Querida mía,
no fue solo deseo
esta bestial
y salvaje lujuria,
que clama por tu cuerpo.
Querida mía,
no es solo una pasión
descontrolada,
amo esa compasiva
y adorable mirada.
Querida mía,
era más que deseo,
pasión o amor,
ame tu juventud
también tu madurez.
Querida mía,
amo todo de ti
siembre fue así:
tu mágica sonrisa...
y tu fragilidad.
Querida mía,
eras más que afición,
eras mi todo:
mi lanza y fortaleza,
debilidad y escudo.
Querida mía,
no era solo cariño
lo que buscaba,
sino aquel amor tierno,
que feliz tú me daba.
Juango Rincón
Editado: 16.12.2022