobrar vida propia, cuando abrí mis ojos lo único que veía a mi alrededor era mi cuarto, al parecer pase un rato desmayada en el suelo, lo que hice después, fue reventar en lagrimas, ese sueño había sido demasiado real, pero mis pensamientos y mi juicio no cooperaban en sintonía. Me quede en ese estado por aproximadamente 1 hora, hasta que recobre la cordura y me levante del suelo, no sabia como reaccionar, pero lo que si sabia, era que esto no podría detener el curso de mi vida, claro que me daba curiosidad saber que significaban esos sueños, pero la verdad no iba a investigar alguna posible respuesta, si es que la había.

Después de esa noche, me daba miedo quedarme dormida, puesto que lo que había soñado días atrás no me dejaba conciliar el sueño, me preguntaba quien resultaban ser esas personas, porque en cada una de mis visiones siempre resultaban heridos.

Sinceramente no se cuanto tiempo podre permanecer en el mismo estado, después de esa noche los sueños raros cesaron, para mi era un alivio ya no estar cada noche con esas pesadillas, por que sí, para mí eran pesadillas, así que asumí que mi vida regresaría a la normalidad.

*Varios días después.

Hoy amanecí espléndidamente contenta, ya no e tenido sueños raros, al parecer funciono eso de suprimir todo tipo de recuerdos dañinos para ti, estos días e mantenido mi mente muy ocupada, de hecho justo hoy iré a una caminata con mi amiga Toni. 

*Horas después.

Mire a mi reloj por segunda vez, ya se acerca mi hora de dormir, pero el sonido del timbre en mi puerta me saca de cualquier pensamiento que este por formarse en ese instante. Salí de mi cama, traía puesta mi pijama de conejito (si, me encantaban esos animalitos rechonchos, y si, puede que me considerara parte de ellos), cuando abrí la puerta, todo parecía tornarse de negro, mis ojos pesaban demasiado, la respiración se entre cortaba, la sombra que estaba delante de mi, solo me sonreía, haciendo que callera desmayada y volviera a recordar, ¡Otra vez!.

Así termino mi esplendido día.